Encuentra
tus “yo puedo”. Siempre puedes. Es posible que no podamos hacer o
lograr lo que queremos en el momento que lo deseamos, pero siempre
podemos hacer algo. Recuerda que lo más importante no es en dónde
te encuentras, sino cuál es tu destino. Puede ser que no tengamos la
capacidad de cambiar rápidamente por circunstancias, pero siempre
podemos modificar nuestra dirección poco a poco si tenemos en cuenta
que nuestra dirección es determinada, en primera instancia, por
nuestros pensamientos.
Recuerda que lo que pensamos precede a
nuestras acciones y éstas a nuestros resultados. Por tanto, cambia
tus pensamientos y poco a poco comenzarás a obtener nuevos
resultados. Y esto, mi querido amigo/a, es algo que siempre podemos
hacer: elegir nuevos pensamientos. Con esta sencilla actitud,
tendremos el poder para iniciar el cambio que queremos ver en nuestra
vida.
Si
no puedes hacer grandes cambios en este momento, ¿qué pequeñas
transformaciones sí están en tu poder? Pues modificaciones,
pequeños movimientos que te permitirán ir girando el timón e ir
variando el rumbo para apuntar hacia el destino anhelado. Dirigir tu
vida hacia la visión que en el fondo deseas puede requerir gran
energía. Pero al igual que mover todo un buque de cientos de
toneladas, todo comienza por un pequeño cambio.
No te concentres en
tus “yo no puedo”. Es cierto que todos los tenemos. Sin embargo,
son nuestros “yo puedo”, por pequeños que sean, en donde reside
nuestro poder de redirigir nuestra vida.” Tu enfoque determina tu
nivel de energía. ¿En qué te enfocas habitualmente? ¿En lo que no
puedes o en lo que sí puedes? Conéctate con tus “yo puedo” y
estarás alimentando tu energía y acercándote cada vez más a eso
que quieres alcanzar. Namasté.