jueves, 20 de junio de 2019

Origen emocional de las hernias

La hernia es una hinchazón de tejidos blandos o un órgano saliente a través de la pared muscular, ahí donde existe un punto débil que permite esta salida.

Por ejemplo, las de los bebés suelen estar vinculadas con una mala cicatrización del cordón umbilical después de su corte. Esta hinchazón puede expresar el rechazo como bebé de dejar el tierno nido materno y la resistencia a nacer.

En el adulto, puede representar un gran deseo no expresado de romper con una situación o una persona que me es desagradable y con la cual me siento comprometido. 

Esto puede referirse a una ruptura de mi pareja provocada por mí o mi cónyuge y que tengo dificultad en aceptar.

¿Te parece pesada la vida que llevas?

También puede expresar un autocastigo porque me culpo, sintiéndome impotente o incapaz de realizar ciertas cosas. Vivo así mucha frustración frente a mí mismo. Por el control de mi coacción, alcanzo un nivel en el cual todo explota o más bien “implota” dentro de mí. 

Visto que no he liberado exteriormente mi desamparo, debe hallar un modo de salir. La pared abdominal protege mis órganos internos y los mantiene en su lugar. Por consiguiente, la hernia en el músculo puede estar vinculada al deseo de guardar mi universo en su lugar sin permitir la liberación de la agresividad o expresiones más fuertes.



¿Te permites liberarlas? 

Puedo sentirme culpable de estar en este estado y me siento empujado y forzado a ir demasiado lejos, o intento cumplir mi objetivo de un modo excesivo. Hay un “impulso mental” o estrés que intenta brotar. Quieres salir de un estado o de una situación que no es agradable y en el cual te sientes obligado a quedarte. Se trata de cierta forma de autocastigo.

En una hernia discal, además de lo que significa una hernia, hay un derrame anormal de los líquidos, implicando, desde un punto de vista metafísico, las emociones. Hay también dolor en los nervios, implicando la energía mental y la culpabilidad. Todo esto indica un profundo conflicto afectando todos los aspectos de tu ser.  

En la situación de la hernia discal, la palabra clave aquí es presión. Puedes sentirla al nivel de tus responsabilidades familiares, financieras, de tu trabajo, etc. Es como si ejerciera una presión sobre tí mismo sobrepasando tus límites, tomándote por alguna otra persona. Esta presión puede venir de ti, de los demás o de algún otro sitio. Tienes la sensación de estar solo/a en la vida y de no tener ningún apoyo, dudando en confesarlo a los demás y, sobre todo, a tí mismo/a. Lo cual te hace sentir preso/a e indeciso/a. 

A continuación realiza esta afirmación en un lugar tranquilo y sintiendo cada palabra:

Ahora me siento sostenido por la vida.
Me libero de cualquier culpabilidad o presión;
Me amo tal como soy. 
Hago lo mejor que sé y dejo el resto a Dios.
Ha llegado el momento de una nueva salida.
Necesito expresar mi creatividad.
Ahora, me permito ser yo mismo/a exteriorizándome más libremente.
Vivo más amor hacía mí y los demás porque sé “Quien Soy”...

AMEN
Así es ... Gracias Amado Universo

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martes, 18 de junio de 2019

Cómo frenar la ansiedad anticipatoria

Podemos definir ansiedad anticipatoria como un proceso que se realiza a nivel mental, donde se imaginan consecuencias terribles ante una determinada situación que provoca estrés o inquietud. Cuando sentimos este tipo de ansiedad, se deja de prestar atención al presente para centrarnos en el futuro, algo sobre lo que no se tiene control, y en pensamientos donde la protagonista es la catástrofe.





La persona que tiene estos pensamientos acaba viviendo en un peligro constante del que no queda más remedio que protegerse. Se tiene, por tanto, una visión sesgada de la realidad que impide pensar y actuar con claridad. Si este tipo de pensamientos se hacen recurrentes, pueden acabar convirtiéndose en realidad,  algo que se conoce como profecía autocumplida.

Entre los síntomas que se pueden padecer cuando se tiene ansiedad anticipatoria se encuentran: mareos, taquicardias, dolor en el pecho y  sensación de haber perdido el control de la situación. 

¿Cómo frenar la ansiedad anticipatoria? 

Tiene consecuencias muy negativas sobre las personas, ya que en ocasiones llega a paralizar hasta el punto de generar bloqueos que impiden llevar una vida normal. Es necesario  entender este trastorno  y, para conseguirlo, hay que llevar a cabo una serie de ejercicios:

Pon freno y aplaza tus pensamientos negativos: 

Intenta desechar los pensamientos negativos de tu cabeza. Si no es posible, céntrate en las tareas que tengas que hacer y déjalos para más adelante. De esta manera, tus emociones no se verán afectadas y te sentirás más confiado/a. 




Entrena con las situaciones que te dan miedo: 

Si te expones de manera progresiva a aquello que te da miedo, tu ansiedad irá disminuyendo poco a poco. La solución no es evitar para siempre lo que te hace sentir temor, sino ir afrontando pequeños retos que te puedan llevar a superar tus miedos más profundos. 


                             Aprende a desdramatizar
Dale un toque de humor a tu vida en lugar de pronosticar tanta catástrofe. No todo lo que ocurre tiene porqué ser malo porque no te centras en lo bueno

Ejercita el arte de vivir en el presente: 

Este tipo de ansiedad aparece porque hay un exceso de futuro en tu vida. Por tanto, si entrenas el vivir en el presente, vas a estar más calmado/a. Prácticas como el mind fulness o la meditación te pueden ayudar a vencer tu ansiedad anticipatoria. 

                             Consecuencias negativasLa ansiedad anticipatoria no solo tiene efectos sobre la mente, también sobre el cuerpo porque puede causar náuseas, vómitos, o diarrea otra de las consecuencias es la aparición de temblores inestabilidad, tartamudeo o dificultad para concentrarse. Asimismo, puede causar fuertes dolores de cabeza tensión muscular.


Practica algún tipo de ejercicio que te haya que te haga sentir bien:  

El ejercicio también te puede ayudar a dejar atrás la ansiedad de una vez y es muy recomendable. Cuidarás tu cuerpo y tu salud mental.



     

martes, 11 de junio de 2019

No sucumbas al ego de otros

No reaccionar y caer ante el ego de los otros es una de las maneras más eficaces de superar nuestro propio ego, y también de disolver el ego colectivo humano.



Pero, solo podemos estar en un estado de no reacción si somos capaces de reconocer que la conducta de alguien viene del ego, que es una expresión de la disfunción colectiva humana.
Cuando nos damos cuenta de que no es algo personal, ya no existe la compulsión de reaccionar como si lo fuera.






De esta manera y en muchas ocasiones al no reaccionar ante el ego, seremos capaces de hacer aflorar y despertar en otros la cordura, que es la conciencia no condicionada, a diferencia de la condicionada.

En ocasiones, tendremos que tomar medidas prácticas para protegernos de personas profundamente inconscientes. Podremos hacerlo sin convertirlas en nuestros enemigos. Por tanto, nuestra mayor protección es sin duda, ser conscientes.

Una persona se convierte en enemigo si personalizas la inconsciencia que es el ego, es decir, si nos damos por aludidos a aquello que percibimos del otro como un ataque.

No pienses que no reaccionar es un signo de debilidad, todo lo contrario, es un signo de fuerza.


Otra palabra para la no reacción es el perdón. Perdonar es pasar por alto, o más bien mirar más allá del ego para ver la cordura que hay en todo ser humano, que es su esencia.

Eckhart Tolle

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