jueves, 30 de junio de 2016

Cuento de Sabiduría Budista: Buda y Ananda


Una mañana, un hombre se acercó a Buda y le preguntó:
-¿Existe Dios?
Buda miró al hombre con detenimiento y le dijo:
-Sí.
El hombre no podía creérselo, porque había escuchado que Buda no creía en Dios. Ahora bien, ¿cómo interpretar aquel sí?.
Por la tarde vino otro hombre y le preguntó lo mismo:
-¿Existe Dios?
Y Buda le contestó:
-No, en absoluto.
Cuando llegó la noche, vino un tercer hombre, se sentó delante de Buda y le preguntó:
-¿Me dices algo sobre Dios?
Buda le miró, cerró los ojos y permaneció en silencio. El hombre también cerró los ojos. Ambos permanecieron sentados en silencio durante media hora; el hombre tocó los pies de Buda y dijo:



-Gracias por tu respuesta- y se marchó.
Ananda uno de sus discípulos y primo de Buda no podía comprender que hubiera dado tres respuestas diferentes y dijo que debería pensar en sus discípulos o se volverían locos.
Buda respondió:
-Debes recordar una cosa. En primer lugar, esas preguntas no son tus preguntas; esas respuestas no te han sido dadas a ti. ¿Por qué entras en esto? No tiene nada que ver contigo. Ha sido entre esas tres personas y yo.
Ananda dijo:
-Puedo entender eso. No son mis preguntas y tú no me has respondido. Pero tengo oídos y puedo oír; he oído las preguntas, he escuchado las respuestas. Y las tres se contradicen..
Buda dijo:
-Piensas en la vida en términos absolutos, ése es tu problema. La vida es relativa. Para el primer hombre, la respuesta es sí; la respuesta tiene que ver con él y con las implicaciones de su pregunta, de su ser, de su vida. Ese hombre al que le he dicho que sí era un ateo; no cree en Dios, y yo no quiero apoyar su ateísmo. Va proclamando por ahí que Dios no existe. Pero incluso si te dejas un pequeño espacio para explorar… tal vez en ese espacio exista Dios. Puedes decir con absoluta certeza que no hay Dios cuando has explorado la totalidad de la existencia. Y eso sólo es posible al final, y ese hombre simplemente creía que no hay Dios, pero no tenía la experiencia existencial de que Dios no existe. Mi sí era en relación con su persona, con su personalidad. La misma pregunta de otra persona habría recibido otra respuesta.
Y eso es lo que ocurrió cuando dije “no” a esa segunda persona. La pregunta era la misma, pero el hombre que las pronunciaba era diferente. Es relativo. El segundo hombre era tan “tonto” como el primero, pero estaba en el polo opuesto. Él creía en la existencia de Dios, y había venido aquí para que yo refrendara su creencia. Yo no refrendo las creencias de nadie, porque las propias creencias son el obstáculo.



Por último el tercer hombre vino sin creencias. No me ha preguntado “¿Existe Dios?, NO. Ha venido con el corazón abierto, sin mente, sin creencias, sin ideologías. Era un hombre sano, inteligente. Me ha preguntado “¿Puedes decirme algo sobre Dios?” No estaba buscando que alguien apoyara su sistema de creencias, no estaba buscando una fe, no estaba preguntando con una mente llena de prejuicios. Y me ha preguntado por mi experencia.



He podido ver que ese hombre no tenía creencias en un sentido o en otro, es una persona inocente. Con una persona tan inocente, el lenguaje pierde sentido. Sólo el silencio sirve como respuesta. De modo que he cerrado los ojos y he permanecido en silencio. De esta forma ha comprendido mi respuesta, que Dios no es una teoría, una creencia con la que puedes estar a favor o en contra. Por eso me ha dado las gracias por la respuesta.
Ha recibido la respuesta de que el silencio es estar con Dios; no hay otro Dios que el silencio. Y se ha ido tremendamente satisfecho, contento. Ha encontrado la respuesta. Yo no he dado respuesta, él la ha encontrado...


Cuento  de Sabiduría Budista: Buda y Ananda 

miércoles, 29 de junio de 2016

INFIDELIDAD: Cómo Gestionarla y Superarla

La infidelidad es   una de las situaciones más  difíciles por la que puede atravesar una pareja. El descubrimiento de la infidelidad de tu pareja puede ser uno de los acontecimientos más traumáticos de la vida. Es una experiencia dolorosa y hasta humillante, puesto que se ponen en juego los valores fundamentales de una relación de pareja, como son la confianza, sinceridad y respeto.
A veces puede que la rutina, el aburrimiento de la vida diaria o las responsabilidades sean el motivo  que empuje a las personas a buscar nuevas experiencias. La infidelidad no es una situación fácil de superar. Pero ten en cuenta que con paciencia, dejando pasar el tiempo y un compromiso y esfuerzo sincero por ambas partes  de arreglarlo, todo puede superarse.

 ¿QUÉ ES LA INFIDELIDAD?
Se comete  infidelidad cuando una pareja rompe el compromiso o vulnera un pacto de lealtad sentimental contraído por ambos miembros, de amar sólo a esa persona.
 TIPOS DE INFIDELIDAD CONYUGAL
  1. Infidelidad Puntual o Sexual: Basada sólo en el sexo y relativamente fácil de ocultar.
  2. Infidelidad de Compromiso o Emocional: Es duradera y supone la aparición de un amante estable, donde se establecen lazos emocionales y  un importante compromiso.

Si bien ambas infidelidades son difíciles y conllevan consecuencias complicadas de sobrellevar, los psicólogos consideran que la infidelidad emocional es mucho más complicada ya que la persona puede establecer una relación emocional sin tener ningún tipo de contacto físico y pensar que "no está haciendo nada malo". Estas actualmente son cada vez más comunes desde que existe la web, los chats y las redes sociales.

CAUSAS DE LA INFIDELIDAD
  • Búsqueda de nuevas experiencias
  • Aburrimiento en la relación
  • Insatisfacción emocional
  • Como venganza a una infidelidad anterior de la pareja.
  • Interferencia de la familia

CONSECUENCIAS DE LA INFIDELIDAD
Pérdida de la confianza. La pareja afectada o traicionada se siente herida afectando directamente a su autoestima. Se siente insegura emocionalmente, piensa que ha perdido todo lo que ha luchado en la relación.
Se pierde el amor y a veces ese sentimiento  desencadena en  rencor cambiando la imagen que se tenía de la pareja  radicalmente.
SÍNTOMAS DE LA INFIDELIDAD
  • Pasar mucho tiempo fuera de casa: en el trabajo, en la computadora o en actividades no conocidas.
  • Imprevistos viajes frecuentes (presuntamente por razones de trabajo).
  • Hablar por teléfono a escondidas o empezar a tener espacios “secretos” cuando antes no los tenía.
  • Correo electrónico confidencial (cuando antes, por ejemplo, compartían la cuenta).
  • Mensajes y llamadas de teléfono con destinatario “erróneo” 
  • Conductas de evitación en general


RECOMENDACIONES EN CASO DE UNA INFIDELIDAD 
Debes mantener la calma y no tomar decisiones precipitadas.
Si has descubierto a tu pareja debes de estar callado, esperar y luego escucha lo que tu pareja tiene que decir.
Si le hace muchas preguntas, empezará a mentir
Es aconsejable buscar ayuda profesional (terapia de pareja) para poder continuar con el matrimonio sin llegar afectar tu vida, tus emociones, y no depender de los consejos bien intencionados de las amistades.
¿CÓMO EVITAR LA INFIDELIDAD?
  • Manteniendo una buena comunicación.
  • Debéis luchar diariamente contra la costumbre y la rutina.
  • Muestrale a tu pareja frecuentemente un carácter alegre y jovial aunque a veces cueste trabajo.
  • Haz sentir a tu pareja lo importante que es para tí y exprésale tu amor día a día.
  • Dedíquele una parte de tus energías y tiempo a tu pareja.
  • Busca temas de interés entre ambos. No os limitéis a la casa y la familia.
  • Buscad momentos de intimidad.
  • No olvides ser detallista con tu pareja.
CÓMO SUPERAR LA INFIDELIDAD

  • En primer lugar implica un importante trabajo en equipoLa pareja debe estar comprometida en la labor de conseguir que su matrimonio vuelva a encarrillarse. El que ha sido infiel debe estar dispuesto a poner fin a la relación extramatrimonial y hacer todo lo necesario para recuperar la confianza del cónyuge. El cónyuge traicionado debe estar dispuesto a encontrar formas de manejar las emociones (incredulidad, enfado, ira, dolor frustración, desilusión, una intensa tristeza, etc) que pueden aparecer de forma abrumadora. Los sentimientos de depresión, falta de autoestima y de ira extrema también son muy habituales
  • La reconstrucción del matrimonio implica la voluntad por parte del cónyuge infiel para demostrar total sinceridad y arrepentimiento 
  • Los psicólogos especialistas en terapia de pareja dicen que las personas inmaduras nunca perdonarán, prefieren el castigo y la ruptura definitiva. Mientras que otras personas con más madurez emocional, preferirán el amor recuperado, olvidarán la humillación, y alcanzarán la paz. No obstante esto conlleva un recorrido doloroso antes de transcenderlo y superarlo.Para seguir adelante hay que ser capaz de confiar de nuevo en la otra persona. La complicidad y el amor entre dos personas no tiene por qué acabar por una infidelidad, pero ambos deberéis estar seguros de poder confiar el uno en el otro y solucionar los problemas por los cuales la infidelidad sucedió. El perdón no significa olvidar, pero sí seguir adelante mirando hacia un futuro lleno de confianza y fuerza de la mano. El perdón es el último paso del proceso de  curación de la infidelidad. El matrimonio no mejorará a menos que la persona traicionada perdone a su cónyuge y el cónyuge infiel se perdone a sí mismo.El perdón es una decisión consciente de dejar de culpar, de hacer las paces, comenzar de nuevo, y dejar de sentirse sólo. Es comenzar con el “libro en blanco”.

¿Por qué no dar el siguiente paso hacia un cambio cualitativo en vuestra relación? Decide perdonar, hoy...

El difícil proceso de superar una infidelidad, es un acontecimiento que cambia la vida para ambos, que una vez realizado, en sí mismos y en la relación, su matrimonio puede ser incluso, mucho mejor que antes, más fuerte y más íntimo.

martes, 28 de junio de 2016

Perdemos nuestra plenitud al poner nuestra felicidad en manos ajenas

Una pareja funciona cuando los dos miembros se sienten completos. Saben vivir solos y no ven en el otro a su media naranja, sino a una entera.
Las relaciones personales parecen ser un rompecabezas. Nos quejamos y decimos que son difíciles, sin ser conscientes  de que tal vez las personas somos difíciles y complejas en sí mismas.


Andamos buscando personas  que cumpla nuestras expectativas, y que nos hagan felices; y esta perspectiva no realista lo que provoca es infinidad de conflictos. 





Renunciamos a ser felices y plenos por nosotros mismos, y en su lugar ponemos nuestros bienestar y felicidad en manos ajenas. No es de extrañar entonces , que nuestras  rela­ciones interpersonales se conviertan en una fuente de problemas y un jeroglífico indescifrable.



La Madre Teresa de Calcuta decía:
  • «Si juzgas a las personas no tienes tiempo para amarlas”

Y es que, el amor romántico, o inconsciente, poco tiene que ver con el amor verdadero. Esa confusión es la causa de muchos conflictos en las relaciones personales. El romanticismo generalmente, es idealización, es  apego y pura necesidad del otro; y la necesidad es una falta de amor severa hacia la persona que se dice amar. La concepción romántica que tenemos del amor ha creado muchos problemas a hombres y mujeres que han sido víctimas de sus propias fantasías. 

Esto no significa que no convenga ser afectuosos, cariñosos, atentos, tiernos, detallistas, cálidos, suaves y entregados con las personas con las que nos relacionamos. Quiere decir que únicamente siendo conscientes de en qué hemos convertido las relaciones, podremos construirlas sanas y conscientes. 

Pero te preguntarás: 
Y  eso que  parece tan sencillo, ¿cómo se consigue? ¿Cómo podemos crear vínculos que funcionen?


Te damos unas pautas básicas:
  • Deja de buscar. Mejor conviértete en la clase de persona que se busca a sí misma
  • Después de una ruptura, haz un parón en tus relaciones amorosas.  Regálate a tí mismo/a tiempo para recomponerte, centrarte, atenderte y prepararte para la siguiente relación.
  • Aprende a estar solo/a sin que ello sea doloroso o traumático.
  • Ordena el espacio emocional propio y clarifica tus  valores.
  • Prepárate para una nueva relación.
  • Para saber estar en pareja es necesario antes saber estar solo. No es sencillo encontrar personas que no odien la soledad. Llegar a tolerar, incluso amar estar solo, y sentirse bien, es un gran logro personal. Por esa razón, no es aconsejable empezar una nueva relación justo al terminar otra.
  • No pierdas  nunca la inocencia y frescura para empezar de nuevo.
  • Confia en que todos merecemos ser plenamente amados.
  • Si nos saltamos el proceso de cambio, y no hay una verdadera transformación personal, en la nueva relación afloraran los miedos  de revivir experiencias anteriores, y esa carga de dolor nos perjudicará notablemente. Porque ya no serán dos personas, sino la suma de sus exparejas, los fantasmas y prejuicios del pasado y de sus constantes miedos a repetir las viejas historias de dolor.
La conocida actriz Julia Roberts dice:

El amor verdadero no viene a ti, tiene que estar dentro de ti” 

Las relaciones que funcionan de manera equilibrada se caracterizan por su madurez emocional. Se establece entre dos personas que se sienten completas, porque no creen que les falte su mítica media naranja, sino que se sienten una  naranja completa. 


Este tipo de parejas maduras y equilibradas se caracterizan por  desear tener y disfrutar de pareja, pero ¡ojo!, no la necesitan. Estas personas comparten su plenitud, no necesitan  relacionarse para completar sus supuestos vacíos, ni para mitigar la necesidad de estar en compañía. 


De alguna manera, lo que está completo atrae a lo completo, y lo que está incompleto a lo incompleto. Los iguales se atraen. Es algo intuitivo. Cuando dos personas se encuentran y se reconocen completas en sí mismas y no necesitadas, las relaciones empiezan y fluyen con suavidad.

¿Cómo encontrar una persona completa en sí misma, no necesitada? 


Puede parecer extraño, pero la clave es reflejar las cualidades que buscamos en la pareja ideal. Es decir, si lo que quieres es tener a tu lado a una persona cariñosa, lo mejor será mostrarte cariñoso/a; si desea conocer a alguien educado, lo propio es mostrarte educado/a.

Seguro que conoces a personas que se quejan porque siempre llega a su vida un mismo estereotipo de persona, ya sea como pareja o  amistad. Una y otra vez sus relaciones parecen clonarse siguiendo un mismo patrón. Parece que no haya otra clase de persona disponible para ellas. 

No sirve de mucho buscar a alguien con tal o cual cualidad. En su lugar, sustitúyelo por ser tu mismo/a y proyectar en los demás todas esas facultades que esperas encontrar en los demás. Como los iguales se atraen, aparecerá alguien con esos atributos.

La regla es sencilla: 
Sé tú la persona  que quisieras tener a tu lado"
Si la pones en práctica,  tarde o temprano aparecerá y se fijará en ti.
"Espera" encontrar una relación, pero nunca "busques" una relación porque buscar, por definición, significa implícitamente carencia, ausencia o necesidad. No puede buscarse una relación, todo lo que puede hacerse es crearla.
  • Piensa de tí mismo/a que eres  alguien con quien vale la pena pasar el tiempo. Finalmente otro pensará lo mismo de tí” 
Si todavía no has encontrado el amor que esperas, ten presente  que:
La soledad no es buena ni es mala. Es lo que cada uno de nosotros/as decidimos hacer con ella. Es como un desierto, estos nunca están vacíos pero, como todos los desiertos, un día acaban y es cuando salimos de ellos cuando reconocemos su valor. 


Vivirla y llegar hasta el final de la soledad, supone agotarla como sistema de aprendizaje y cerrar la etapa. Tratar de suspenderla de forma artificial, solo pospone el proceso necesario de vivir la  soledad para más adelante...

Para finalizar esta reflexión, te invitamos a leer el maravilloso poema del astrofísico Jeff  Foster, el joven líder espiritual y movilizador de la nueva conciencia....
Namasté 




lunes, 27 de junio de 2016

Meditación: Sólo 20 minutos para limpiar la mente

A través de la meditación la mente se libera del estrés, se vuelve serena. La meditación supone para la mente un descanso profundo si tenemos en cuenta que veinte minutos de meditación profunda equivalen a unas  tres horas de sueño.






Las personas que meditan de manera habitual mejoran su salud, evitan la presión arterial alta y consiguen reducir todo lo causado por la ansiedad y el estrés del frenesí cotidiano. La mente se aclara y se desarrolla la intuición. Los posibles problemas o influencias negativas debido a la ubicación de los planetas se reducen y se alcanza la paz mental, la felicidad y muchos otros beneficios.

Para los que no tienen práctica o no tienen una técnica correcta, al principio puede ser aburrido meditar, pero esto no es así. Al meditar regularmente y avanzar paso a paso, la meditación te empieza a gustar y te produce un verdadero placer. La meditación es descansar en tu Ser, supone viajar dentro de ti y transformarte en  observador en lugar de ser parte de la escena. 

viaja al fondo de tu ser

El líder humanitario y embajador de la paz Sri Sri Ravi Shankar, recomienda meditar únicamente 20 minutos. No hay necesidad de meditar más tiempo, ya que es como tomar un baño, una vez bañado y purificado estás listo/a para todo el día. Sólo 20 minutos son necesarios para limpiar tu mente. Una vez que ya está serena, ya no hace falta volver a “lavarla” hasta el día siguiente.

Muchos creen que meditar es concentrarse y visualizar, pero no es correcto. La concentración no es meditación, sino desconcentración, significa dejar ir los pensamientos. La meditación calma la mente y es agradable. La concentración es el resultado de la meditación, ya que después de meditar hay mayor capacidad de foco, de retención, de absorción y uno siente la mente más ecuánime.

¿Qué es ecuanimidad? Es el equilibrio de los hemisferios cerebrales. El cerebro tiene dos hemisferios: el izquierdo que corresponde a la lógica, cálculo, matemática, intelecto, y el derecho, que se utiliza para otras habilidades como el arte, la música, el baile, la intuición. Ambos son necesarios para completarnos. Si sólo se desarrolla el derecho, el cerebro no funcionaría apropiadamente. Tampoco si sólo tenemos una mente matemática y lógica, ya que no habría sentimientos y perderíamos la afectividad  o los aspectos más sutiles de la vida. Fuimos dotados de la capacidad de utilizar ambos hemisferios y esto se mejora con la práctica de la meditación.





La meditación te otorga silencio mental y equilibrio. Normalmente hacemos silencio sólo durante el luto o el dolor, pero no lo perduramos en el  tiempo ni en ninguna etapa más de nuestra rutina diaria. Hay otro silencio diferente, interno y alegre. Cuando la mente se silencia, se experimenta  verdadera Paz  interior.

Muchos se preguntan cómo combinar esto con la ajetreada  vida cotidiana, que implica pagar facturas, trabajar duro y otras cosas mundanas que no parecen ir con la meditación. Pero el maestro Sri Sri dice que es al contrario, gracias a la meditación, podemos  hacer las actividades mundanas con serenidad. 
Tomamos un baño en la mañana para limpiar el cuerpo y después  hacemos vida normal durante el día. De la misma manera, podemos meditar y calmar nuestra mente y luego te ocuparnos del devenir diario con serenidad.

Si tiras una piedra en un charco, el charco salpica. Si tiras un árbol en un lago, el lago sólo hace ondas. Pero si tiramos toda la cordillera de los Andes en el Océano Pacífico, el océano ni se inmuta. Cuando te serenes como las aguas profundas, la circunstancia ni te inmutará. Esto es lo que nos da la meditación.


COMPARTE ESTE ARTÍCULO CON LA GENTE QUE AMAS

sábado, 25 de junio de 2016

La familia es un tesoro y una trampa mortal

Ser adulto significa, precisamente, ser responsable. Sólo nosotros podemos y debemos  cuidar de nosotros mismos. Sabemos que la huella de nuestros padres nos marcará hasta el último suspiro, pero justificar todos nuestros problemas en "aquello que hicieron con nosotros" nos condena a no superarlos nunca.



Muchos creemos que desafiar y saltarnos normas y costumbres, o imaginar una existencia separada, con decisiones autónomas, conllevará sanciones por desviarnos de lo socialmente establecido o de  aquello que nuestros padres planearon para nosotros.

Pero vale la pena hacer un corte y  decir basta. Crecer  y madurar es hacernos cargo de lo que  hacemos con lo que somos, sentimos y tenemos actuando en consecuencia, buscando un cambio hacia la superación y la mejora personal. 

Al exigir culpar o pedir explicaciones a nuestros padres de lo que nunca pudieron darnos, no nos estamos comportando como adultos sanos. 
Crecer es asumir que deseo y realidad muchas veces no van en consonancia. Y es entonces, cuando  hay que inventar o buscar, con flexibilidad psíquica y emocional, maneras de ser más felices cada día. 



Crecer también es perdonar, soltar, dejar ir, y hacerlo aún con sentido estratégico o egoísta  pensando en nuestro propio bienestar. A eso, le podemos sumar el plus de recompensa que supone hacer algo por los demás, ser compasivo y dar amor a los demás.

Dejar de esperar algunas cosas es sano. Aceptar las cosas como son no es resignarse a lo malo, o a lo que no creemos suficientemente bueno. Es ver qué hacemos con lo que hay. 

Asumir que ninguna relación es perfecta y que todos, incluso nosotros/as, cometemos errores, algo que nos permitirá evolucionar en nuestros vínculos, mejorarlos y  gestionar mejor nuestras  relaciones interpersonales.

Separarte de las normas de la familia no supone repudiarla, basta con tomar decisiones libres, con elegir un camino propio aún a costa de la desaprobación de quienes más queremos. Luchar por lo que realmente eres y sientes es sano y liberador. 


Ya es hora de que cortes el cordón umbilical y madures de una vez. Debes dejar de escuchar las  voces de tus padres dentro de tí. Elimina el programa y borra la grabación que insertaron en ti.
Una persona completa ya no depende de la aprobación de sus padres. Seguramente tus padres cometieron millones de errores. Igual fueron demasiado protectores. O tal vez estuvieron ausentes. Pasara lo que pasase, al madurar comprendes que no lo hicieron a propósito. Entiendes que no supieron hacerlo mejor.


No fue maldad, sino ignorancia. Tus padres nunca te hicieron daño emocional. El rencor que sientes no tiene tanto que ver con lo que te ha pasado en la vida, sino con tu forma subjetiva y distorsionada de interpretarlo. Detrás de tus padres se esconden dos seres humanos que en su día fueron niños. Y como tales, arrastran sus propias heridas.


Una vez que se entiende la influencia que ha ejercido en nosotros la vida de bisabuelos, abuelos, tíos o hermanos; o lazos especiales que algunos miembros de nuestro árbol genealógico establecieron entre sí; y cómo la imposición de ideas y tabúes familiares han obstaculizado la expansión de nuestro Yo esencial desde niños, seremos capaces de desarrollar un nivel de conciencia que nos ayudará a soltar.


«La familia es un tesoro y una trampa mortal»


A. Jodorowsky

«Pertenecemos a la familia como si ésta fuera un clan, porque todos tenemos necesidad de pertenecer a algo, si no, nos sentimos expulsados y camino de la muerte. Nos atamos a la familia por amor y por terror, entonces se trata de ver quién era la familia, cómo nos marcó y qué estamos repitiendo», explica Alejandro Jodorowsky. 

Crecer es aceptar que la familia es lo mejor que tenemos, pero que nuestros padres no son perfectos y que muy probablemente hicieron lo que creían mejor, también marcados por su historia.

Crecer es perdonar, aceptar y seguir adelante. No es fácil. Pero todos los días podemos intentarlo y avanzar paso a paso.
Terminamos con un excelente mensaje de S.S el Papa Francisco que transmite de manera magistral la reflexión de hoy:





"No existe familia perfecta. No tenemos padres perfectos, no somos perfectos, no contraemos matrimonio con una persona perfecta ni tenemos hijos perfectos. Nos quejamos de unos a otros. Las personas nos decepcionamos mutuamente. Por consiguiente, no existe un matrimonio saludable ni familia saludable sin el ejercicio del perdón. Perdonar es vital para nuestra salud emocional y supervivencia espiritual. Sin él,  la familia se convierte en un espacio tóxico de conflictos y de agresiones. Sin el perdón la familia se degrada. El perdón nos procura  la esterilización del alma, limpiar nuestra mente y liberar el corazón. Quien no perdona no tiene paz interior ni comunión con Dios. 
El dolor es un potente veneno que intoxica y mata. Guardar una herida en el corazón es un gesto de autodestrucción. Quien no perdona enferma física, emocional y espiritualmente. Es por ello que la familia tiene que ser un lugar de vida y de encuentro, nunca de muerte; espacio de sanación y no de enfermedad; etapa de perdón y no de culpa. El perdón trae alegría donde un dolor produjo desolación y tristeza; también curación, donde el dolor causó enfermedad. ( S.S. Papa Francisco)

miércoles, 22 de junio de 2016

Consejos para mejorar tu relación de pareja

Cualquier comentario que dirigimos a nuestra pareja, ya se sea positivo o negativo determinará el futuro de nuestra relación. Por muy intrascendente que nos  parezca en un primer momento, lo cierto es que las expresiones que  utilizamos pueden condicionar a largo plazo la relación. La importancia reside en la configuración de la imagen mental que hace el receptor sobre el emisor.

Generalmente el predominio de  mensajes positivos está asociado con las relaciones duraderas y matrimonios felices, mientras que si abundan los negativos, acabarán por generar un profundo desencuentro entre los miembros de la relación y obviamente en distanciamiento.
Los psicólogos especialistas en relación de pareja  consideran que la relación ideal para que una pareja siga felizmente casada es de cinco mensajes afectivos y cariñosos por cada reproche o crítica. Por debajo de una proporción de tres mensajes positivos por cada uno negativo las posibilidades de divorcio serán muy altas y a largo plazo acabarán por dinamitar la relación.
Parece una frivolidad reducir los sentimientos a una fórmula matemática, pero son estadísticas estudiadas y demostradas científicamente por especialistas en crecimiento personal.
A continuación os proponemos  cinco consejos para una relación de pareja sana y un amor duradero:
  1. Cuando pienses  algo bueno o positivos  sobre tu pareja, díselo en voz alta. No siempre expresamos con palabras lo que pensamos, principalmente cuando se trata de cuestiones positivas. Para mantener una buena relación es fundamental acostumbrarse a decir las cosas y a resaltar los aspectos que más nos gustan de las otras personas. Con el tiempo hay muchas cosas que se dan por sentadas, pero aun así siempre hay actitudes o acciones que si nos gustan debemos halagar. A nadie le desagrada que lo valoren ni se cansará nunca de escuchar cómo destacan alguna de sus cualidades.
  2. Reconocer y repetir las cuestiones que supuestamente se dan por sentadas. Aunque seas la persona más generosa y amable del mundo, es natural que con el tiempo te acostumbres tanto a los rasgos positivos de tu pareja que los acabarás pasando por alto o te olvidarás de reconocerlo. Haz una lista con los aspectos que más te gustan de tu pareja para que cuando actúe de esa manera se lo hagas saber. Que se nos reconozcan nuestras virtudes nos gusta a todos.
  3. Piensa  siempre que detrás de los gestos o actos de tu pareja no hay más que buena voluntad, independientemente de lo que diga o haga. En ocasiones se dice lo contrario de lo que se piensa y se sobreactúa con la pareja. Recordar que la pareja siempre se mueve por sus buenas intenciones es clave para relativizar ciertos descuidos o salidas de tono porque podrán sobrevalorarse. En los momentos difíciles y más conflictivos es fundamental ser conscientes de las buenas intenciones de la pareja para no herir demasiado los sentimientos. Obviamente, hay situaciones en que una pareja pueda cambiar su actitud repentinamente por algún trastorno de personalidad y tener intenciones verdaderamente maliciosas, pero estos casos son una minoría.
  4.  Se siempre  agradecido/a. Nunca debemos cansarnos de dar las gracias y reconocer con un beso o un abrazo los buenos gestos de tu pareja para reforzar los lazos de cariño. Además, al expresar efusivamente los agradecimientos se potenciarán más este tipo de gestos y se harán con más afabilidad.
  5. Antes de decir un comentario negativo pregúntate si es estrictamente necesario hacerlo. Las críticas constructivas pueden ser muy útiles y hasta mejorar la relación, siempre y cuando se cuiden mucho los comentarios, sean racionales y se mediten previamente para no hacerlos en caliente. Para ello es conveniente preguntarse cuál es la verdadera motivación para reprobar una actitud, si uno está enfadado por cuestiones ajenas a la pareja, si está cansado o resentido por algo en concreto, especialmente si la crítica se va a realizar en público. Esto solo aumentará los problemas y creará malas sensaciones, por lo que hay que pensarlo mucho antes de provocar un conflicto innecesario. Una buena relación no debe tirarse por la borda por una salida de tono que no hará más que desacreditar a uno mismo y provocar una peligrosa pérdida de confianza.

martes, 21 de junio de 2016

Cómo desterrar la rabia y el rencor

Perdonar, es sobre todo, desterrar el odio de tu corazón. El motivo más obvio para perdonar es liberarnos del sentimiento debilitador de la rabia y el rencor crónicos. Estas dos emociones son las que convierten el perdón en un desafío, a la vez que en una grata posibilidad para quien desee mayor paz.

La rabia y el rencor, como todos sabemos, son emociones muy fuertes que desgastan nuestra energía de muchas maneras. Cuando hayamos quitado las capas, probablemente descubriremos que esa rabia en realidad es un sentimiento superficial. No nos referimos a que sea algo trivial o falso, sino en el sentido de que hay muchos otros sentimientos y dinámicas por debajo de él.

Cuando nos perdemos en la rabia nos volvemos sordos a nuestros sentimientos más profundos. Hemos aprendido a escuchar sólo aquellos que saben gritar más fuerte.





¿COMO DESTERRAR LA RABIA Y EL RENCOR?

Vamos a explicarlo con un ejemplo práctico:

El dueño de una empresa gritó al administrador, porque estaba enojado en ese momento. El administrador llegó a su casa y gritó a su esposa, acusándola de gastar demasiado, al verla con un vestido nuevo. La esposa gritó a la empleado doméstica porque rompió un plato. La empleada dio un puntapié al perro porque la hizo tropezar. El perro salió corriendo y mordió a una señora que pasaba por la vereda, porque obstaculizaba su salida por la puerta. Esa señora fue al hospital a vacunarse contra la rabia y gritó al joven médico porque le dolió cuando le aplicó la vacuna. El joven médico llegó a su casa y gritó a su madre, porque la comida no era de su agrado. La madre le acarició los cabellos diciéndole:

- Hijo, mañana haré tu comida favorita...trabajas mucho. Estás cansado y necesitas de una buena noche de sueño. Voy a cambiar las sábanas de tu cama por otras bien limpias y perfumadas para que descanses con tranquilidad. Mañana te sentirás mejor. Luego lo bendijo y abandonó la habitación, dejándolo sólo con sus pensamientos…

En ese momento, esa madre con su actitud interrumpió el círculo del enojo, porque chocó con la Tolerancia, con el Respeto, con el Perdón y con el Amor.


Hagamos una pausa de unos pocos minutos y pensemos en alguna ocasión en que te hayas enfadado. ¿Cómo te sentías? O, si en estos momentos la cólera te invade, toma conciencia de cómo te sientes… Ahora, respira hondo y adéntrate en tus sentimientos. ¿Qué ves bajo tu rabia? ¿Ves miedo? ¿Tristeza? ¿Inseguridad? ¿Desamparo? ¿Impotencia? ¿Sientes que te han herido o abandonado? ¿Tienes una sensación de desilusión ante expectativas no satisfechas o sueños no realizados? Mira aún más profundamente. Bajo ese miedo, esa frustración y/o tristeza, ¿hay un ruego a alguien de que te preste atención, de que te escuche? ¿Hay una petición, consciente o inconsciente, de respeto, reconocimiento, interés o amor?

Debemos aprender a escuchar y observar nuestros sentimientos y emociones. Cualquier manifestación de rabia como: insensibilidad, irritabilidad, agresividad, comportamiento estúpido, etc., identifícalos como un grito que pide reconocimiento, respeto, ayuda y amor.


CONSEJOS PARA SANAR EL RESENTIMIENTO Y LA RABIA HACIA LOS DEMÁS:

  • Guardarse de la continua sospecha

  • Limpiar el corazón para ver bien

  • No querer ver segundas intenciones en todo lo que hacen o dicen los demás

  • No hurgar en heridas antiguas, resucitando viejos recuerdos

  • Ser leal y hacer una crítica sana 

  • Buscar siempre el diálogo y el entendimiento con la persona



Cuando alguien nos hace algún mal, inmediatamente lo etiquetamos como una persona que acostumbra hacer ese tipo de cosas. Lo archivamos en nuestra mente con esa etiqueta y cerramos el cajón. Convertimos al otro en nuestro prisionero. No le concedemos la posibilidad de cambiar. Pero las personas cambian. Se arrepienten, Se transforman. Pueden un día ser distintas y lograrlo. Perdonar a alguien es otorgar la confianza que el otro necesita para superarse, para empezar a ser la otra persona que querría ser. Tu perdón permite que las buenas intenciones de los demás fructifiquen.



El perdón no se da en un abrir y cerrar de ojos, sobre todo si uno ha permanecido atorado en el rencor demasiado tiempo. Perdonar es un camino, un proceso que nos pide cambiar constantemente. Como proceso hay distintas etapas que se recorren. Cuando ha habido una herida muy honda, por ejemplo, un abuso sexual o un divorcio, las personas suelen atravesar fases como la de la negación, el dolor, la rabia, la aceptación el perdón y el aprendizaje. Es importante no saltar etapas sino recorrer una por una a su tiempo.

Recuerda que perdonar es un arte del espíritu que conlleva sobre todo desterrar en nosotros el rencor y la rabia… Lo que importa no es lo que nos pasa sino lo que sentimos respecto a lo que nos pasa…
Si has leído esta entrada que hoy hemos publicado, si te atreves a mirar adentro de ti con amor, a observar tus emociones y sentimientos más profundos con valentía y reflexión, entonces… ¡Felicítate!… tienes motivos para estar orgulloso/a de ti…

Estás abriendo tu corazón, estás dando el primer paso para tu liberación y creciendo en humanidad… Para terminar te invitamos a realizar este tratamiento de perdón y liberación:





COMPARTE ESTE ARTÍCULO CON LA GENTE QUE AMAS

Publicado por: Luz Plena, Educadora Social

SÍGUENOS EN FACEBOOK