martes, 26 de diciembre de 2017

Mudras Básicos: Poder Energético en Tus Manos

Es muy común en estos días que nuestro cuerpo y mente se vean invadidos por dolores y sensaciones de malestar que muchas veces no pueden adjudicarse a una enfermedad en concreto, sino que más bien se trata de una sensación de falta de energía, que nos puede conducir a la depresión o el estrés.


Pero antes de recurrir al consumo de fármacos u otro tipo de tratamientos o también como alternativa y complemento a la medicina tradicional;  podemos optar por obtener el bienestar a través de nuestras propias manos, o dicho en otras palabras, a través de la técnica ancestral de los mudras. 

  • ¿ Qué son los mudras?
También conocido como yoga para las manos, los mudras son los gestos corporales que se utilizan especialmente en el Hatha-Yoga, pero que también son utilizados en otros tipos de meditación.

Estos gestos son muy importantes porque nos permiten canalizar adecuadamente la energía a través de nuestro cuerpo así como facilitar la consecución de numerosos objetivos como la elevación espiritual, la sanación física y la sanación emocional. Son un sistema de posiciones logradas con las manos, muy utilizado en el Yoga para restituir el adecuado flujo de la energía vital, o prana, por todo el organismo.




Esto es posible debido a la gran concentración de terminaciones nerviosas que se encuentran en las manos, solo comparada con la encontrada en los pies, y que al unir y posicionar los dedos de determinada forma se crean circuitos energéticos que posibilitan la estimulación del elemento desequilibrado para fomentar su recuperación.

Para lograr esto debe comprenderse el valor y función que cada dedo posee para la realización de los mudras, representando cada uno de ellos a uno de los elementos, y por lo tanto, controlando distintas partes y funciones del cuerpo, que determinarán qué dedos utilizar y de qué forma, durante la práctica de un mudra para obtener beneficios sobre una afección en particular.


Los mudras se practican con una presión ligera de los dedos hasta sentir un flujo de energía por el cuerpo, mientas que las manos están relajadas.
  • Significado de los dedos para los Mudras
  • Pulgar:  Se representa con el elemento Fuego, asignándole funciones sobre el pulmón, la lógica y la fuerza de voluntad.
  • Índice: Simboliza al Aire y controla el estómago, el pensamiento y la mente.
  • Corazón: Se le asocia con el elemento Éter, y se le asignan funciones sobre la circulación sanguínea y la vesícula.
  • Anular: Representado al elemento Tierra, el dedo anular controla el hígado, la vitalidad y la buena salud general.
  • Meñique: En este caso se trata del elemento Agua, y se encuentra vinculado directamente con el corazón, la sexualidad, la comunicación y el encuentro
  • MUDRAS BÁSICOS:



Anjali Mudra (Oración)







Con las manos juntas a nivel del chakra del corazón, presionar ligeramente los dedos, mantenga las palmas de las manos con una pequeña cavidad.
Es un excelente ejercicio para inducir a la meditación, reduce el estrés y la ansiedad, proporcionando armonía y calma.



Bhudi-Mudra (Equilibrio del Líquido)






Con ambas manos unir las puntas del meñique y el pulgar presionando suavemente, los demás dedos permanecerán relajados.
Ayuda a la comunicación, también recupera el equilibrio de los líquidos, mejora el funcionamiento de los riñones y la vejiga aumentamos el sentido del gusto.

Vitarka Gyan Mudra – Pasivo (Conciencia y Conocimiento)


Con las dos manos, las puntas de los pulgares tocan las puntas de los índices.
Este mudra actua a nivel anímico y espiritual, ayudando a la receptividad y a la calma, mejorando los estados de tensión.

Vitarka Gyan Mudra – Activo (Conciencia y Conocimiento)



Con las dos manos, las puntas de los índices tocan la primera falange del pulgar ejerciendo una presión sobre la uña del índice.


Estas dos primeras posturas son las más conocidas en el yoga y actúan a nivel anímico y corporal, simbolizando armonía de la conciencia.

Ganesh Mudra (Decisión y Firmeza)












Con las manos en el pecho, la palma izquierda con hacia fuera y la palma derecha está girada hacia el cuerpo, inspirar y tirar de las manos en sentido opuesto durante unos segundos varias veces. Luego cambiar la posición de las manos.
Favorece la musculación de la zona torácica, estimula la actividad del corazón y refuerza la confianza.

Dhyani Mudra (Meditación)

Las manos descansan en el regazo, la derecha encima de la izquierda formando un cuenco.
Concentrándose exclusivamente en la respiración, elimina el estrés y la presión mental, también ayuda a eliminar los pensamientos cotidianos y encontrar la paz.

Kalesvara Mudra


Calma el torrente de pensamientos, calma los sentimientos agitados. Calma los períodos de tiempo entre los pensamientos. Llegamos a ser más claros, hacemos nuevas observaciones acerca de nosotros mismos, podemos buscar y encontrar soluciones. Este mudra también se puede utilizar para ayudar a los rasgos de cambio de carácter, la memoria y la concentración, o eliminar el comportamiento adictivo. 


Garuda Mudra








Este mudra activa la irradiación y la circulación sanguínea, revitaliza los órganos y equilibra las energías de las dos mitades del cuerpo. Ya sea en la zona de la pelvis o en la del pecho, vitaliza y estimula. Relaja y suaviza los dolores y trastornos de la menstruación, las molestias en el estomago y las dificultades respiratorias. Si padece hipertensión vaya con cuidado. Es de gran ayuda también en estados de agotamiento y fluctuaciones del estado anímico. 



Hakini Mudra






Esta posición de los dedos ha sido profundamente estudiada por los científicos, y se ha comprobado que estimula el trabajo conjunto de los dos hemisferios del cerebro, el derecho y el izquierdo. En la actualidad se recomienda también en cursos de entrenamiento de la memoria y de management. Abre el acceso al hemisferio derecho del cerebro donde se encuentra almacenada también la memoria. Su práctica mejora la respiración, profundizándola, y beneficiando así al cerebro. Este Mudra regenera la energía de los pulmones, y desplazando los dedos de manera que el índice derecho se apoye en el pulgar izquierdo, el dedo medio derecho en el índice izquierdo, etc., se activa la energía del intestino grueso. Podrá estimular su concentración y acumular nuevas fuerzas mentales ligando su mirada y sus pensamientos durante un espacio prolongado de tiempo a un objeto o a una actividad reparadora.


La práctica de los mudras durante tres minutos diarios le otorgará salud, equilibrio, riqueza, éxito y felicidad... Namasté.

viernes, 22 de diciembre de 2017

Nuestro cuerpo no envejecería si estuviésemos sincronizados con los ciclos del universo

Nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestras emociones y nuestra fisiología entera está cambiando a cada momento en función de la hora del día, de los ciclos de la luna, las estaciones e incluso las mareas. Nuestro cuerpo es parte del universo y, en última instancia, todo lo que sucede en el universo afecta a su fisiología. Los ritmos biológicos son una expresión de los ritmos de la Tierra en relación con todo el cosmos, y sólo cuatro de ellos (los ritmos diarios, mareales, mensuales y lunares) son la base de todos los demás ritmos de nuestro cuerpo.



La Tierra gira sobre su eje, por lo que experimentamos un ciclo de 24 horas de día y noche al que llamamos ritmo circadiano. Dicho ritmo se basa en el giro de la Tierra y, al formar parte de ella, también todo nuestro cuerpo gira siguiendo el ritmo de la Tierra. Cuando este ritmo biológico se ve interrumpido, por ejemplo, por algún viaje de larga distancia, sentimos jet-lag. También cuando nos quedamos trabajando toda una noche, aunque descansemos durante el día no nos sentimos del todo bien, ya que nuestros ritmos biológicos están desacompasados con los ritmos cósmicos.


Los datos científicos muestran que si sometemos a un animal a cierta dosis de radiación una vez al día, éste puede experimentar algún efecto beneficioso. Pero si le damos la misma dosis de radiación doce horas más tarde, el animal puede morir. ¿Por qué? Porque su fisiología ha cambiado por completo en ese periodo de doce horas. Incluso nuestra pequeña experiencia subjetiva nos dice que a ciertas horas del día tenemos hambre, mientras que a otras tenemos sueño. Sabemos que tendemos a sentirnos de una cierta manera a las cuatro de la tarde y de otra a las cuatro de la mañana.

Los ritmos de las mareas también afectan a nuestra fisiología. Estos ritmos son el resultado del efecto gravitatorio del sol, la luna y las estrellas de galaxias distantes sobre los océanos del planeta Tierra. En nuestro interior nosotros también tenemos un océano similar a los de nuestro planeta. Más del 60 por ciento de nuestro cuerpo es agua, y más del 60 por ciento de nuestro planeta es agua. Por lo tanto, experimentamos en nuestra propia fisiología las pleamares y las bajamares y los flujos y reflujos de las mareas. Cuando nos sentimos incómodos es porque nuestro cuerpo está fuera de sincronía con el cuerpo del universo. Pasar tiempo cerca del mar o en cualquier sitio natural puede ayudarnos a sincronizar nuestros ritmos con los de la naturaleza.

El ritmo lunar es un ciclo de veintiocho días que se produce como resultado del movimiento relativo de la Tierra, el sol y la luna. Dicho ritmo es evidente considerando el crecimiento y decrecimiento de la luna. Vemos la luna llena, media luna, dejamos de verla, y el ciclo vuelve a empezar otra vez. La fertilidad humana y la menstruación son buenos ejemplos de ritmos lunares, pero hay otros muchos ciclos de veintiocho días. Cuando trabajaba como medico en una sala de urgencias, era de esperar que atendiésemos a más pacientes con determinados tipos de problemas dependiendo de la hora del día y de los ciclos de la luna.

Debido al movimiento de la Tierra alrededor del sol, experimentamos los ritmos estacionales en forma de diferentes cambios bioquímicos en nuestro cuerpo y mente. Por eso somos más propensos a enamorarnos en primavera o a deprimirnos en invierno. Las personas que padecen un síndrome conocido como desorden afectivo estacional se deprimen en invierno pero mejoran al ser expuestos a la luz solar. Los cambios estacionales no sólo afectan a la bioquímica del cuerpo humano: afectan a la de los árboles, las flores, las mariposas, las bacterias y todo lo que está presente en la naturaleza.

La Tierra se inclina sobre su eje en primavera y brotan las flores, las marmotas salen de sus madrigueras, migran las aves, los peces regresan a sus territorios de desove y comienzan los rituales de cortejo. Las personas se sienten inclinadas a escribir poesía, los amantes cantan sus canciones y corazones jóvenes y viejos se enamoran. Los ritmos estacionales nos afectan biológica, mental y emocionalmente; todos ellos tienen que ver con la relación entre la Tierra y el sol.

Hay otros ritmos y ciclos que oscilan cada pocos segundos, como las ondas cerebrales y electrocardiográficas, mientras que otros como los ritmos ultradianos duran desde treinta minutos a veinticuatro horas. Hay ciclos dentro de otros ciclos, alcanzándose un elevado nivel de complejidad que en su conjunto funciona al unísono como una sinfonía. Todos esos ritmos crean la sinfonía del universo; cuerpo y mente siempre están intentando sincronizar sus ritmos con los ritmos universales.

Separar el cuerpo y la mente del resto del cosmos es no ver las cosas como son. El sistema cuerpo-mente forma parte de una inteligencia superior, es parte del cosmos, y los ritmos cósmicos generan cambios profundos en nuestra fisiología. El universo es una verdadera sinfonía de las estrellas. Y cuando nuestro cuerpo y nuestra mente están sincronizados con dicha sinfonía, todo se da espontáneamente y sin esfuerzo, y la exuberancia del universo fluye a través de nosotros en glorioso éxtasis.

Cuando los ritmos de nuestro cuerpo y mente están sincronizados con los ritmos de la naturaleza, cuando vivimos en armonía con la vida, vivimos en estado de gracia. Vivir en gracia es experimentar ese estado de conciencia en el que las cosas fluyen sin esfuerzo y nuestros deseos son satisfechos con facilidad. La gracia es mágica y sincrónica, está llena de coincidencias y es maravillosa. Es ese factor de la buena suerte. Pero para vivir en la gracia es necesario que permitamos que la inteligencia de la naturaleza fluya a través de nosotros sin interferir con él.

Teóricamente, si estuviésemos totalmente alineados con el cosmos, si estuviésemos en completa armonía con sus ritmos y si tuviésemos cero estrés, habría muy poca entropía en nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo no envejecería si estuviésemos completamente sincronizados con los ciclos del universo. Si su entropía no se incrementase, estaría dentro de la escala del universo, que se mide en ciclos cósmicos o eones de tiempo. Pero nuestro sistema cuerpo-mente no está perfectamente alineado con los ritmos del universo; ¿por qué es así? Por el estrés. Ya lo ves, en cuanto tenemos un pensamiento, cualquier pensamiento, éste interfiere con la tendencia innata de los ritmos biológicos a sincronizarse con los universales.

¿Cómo interferimos con la inteligencia de la naturaleza? En términos espirituales, podemos decir que interferimos cuando nos identificamos con la imagen que tenemos de nosotros mismos y perdemos de vista a nuestro ser interior; cuando perdemos nuestra sensación de conexión con nuestra alma, nuestra fuente. En términos más comunes, podemos decir que interferimos cuando empezamos a preocuparnos, cuando empezamos a anticipar problemas, cuando empezamos a pensar en lo que podría salir mal. Cuando intentamos controlarlo todo, cuando nos asustamos, cuando nos sentimos aislados; todas esas cosas interfieren con el flujo de la inteligencia de la naturaleza. Cada vez que sentimos resistencia, frustración, que las cosas van mal, que exigen demasiado esfuerzo, es porque estamos desconectados de nuestra fuente, el campo de la pura conciencia, que se manifiesta en la infinita diversidad del universo. El estado de miedo es el estado de separación; es resistencia hacia lo que es. Cuando no oponemos resistencia todo es espontáneo y sencillo, no exige esfuerzo.

Nuestro cuerpo nos está hablando constantemente mediante señales de comodidad e incomodidad, placer y dolor, atracción y repulsión. Cuando prestamos atención a las sutiles indicaciones de nuestras sensaciones corporales, accedemos a la inteligencia intuitiva. Dicha inteligencia es contextual, relacional, enriquecedora, holística y sabia. La inteligencia intuitiva es más detallada y precisa que cualquier otra cosa existente en el reino del pensamiento racional. La intuición no es pensamiento; es ese campo cósmico de información no localizado que nos susurra en el silencio que hay entre nuestros pensamientos. Por lo tanto, cuando hacemos caso de la inteligencia interior de nuestro cuerpo, que es el genio supremo y definitivo, nos estamos introduciendo en el universo y accediendo a una información a la que no suele tener acceso la mayor parte de la gente.

Cuando hagamos caso de la sabiduría de nuestro cuerpo, cuando seamos conscientes de las sensaciones de nuestro cuerpo, conoceremos el cosmos entero, ya que experimentamos todo el cosmos en nuestro cuerpo en forma de sensaciones. Cuando no estamos en armonía con los ritmos universales, la señal que nos llega es de incomodidad, ya sea física, mental o emocional. Cuando fluimos en armonía con el universo, la señal que nos llega es una sensación de comodidad, de alegría, de que todo es fácil. En realidad, esas sensaciones son la voz del espíritu, que nos habla al nivel de sentimiento más sintonizado de nuestro cuerpo. Cuando ofrezcamos a nuestro cuerpo una profunda atención, escucharemos la voz del espíritu, porque nuestro cuerpo es una bioordenador constantemente conectado con la mente cósmica. Nuestro cuerpo tiene una habilidad informática que lo capacita para reparar instantáneamente en la infinidad de detalles que crean cada acontecimiento de nuestra vida.

Sabiendo todo esto, ¿por qué no tratas a tu cuerpo con respeto y lo cuidas? Cuida de él con amorosa atención. Aliméntalo con comida saludable y agua fresca. Aliméntalo con la frescura de la tierra y con los colores del arcoiris que la tierra ofrece en forma de frutas y vegetales. Bebe intensamente las aguas de la Tierra para que ellas puedan abrir las líneas de comunicación e inteligencia que corren a través de tus tejidos y de tu torrente sanguíneo. Respira profundamente para que tus pulmones se expandan por completo con el aire.

Libérate de toda atadura o constricción consciente para que tu cuerpo pueda relajarse en los ritmos del universo. Mueve tu cuerpo, ejercítalo y mantenlo en movimiento. Comprométete a mantenerlo libre de toxinas, tanto físicas como emocionales. No lo contamines con bebidas o alimentos muertos, químicos tóxicos, relaciones o emociones tóxicas en forma de ira, miedo o culpa. Asegúrate de alimentar tus relaciones saludables y no albergues rencores ni resentimientos. La salud de cada célula contribuye directamente a tu estado de bienestar, ya que cada célula es un punto de conciencia en el campo de conciencia que tú eres.

Cuerpo y mente son la danza del universo y, cuanto más bailen con el universo, más alegría, vitalidad, energía, creatividad, sincronicidad y armonía experimentarás. Puedes permanecer sintonizado a tu cuerpo siendo consciente de cómo bailas con el universo. Si prestas atención a los ritmos y ciclos de tu cuerpo y mente y te familiarizas un poco con los ritmos cósmicos, verás cómo puedes sincronizar los ritmos de tu cuerpo con los del universo. No tienes que ser ningún experto, simplemente presta un poco de atención a esto. Observa cómo te sientes en diferentes momentos del día y del mes dependiendo del ciclo lunar. Mira al cielo y fíjate en los ciclos de la luna. Si lees el diario, mira los horarios de la pleamar y la bajamar. Siente tu cuerpo y observa cómo se relaciona con cada estación. Entiende que estos ritmos pueden ayudarte de verdad; la siguiente información es lo único que debes recordar.

Entre las seis y las diez de la mañana y las seis y las diez de la noche es cuando tu cuerpo está hipometabólico, en su fase de metabolismo más baja. Intenta pasar un rato en silencio en torno a las seis de la mañana y de la tarde. Lo Ideal sería meditar al inicio de esta fase y hacer ejercicio en la mitad de ella, especialmente si lo haces para perder peso.

Entre las diez de la mañana y las dos de la tarde es cuando el fuego metabólico se encuentra al máximo. Es el momento de hacer la comida principal porque tu cuerpo metabolizará mucho mejor la comida. Entre las dos y las seis de la tarde es un buen momento para estar activos, aprender nuevas actividades mentales o emprender actividades físicas. Entre las dos y las seis de la mañana es buen momento para soñar.

Alrededor de las seis de la tarde, preferiblemente antes de la puesta del sol, es un buen momento para cenar. Es mejor cenar algo ligero y dejar al menos dos o tres horas de intervalo entre la cena y el sueño. Por lo tanto, intenta acostarte hacia las diez o diez y media de la noche y tendrás un descanso ideal con grandiosos sueños.


Estas son recomendaciones muy básicas pero, una vez que empezamos a sintonizar nuestros ritmos con los ritmos cósmicos, el cuerpo se siente bastante diferente. Se siente vital; no se cansa. Subjetivamente nos sentimos más enérgicos. Empezamos a experimentar ese estado de conciencia en el que todas las cosas de nuestra vida fluyen con facilidad. Una salud vibrante no es solo la ausencia de enfermedad; es esa alegría que debería estar en nuestro interior todo el tiempo. Es un estado de bienestar positivo no solo físico sino emocional, psicológico y, en última instancia, incluso espiritual. La tecnología no va a hacernos más sanos. Lo que va a hacernos más sanos es que estemos alineados con las fuerzas del universo, que sintamos que nuestro cuerpo es parte del cuerpo de la naturaleza, comulgar con ella y con nuestra alma pasando tiempo en soledad y silencio.

El poeta hindú Rabindranath Tagore resume el milagro de la vida de una manera más hermosa de lo que la ciencia puede hacerlo. Dice: "La misma marea de la vida que corre por mis venas día y noche corre por el mundo y baila con métrica cadenciosa. Es la misma vida que se dispara con alegría por el polvo de la tierra en innumerables briznas de hierba, rompiendo en olas tumultuosas de hojas y flores. Es la misma vida a la que mece el mar, cuna de nacimiento y muerte, en su flujo y reflujo. Siento que la caricia de este mundo de vida hace gloriosos a mis miembros. Y mi orgullo viene del latido de eras que baila en este momento en mi sangre".


Los mares y ríos de esta biosfera son la sangre de la vida que circula por nuestro corazón y nuestro cuerpo. El aire es el aliento sagrado de vida que da energía a cada célula de nuestro cuerpo, a fin de que sea posible vivir, respirar y participar en la danza del cosmos. Tener la experiencia de "el latido vital de eras que baila en este momento en nuestra sangre" es vivir la alegría, la conexión con el cosmos. Esta es la experiencia sanadora; es la experiencia de estar completo. Y estar completo es vivir en la gracia.


© 2006, Deepak Chopra, Todos los Derechos Reservados.
Publicado con permiso de Amber-Allen Publishing, Inc., San Rafael, California.

lunes, 11 de diciembre de 2017

¿Cómo crear un mundo emocional favorable para recuperar el peso?


Nuestro mundo emocional influye poderosamente en nuestro cuerpo, el cual es como una esponja que absorbe y transforma la energía que emiten las emociones en estados de salud, rasgos y posturas corporales. 


Aunque no nos demos cuenta, cada una de nuestras células está absorbiendo energía constantemente de nuestro universo emocional. Según sea la energía de las emociones, así será que nuestro cuerpo se sentirá y se verá de una manera u otra. 

Si observamos nuestro cuerpo, si observamos cómo nos sentimos y lucimos, podremos saber como es nuestro  mundo emocional. Si tu cuerpo se siente dolorido, cansado, decaído, o lo ves poco energético, jovial o esbelto, obeso o muy delgado, etc., es que sin duda hay emociones mezcladas que alimentan dicha condición.
 

EL MENSAJE EMOCIONAL DEL SOBREPESO

Cuando una persona se siente insegura o amenazada por algo, entonces empieza a generar una necesidad de protección, la persona siente que debe de estar a la defensiva, que tiene que esconderse o protegerse. Es muy interesante observar como el cuerpo entiende este mensaje, y se empieza a adaptar ante dichos mensajes, en este caso, haciendo capas de grasa alrededor del cuerpo. 

En algunas personas, estas resistencias o inseguridades pueden derivar en un cuerpo muy rígido y no precisamente con sobrepeso, sin embargo, la diferencia entre aquellas de cuerpo rígido y aquellas con sobrepeso podría ser la hipersensibilidad, en el sobrepeso o la gordura, la persona tiende a sobrereaccionar ante las cosas que le acontecen.

LA IRA Y EL SOBREPESO


La ira acumulada también puede generar sobrepeso. Es el resultado de la inseguridad, no se expresa porque hay miedo a alguna reacción que no se desea, o simplemente se expresa pero se siente que no es comprendida, lo cual ocasiona resentimiento o resistencia a perdonar. Cuando el enojo no es expresado o comprendido, la persona está en una constante actitud defensiva, se quiere proteger, y el cuerpo convierte esta sensación de defensa en una armadura de grasa.

¿Cómo podemos crear un mundo emocional favorable para recuperar el peso?

Para llegar a comprender el mundo emocional, es necesario que primero tomemos en cuenta que lo que sentimos no está mal ni bien, que todo lo que sentimos es una forma de adaptarnos a lo que nos sucede bajo nuestros mejores recursos y conocimientos. Si consideramos que lo que sentimos está mal, entonces será difícil que podamos hacer algo, pues estaremos rechazando una parte importante de nosotros/as, que son nuestras emociones.

Una de las causas principales de la ira es estar esperando que algo o alguien se comporte a como nosotros queremos o esperamos. En el fondo, la ira no es sino una especie de egoísmo, por creer que el otro debe de hacer, decir o pensar determinadas cosas. Si constantemente estamos esperando, poniendo expectativas en los otros  para que sean como queremos, entonces nos sentiremos muy inseguros.

DIETA EMOCIONAL


De la misma forma que cualquier dieta alimenticia, la dieta emocional consiste en desechar primero aquello que no sirve, en este caso, se necesita una depuración emocional. Así pues, lo primero que debemos  hacer es liberarnos de todos esos pensamientos “tóxicos” que provocan que nos mantengamos en una postura de víctima o de inseguridad. 

La fórmula a tomar es que cada vez que te sientas agredido por algo o alguien, o que recuerdes algo del pasado que te hizo sentir muy enfadado, es necesario que empieces a dejar pasar las agresiones y a no tomarlas como personal, empezar a reconocer que ninguna persona tiene que hacer o decirte lo que tu esperas o quieres, que nadie es responsable de tu felicidad, eso te corresponde a ti. 

Por tanto, dejar pasar significa que le empiezas a quitar el poder de tu realización a los demás, y lo empiezas a retomar tú. Así que si te sientes muy enfadado/a por algo y no lo puedes expresar o te sientes incomprendido, dite a ti mismo: “Estoy dispuesto a madurar y a construir con responsabilidad la vida que yo quiero”.

Los pensamientos que debes de empezar a “tomar” cada día y cada vez que te acuerdes, son aquellos que te empujen  a darte seguridad y confianza a ti mismo/a. Por lo tanto, tendrás que evitar “pensamientos basura”, como la crítica a ti mismo/a o la auto exigencia severa, los cuales sólo te hacen sentir inseguridad. 

Rodéate por pensamientos que te den seguridad y nutran tu corazón con fuerza y seguridad, esto hará que poco a poco empieces a ahondar más en aquellas cosas que te hacen sentir muy vulnerable e inseguro, y poco a poco empieces a sacarlas de tu vida con una nueva comprensión.

Si empiezas a trabajar en la seguridad de tu persona, y te empiezas a hacer responsable 100% por lo que sientes, el sobrepeso no podrá abordarte más.

Aunque te parezca muy poco razonable, todo esto tiene que ver con el sobrepeso. Y si combinas una buena dieta alimenticia con ejercicio y esta dieta emocional, verás que poco a poco  la grasa extra empieza a desaparecer y, sobre todo, ya no vuelves a recuperarla, pues si logras erradicar la causa energética, el peso extra no puede tener lugar. 

¿Has visto personas que comen de todo y nunca engordan? Es porque no tienen una causa energética que les haga estar propensas a la gordura. ¿Te animas a probarla? 

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