miércoles, 21 de septiembre de 2016

Cómo atraer una pareja consciente




A pesar de ser algo que muchas personas buscan, parece ser que para algunas personas es muy complicado encontrar pareja. ¿Eres una de esas personas? ¿Te resulta difícil encontrar pareja?
No cabe duda de que encontrar a la persona ideal para una relación de pareja es algo muy importante para muchas personas. Es una necesidad primordial, ya que una pareja nos brinda muchas satisfacciones, como es la compañía, el afecto, el apoyo moral y económico, satisfacción sexual, etc.

Pero, ¿existe en realidad una fórmula mágica que nos haga vivir el amor a plenitud? ¿Hay algún método infalible para enamorarnos? Y si lo hay, ¿nos hará felices? Seguramente, algunos optarán por ser “coleccionistas”: tendrán tantas relaciones de pareja como les sea posible, incluso con varias personas al mismo tiempo, intentando así acumular “amores” para luego descartar aquellos que no funcionaron o no consiguieron satisfacerlos. 
El riesgo que corren quienes optan por este absurdo método, es toparse con personas que actúan de la misma manera, promiscuos en el amor, en la búsqueda de relaciones fugaces y efímeras. Además, serían como leones hambrientos, cazando lo que se mueva sólo para satisfacer los instintos más primitivos. 
Tendrían que ser unos Adonis o unas Venus para tener siempre éxito consiguiendo a quien quieren, de lo contrario, van a besar muchos “sapos” antes de encontrar a su “príncipe azul” (o princesa del color que sea).





Si tú eres una de esas personas que se preguntan: “¿Por qué no logro encontrar a alguien?”, tal vez tengas ya alguna idea de por qué no has encontrado a esa persona especial o ideal. Pregúntate realmente por qué crees tu que no tienes una pareja. Si observas tus pensamientos, quizá encuentres ideas como:  “no soy suficientemente interesante”, “no soy atractivo/a”, “no soy sociable”, etc.
La realidad es que si no tienes pareja, en gran medida tiene que ver con la forma en cómo piensas y las creencias que tienes.
Realiza un análisis a conciencia. Toma un papel y lápiz y anota todas las razones por las que crees que no tienes pareja. Una vez que tengas una buena lista, es el momento de analizar punto por punto. 
¿Te has parado a pensar que  seguramente conoces personas con forma de ser similar a la tuya, pero que sí tienen pareja?.
Si el tener pareja estuviera exclusivamente reservado para personas atractivas, interesantes, con dinero, sociables y simpáticas, ¡la mayoría de las personas no tendrían pareja!
No tiene que ver con tus características, sino con tu actitud. Realmente, la única clave que existe es mantener la calma, no apresurarse ni obligar los hechos.  El amor llegará a su tiempo, nuestra ansiedad y desesperación pueden obstaculizar la prudencia de saber elegir ese momento.



Para tener la actitud más adecuada que  favorezca encontrar pareja, toma en cuenta los siguientes puntos:

  1. Disfruta y acepta tu soledad. Este es quizá el punto más importante de todos. Si estás esperando a tener una pareja para ser feliz y disfrutar tu vida, entonces tu búsqueda de pareja se vuelve una búsqueda necesitada y desesperada. La verdad es que es mucho más sano aprender a estar bien contigo sin alguien más, de modo que el día que conozcas a alguien, puedas compartir todo lo que tú eres, en vez de buscar que alguien llegue a llenar tu vida.
  2. Visualiza la pareja que quieres. Si no sabes qué quieres, es más difícil encontrarlo. Define cómo es la pareja que te gustaría tener, el tipo de relación que deseas, la convivencia que deseas, etc. Si lo defines es más fácil buscarlo y encontrarlo, y no confundirte con alguien que quizá no es lo que buscas, pero que de momento llena el vacío.
  3. Revisa tus patrones pasados. Vale la pena que revises las relaciones pasadas que has tenido, y que identifiques si hay un patrón que se repite. A veces puedes encontrar que tus parejas anteriores han sido personas que realmente no te han atraído, o han sido personas agresivas, o personas poco comprometidas. Tal vez debas cuestionar por qué sueles aceptar relaciones con ese tipo de personas, y sería bueno que te abras a explorar y conocer otro tipo de personas.
  4. Facilita las relaciones sociales. Ya hemos hablado en otra publicación de la conveniencia o no de buscar o esperar a nuestra alma gemela. Pero sí es importante  favorecer el encuentro socializando. Puedes hacer cosas como inscribirte a cursos, a un club, a un gimnasio, ir a más reuniones, salir más con amigos, inscribirte en un club de solteros, etc… Está bien buscar una pareja, lo importante es no buscar de forma desesperada, sino con distancia emocional, con cierto desapego.
  5. Desapego. Desapegarse de algo no significa que dejas de buscarlo y de desearlo. Significa que lo buscas y lo deseas, pero no sufres si no lo tienes. Es la actitud de disfrutar tu vida así como estás hoy en día sin una pareja, y mientras disfrutas, buscas a la pareja, pero sin ansiedad ni angustia de no encontrarla.
Ten presente estos consejos y recuerda que el amor puede ser como una mariposa, de nada sirve perseguirlas desesperadamente, pues se alejarán tanto como puedan. Pero si te quedas quieto, se posan sobre ti. No ahuyentes todas las mariposas o tu jardín se quedará vacío. Dedícate a  regar tus flores, a cortar las malezas y llegará el momento en que no te preocupe perseguir mariposas porque encontrarás que hay mucho por hacer en tu interior. Quizás, algún día, cuando estés disfrutando el aroma de tus rosas, alguna aparezca y se pose sobre ti.





"Primero quédate solo. Primero empieza a divertirte solo. Primero ámate a ti mismo. Primero sé tan auténticamente feliz que te sientas lleno, expansivo, desbordado. Nada ni nadie te hace falta. Estás en casa, contigo. Si alguien viene, todo bien, si no, también. Mostrándote como un ser digno, no como un mendigo. Lo semejante atrae lo semejante... La persona que ha vivido su soledad felizmente, se sentirá siempre atraída por otra persona que está viviendo su soledad también alegremente, porque como regla “lo semejante vibra ante lo semejante”, como lo explica la ley de la atracción. Cuando dos maestros se encuentran, maestros de su propio desarrollo personal, de su soledad, la felicidad se multiplica. Se vuelve un tremendo fenómeno de celebración. Y ellos no se examinan uno al otro, ellos se comparten no se están completando en las carencias del otro. No utilizan al otro. En su lugar, por el contrario, ambos se vuelven uno y disfrutan de toda la existencia que les rodea”  (Osho)