viernes, 16 de julio de 2021

Psicotest: ¿Quién llama a la puerta?

La puerta representa un límite simbólico. Un estado de transición entre nuestro mundo interno y nuestra realidad externa. En ambos compartimentos se puede encontrar un lugar de escape, de seguridad, de evolución,  pero también de amenaza, tensión y presión.

Es cruzando una puerta que exploramos el mundo. El acto de cruzar un umbral tiene el significado de reencuentro, fusión y descubrimiento de un mundo nuevo, algo externo.

La puerta también es un símbolo poderoso en el trabajo analítico de los sueños . Soñar con una puerta abierta es un indicio de una evolución interior. 


Soñar con una puerta cerrada es un indicio de las presiones emocionales sufridas, si la puerta está sin cerradura refleja un sentimiento de agobio, el soñador se siente aplastado por obligaciones, compromisos o sus propias imposiciones morales.


Dar un portazo, en sentido literario, es una señal inequívoca de que la situación nos ha abrumado, no hemos podido afrontar la escalada emocional que nos ha llevado a un secuestro emocional. Una situación en la que las emociones y en particular la ira y la frustración se han apoderado de nosotros, comprometiendo nuestra capacidad de pensar racionalmente.

Dar un portazo expresa la incapacidad de afrontar situaciones de alto impacto emocional de forma más madura , pone de manifiesto una escasa capacidad de afrontamiento y regulación de las emociones. Quienes cierran la puerta y se van no cuentan con los recursos psicológicos para afrontar circunstancias adversas de forma madura y asertiva.

Pero... ¡¡vamos con el Test!!: Estás en casa, relajado en el sofá, sin esperar visitas. Llaman a la puerta pillándote completamente desprevenido. Es una visita inesperada, ¿ quién crees que es?


¡Advertencia! Debe ser una respuesta instintiva, sin pensar. Mire la puerta y lee los nombres de la lista inferior. Entre todos ellos, ¿quién crees que llamó a tu puerta?

¡OJO!: cuando decimos "¿quién crees que es?" no nos referimos a  "¿quién quieres que sea?" 


  1. El cartero
  2. Un pariente

  3. Un amigo

  4. Una persona que se ha equivocado

  5. Un vendedor

  6. Una visita no deseada

Como siempre, les recuerdo que las pruebas psicológicas del psicoasesor explotan el  simbolismo psicoanalítico  pero que no representan, en modo alguno, una consulta profesional.


1. El cartero

El cartero es portador de noticias, señala lo inesperado, lo desconocido. De hecho, incluso después de abrir la puerta, todavía no sabrá qué hay en su "mensaje". Si tu elección recae en el cartero, eres una persona muy flexible, que no le teme a lo inesperado y que se adapta a cada situación.

Eres muy polivalente y sobre todo asumes tus responsabilidades sin culpar a los demás. Eres un soñador: ¿qué habrá en la carta del cartero? Tu mente soñadora te llevará a fantasear incluso antes de tomar la carta de la mano. El cartero que llama a la puerta y la acción de abrirla indica una apertura al cambio, novedad y renovación. Quieres un soplo de aire fresco en tu vida.


2. Un pariente

Un pariente es una figura definida de manera abstracta, puede ser tanto un padre como un abuelo. Personas que han sido parte de nuestro desarrollo emocional y que son, de alguna manera, una extensión de nuestro yo. Aquellos que han pensado instintivamente en un familiar están pasando por un período de especial vulnerabilidad y tienen una necesidad oculta de protección. El familiar representa el "vínculo" el que pudo (o pudo haber) tranquilizado, ¡lo que necesitas ahora es tranquilidad!

Esta elección también denota la necesidad de dejar atrás el pasado: perdonar un mal sufrido, cesar todos los rencores y confinar el dolor al pasado. Una visita inesperada de un familiar simboliza conflictos no resueltos y un fuerte deseo de resolución.


3. Un amigo

El amigo representa la apertura al mundo. Si bien los lazos parentales son primordiales, la amistad representa una evolución emocional, una cierta emancipación lograda con la madurez. Eres una persona jovial, muy abierta al mundo y sociable. Los amigos saben que pueden contar contigo, incluso si te describen como de " temperamento" .

Es una persona que está disponible y que ama profundamente su independencia, no puede soportar las limitaciones y no acepta compromisos. Eres franco, prefieres decir lo que piensas y eso no siempre te hace alimentar las simpatías de los demás. Estás muy proyectado hacia la comparación pero no siempre estás dispuesto a cuestionarte y siempre quieres afirmar tus razones.


4. Una persona que se ha equivocado al llamar a tu puerta

¿Están llamando a tu puerta? "¡Debe haber algún error! ¡No me buscan! ".
Para no tener una  intromisión  en tu intimidad, tu instinto te lleva a creer que podría ser un error. Como os explicamos en la introducción, la puerta representa la fusión entre el mundo interno y externo. Al señalar un error, resaltas tu aptitud para el cierre: eres introvertido, solitario y no te gusta compartir tus cosas con los demás.

Quizás esta elección esté dictada por tu desconfianza, tu experiencia te lleve a no confiar en la gente y a labrar tu propio espacio circunscrito muy personal. Sin embargo, esta elección te impide abrirte al mundo que podría llevarte a una evolución inesperada, ¡pero no te gustan tanto las cosas inesperadas! Odias lo inesperado y te gusta lidiar solo con lo que ya conoces.


5. Un vendedor

El vendedor suele ser una persona molesta, que llega en cualquier momento y quiere imponer su presencia para atender las compras más dispares. A nivel simbólico, el vendedor evoca la intrusión, el control, la ruptura de fronteras ya delineadas con dificultad.

En tu vida hay una persona que limita tu autonomía y que te hace sentir, hasta cierto punto, controlado, no libre para hacer lo que realmente sientes. Ha aprendido a actuar por miedo a decepcionar a los demás, por lo que tiene dificultades para tomar decisiones por su cuenta. Eres la persona clásica a la que le encanta cambiar, te gusta acumular objetos (el último smartphone de moda o ese par de zapatos tan querido) y te gusta cuidar las apariencias.

Hay una parte de ti que siente la necesidad de emerger. Tu mente es como un contenedor de elementos que aún no han sido desenterrados y quieres hacerlo. Sientes la necesidad de liberarte de cualquier limitación y finalmente encontrar tu total y completa autonomía.


6. Una visita no deseada

Llaman a tu puerta y piensas que es una visita no deseada, ¡sin importar quién, cómo y cuándo! Eres una persona que inmediatamente se proyecta a sí misma para lo peor. Esto dice mucho de tu experiencia personal en la que has recogido una serie de malas experiencias que te han llevado a un sutil cinismo y pesimismo.

Tu elección denota un carácter ansioso, con miedo a tener que lidiar con situaciones nuevas que podrían arruinar tus patrones. Todo esto subraya una rigidez mental y un miedo fuerte: ¡no estás cerrado al mundo, sino que estás asustado por el mundo!

Si crees que tu visita no deseada es portadora de malas noticias, se señala una personalidad hipocondríaca, que teme a las enfermedades y a la muerte de sí mismo y de sus seres queridos. Por el contrario, si no enfocas tu atención en quién podría ser, simplemente pensando que quien sea es una persona no deseada, señalas una personalidad extremadamente insegura, que teme cualquier intrusión porque más que estar enfocado en el invitado, está concentrada en sí misma y en el miedo a ser inadecuada.

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Nuestras pruebas psicológicas se realizan utilizando simbolismo y teorías psicoanalíticas, sin embargo es bueno aclarar que  solo tienen un propósito lúdico  y no pueden reemplazar ningún análisis psicológico del tema. Estas valoraciones, aunque sean elaboradas según criterios estadísticos y subrayando teorías psicoanalíticas,  sólo tienen el carácter de curiosidad y entretenimiento.

jueves, 8 de julio de 2021

Cómo combatir estados de preocupación y ansiedad

 


La sociedad moderna, la vida que vivimos hoy y todos sus aspectos, para bien o para mal, nos afectan: el estrés y el ritmo frenético suelen ser motivo de preocupación y ansiedad. Algunas personas muestran dificultades para lograr y mantener la serenidad debido a la inquietud, la agitación y una rumia involuntaria a lo largo del tiempo.

Esta inquietud puede ser causada por el estilo de vida, por un evento desencadenante específico, una tensión, por una predisposición cultural o hereditaria. Las preocupaciones impregnan la mente de estas personas hasta tal punto que comprometen su existencia , hasta el punto de degenerar en formas de trastornos de ansiedad, pero existen soluciones para intentar recuperar la serenidad.

Cómo distinguir la preocupación del trastorno de ansiedad

Aunque a menudo, en el lenguaje corriente, ansiedad y preocupación adquieren el mismo significado, en realidad no son sinónimos. Los dos términos identifican dos condiciones muy distintas : reconocerlas y clasificarlas de la manera correcta es fundamental para entender cómo identificar las terapias adecuadas, qué tratamiento es más efectivo para vencerlas.

La diferencia más importante entre ansiedad y preocupaciones es que las preocupaciones actúan provocando problemas a un nivel puramente mental, en los pensamientos; por el contrario, las ansiedades también se manifiestan fuertemente en el plano físico.

Se puede decir que las preocupaciones actúan de forma más racional que la ansiedad: las preocupaciones se centran en un elemento específico, mientras que la ansiedad es más generalizada y no solo afecta a un solo pensamiento en particular, aunque pueda haber un factor desencadenante específico.

Además, la preocupación, cuando ocurre, también trae consigo el estímulo para buscar una solución a la situación que la provocó, mientras que la ansiedad actúa en sentido contrario.

Quienes padecen el síndrome de ansiedad se ven catapultados a un torbellino de negatividad, inquietud, agitación, tensión, miedos y problemas que quedan sin resolver; de hecho, a menudo surgen otras preguntas en respuesta, otros miedos que no hacen más que alimentar lo que fácilmente puede convertirse en un túnel sin fin.
Se puede encontrar un remedio para la preocupación con bastante facilidad, es una condición que se puede solucionar en poco tiempo. Por el contrario, la ansiedad debe considerarse en todos los aspectos como una patología mental , un síndrome que se puede detener con tratamientos y terapias específicas.

Sin embargo, su curso también puede ser muy largo y, mientras tanto,  sufrir un trastorno de ansiedad puede tener fuertes repercusiones en la vida de la persona , influyendo en su desempeño psicofísico. Quienes la padecen pueden experimentar problemas de aprendizaje, memorización, atención pero también de las funciones motoras del propio cuerpo.

Las consecuencias de la ansiedad pueden tener implicaciones inesperadas y afectar la vida diaria de más formas de las que uno podría pensar, por ejemplo: un estudio de 2011 mostró cómo la ansiedad inhibe las habilidades de negociación, una habilidad muy importante en ciertos campos profesionales.
Para ello, es importante acometer tratamiento con un terapeuta especializado lo antes posible. Un curso de psicoterapia cognitivo-conductual suele ser útil.

¿Qué es el trastorno de ansiedad generalizada?

Puede suceder que una persona sometida a este tipo de trastorno mental caiga en un estado de preocupación continua por los motivos más dispares: preocupaciones e inquietudes que resultan injustificadamente sobredimensionadas, tanto en intensidad como en duración. Cuando surge tal situación, existe la posibilidad real de enfrentarse a un caso de Trastorno de Ansiedad Generalizada .

Se llama generalizado precisamente porque no se refiere a una situación concreta: todo lo que rodea a la persona que la padece puede percibirse como fuente de problemas. Es una condición que, a diferencia de una única preocupación, actúa en un espectro tan amplio que aparentemente es imposible que quienes la padecen la contraigan.

Síntomas del trastorno de ansiedad generalizada

Las personas con  trastorno de ansiedad generalizada  experimentan varios síntomas:

  • fatiga;

  • irritabilidad;

  • dificultad para mantener la concentración;

  • deterioro de la memoria;

  • trastornos del sueño;

  • tensión muscular prolongada;

  • dolores musculares generalizados;

  • temblores

  • fuerte sensación de fatiga enfocada en las piernas.

Por lo general, sufrir un trastorno de ansiedad generalizada provoca  preocupaciones constantes a lo largo del día , sobre cualquier aspecto de la vida: el trabajo, el dinero, las relaciones con la familia. Son pensamientos que en realidad no conducen de ninguna manera a encontrar soluciones a aquellos que en realidad son problemas y para los que la persona ya no se siente libre.

En la persona todo esto provoca entonces temores por las preocupaciones que pudieran surgir , dando vida a un círculo vicioso que no puede hacer más que aumentar la intensidad del trastorno y en consecuencia los síntomas físicos y los dolores que se derivan de él. El estudio de casos de trastorno de ansiedad generalizada ha demostrado que las personas que lo padecen suelen adoptar determinadas conductas recurrentes que, de ser reconocidas, pueden conducir fácilmente al diagnóstico del problema y por tanto al tratamiento con los tratamientos y terapias adecuados.

Estos comportamientos son:

  • busque continuamente la tranquilidad de las personas que rodean el tema y de ellos mismos. En realidad, es una actitud improductiva, las garantías recibidas no serán suficientes para disipar definitivamente los miedos y preocupaciones.

  • Intente de todas las formas posibles sofocar la preocupación. Es un comportamiento altamente contraproducente porque la persona tendrá sus pensamientos enfocados en las preocupaciones mismas.

  • Buscando la perfección en todo lo que haces, impulsado por la inseguridad y el miedo a no triunfar, por la preocupación de no poder alcanzar la meta marcada o asignada.

  • Intentar por todos los medios escapar de las situaciones en las que se originan los miedos y las inquietudes: un arma de doble filo, que a su vez puede generar preocupación por las consecuencias que la propia ausencia pueda haber causado.

  • Intente a toda costa posponer el evento que desencadena la preocupación, por ejemplo, porque no se siente a la altura de la tarea.

Técnicas para superar preocupaciones

Por lo general, las preocupaciones giran en torno a lo que cree que podría suceder en el futuro. Para frenar la llegada continua de este tipo de pensamientos es necesario intentar centrar la atención en el presente . Al tener éxito en esta tarea, también puede alcanzar un mayor nivel de conciencia sobre sus emociones.



Es obvio que no es posible lograr este resultado en dos pies, no es fácil, es necesario emprender un cierto camino de apoyo. Es muy útil recurrir a prácticas para incrementar la capacidad de controlar la respiración por ejemplo.
Las técnicas de relajación como el entrenamiento autógeno también son muy útiles. Además, el uso de la meditación mindfulness ayudará a centrar la atención en el presente, haciéndote salir gradualmente del círculo vicioso desencadenado por las preocupaciones.

Terapias para combatir la ansiedad

Una vez reconocido el trastorno de ansiedad generalizada en el paciente, el médico suele sugerir dos vías terapéuticas en paralelo, una farmacológica y otra psicológica, fundamentales para tratar los síntomas de ansiedad, que pueden variar en función de la gravedad del trastorno. A menudo no es posible ignorar la ingesta de fármacos, que pueden ofrecer una contribución fundamental a la acción eficaz de otras terapias.

A nivel psicoterapéutico es muy útil para afrontar un camino de terapia cognitivo conductual . Es una terapia que reconoce el origen del trastorno de ansiedad en algunos procesos mentales y creencias erróneas del paciente. La terapia de punta para modificar aquellos que la teoría de referencia define los pensamientos negativos, las emociones disfuncionales y la conducta desadaptativa del paciente relacionada con el problema, con el objetivo de facilitar la reducción y eliminación del síntoma o trastorno psicológico.


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lunes, 5 de julio de 2021

Las energías de los demás, nos afectan a nivel emocional

Las personas intuimos y absorbemos la energía de otras personas. Esto explica porqué a veces nos podemos sentir  incómodos cuando estamos con ciertos grupos de personas.

Un estudio realizado por la Universidad de Bielefeld demostró que los seres humanos estamos influenciados por las vibras del entorno. Las flores necesitan agua y luz para crecer y las personas no somos diferentes.

Nuestro cuerpo es como una esponja, que absorbe parte de lo que gravita en el ambiente. Nuestro organismo también aprovecha la vibra que desprenden otros organismos para alimentar estados emocionales.




Todos tenemos una persona en nuestro entorno que es capaz de chuparnos toda nuestra energía y dejarnos por los suelos. También tenemos a la contraria una persona cuya presencia simplemente nos inspira.


¿Qué es esta energía?

La energía es la capacidad que posee un cuerpo para realizar un trabajo. Todos los cuerpos pueden acumular vibras y producir cambios sobre sí mismos o sobre otros elementos. De hecho, cuando realizamos cualquier actividad lo que estamos haciendo en el fondo es un trasvase de energía.

Todos los seres vivos necesitamos distintos tipos de energías para desarrollar nuestras actividades obteniéndolas a través de la alimentación. También las podemos obtener de la naturaleza, concretamente en el viento, el agua, el calor, la luz, etc.

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Sin lugar a dudas, la energía es esencial para nuestras vidas, la ausencia de ella dificulta muchas de las actividades cotidianas, como trasladarse, cuidarse, trabajar o hacer deporte.

Parece que los humanos también podemos absorber la energía que emana de los animales y de la naturaleza. Esa es la razón por la cual estar en contacto con la naturaleza es estimulante y energizante para tanta gente.




Por su parte, la Zooterapia o terapia asistida con animales tiene como misión aprovechar a los animales para mejorar las condiciones de los pacientes.

Cuando el estado energético personal está bajo todo se hace más cuesta arriba y las dificultades se multiplican. Es necesario preguntarnos qué acciones, sucesos o personas nos aportan un estado energético positivo.

Las acciones y personas que nos aportan buena energía nos ayudan a recorrer el camino de manera más proactiva. Para aumentar nuestro estado energético, además de rodearnos de personas positivas, hay que trabajar a nivel interno.

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