viernes, 8 de julio de 2016

MEJORAR LA COMUNICACIÓN DE PAREJA

La fórmula para  mantener una buena relación de pareja sin duda alguna, es la comunicación. En la convivencia en pareja  es inevitable  que en ocasiones haya ciertos roces que puedan causar desencuentros. Aunque podamos considerar que son pequeños detalles sin importancia, nunca debemos pasarlos por alto.
Ser consciente de ello e intentar solucionarlo es un  propósito  útil  en cualquier ámbito de nuestras relaciones  interpersonales, ya sea el trabajo, círculo de amigos, deportes de grupo, etc.
Pero sin duda, si existe un círculo más proclive a generarse roces y desencuentros en la convivencia, es dentro de la pareja, dado que se establece una relación más intensa y estrecha.  
Pero esta comunicación no solo debe ceñirse a aquellos aspectos  más negativos. Cuando compartes una relación con otra persona, lo más lógico es hacerlo porque existen multitud de factores en común, un respeto mutuo y una sensación de gozo  y disfrute al compartir tiempo con la otra persona.
Pocas emociones son más bonitas e intensas  que estas aquí mencionadas, pero pueden ser aún más productivas cuando se comparte y se está agradecido a la otra persona por vivir algo así con ella.
Que tu pareja sepa que puede contar contigo incondicionalmente es un gran gesto de amor.
Por tanto guardar la buena salud comunicacional con tu pareja será de suma importancia. Muchos son los motivos por los que es necesario dialogar con la pareja. El papel que tienen las preguntas para acercarse a los sentimientos de la otra persona. No dar nunca por sentado nada, pues por ahí es por donde vienen muchos desencuentros y enfrentamientos que dañan la relación.

CÓMO PODEMOS MEJORAR NUESTRA COMUNICACIÓN CON NUESTRA PAREJA
Os proponemos estas 5 situaciones  para mejorar  y hacer más fluida la comunicación y estrechar vínculos:

1. Tienes un rato libre y ves que tu pareja está ocupada. Muéstrale tu disposición a echarle una mano. Es un gesto bonito no solo por esforzarte para facilitarle el trabajo, sino también por la posibilidad de pasar tiempo juntos haciendo algo positivo para, al menos, uno de los dos.

2. Todo el mundo tenemos alguna particularidad que puede que sea molesta para el resto de personas y posiblemente no se sea consciente de ello. En una relación es positivo aceptar esas pequeñas manías de cada uno, pero en ocasiones pueden acabar siendo una bola de nieve mayor que cause mayor malestar a la otra persona. Tener la generosidad de “modificar”  esos pequeños detalles o comportamientos para mejorar tu relación y satisfacer al otro,  puede ser positivo.

3. No solo vale el “te quiero”. Dice el refrán: A caminar se aprende andando;  y a querer, amando. Los sentimientos han de estar acompañados con acciones y no tienen por qué ser especialmente espectaculares regalos. Los actos diarios, los pequeños detalles  de apariencia insignificante son los que a uno le hace sentirse querido.

4. Por muy a gusto que se esté en una relación y por muy fuerte que sea el vínculo hay que estar abierto al cambio. La rutina y la monotonía son dos de los grandes enemigos de las relaciones. Hacer cosas nuevas es el principal antídoto contra ello y quién sabe, a lo mejor se encuentran nuevas aficiones y actividades en las que poder disfrutar juntos para así poder escapar por un tiempo, de la inercia diaria.


5. Planear juntos con tiempo los viajes o  actividades lúdicas  para días libres y vacaciones permite disfrutar más de ellas y sentir que puedes decidir cómo disfrutar con tu pareja.