jueves, 3 de agosto de 2023
Louise Hay: El Universo ama la gratitud
domingo, 16 de julio de 2023
Un Acuerdo de Almas
Si quieres leer más sobre el tema: Entre almas no existen coincidencias
martes, 15 de marzo de 2022
Test: ¿Encontraste a tu alma gemela?
💖 Test: ¿Encontraste a tu alma gemela?
Quienes creen en el amor lo saben: encontrar un alma gemela es uno de los mayores deseos de la vida. Aunque el cine y la literatura lo idealizan, muchas parejas que han vivido esta experiencia afirman que existe y es algo extraordinario. Este test está diseñado para ayudarte a reflexionar sobre tu relación y descubrir si la persona a tu lado podría ser, en efecto, tu verdadera alma gemela. Responde sinceramente y obtendrás tu resultado al final. 💫
viernes, 22 de octubre de 2021
Fortalece tu sistema inmunitario habitando tu cuerpo
El gran fortalecimiento del sistema inmunológico ocurre cuando habitas tu cuerpo. Cuanta más conciencia traes al cuerpo, más fuerte se vuelve el sistema inmunológico. Es como si cada célula despertara y se alegrara ante tu atención. Al cuerpo le encanta que estés presente. Esto supone una potente forma de auto curación.
La mayoría de las enfermedades invaden nuestro organismo cuando no estamos presentes en nuestros cuerpos.
Si el dueño no está presente en la casa, todo tipo de personajes sombríos se alojarán en ella. Cuando habitas tu cuerpo, será difícil que los huéspedes indeseados entren.
De esta manera, no sólo tu sistema inmunológico físico se fortalece; tu sistema inmunológico psíquico también se refuerza enormemente.
Este último te protege a tí de los campos negativos mentales y emocionales de los demás, que son muy contagiosos.
Habitando tu cuerpo te proteges, no por medio de un escudo, sino elevando la frecuencia vibratoria de todo tu campo de energía, de modo que todo lo que vibra a una frecuencia más baja como el miedo, la ira, la depresión, etcétera, existe ahora en un nivel de realidad virtualmente diferente.
Te propongo que no aceptes o rechaces lo que estoy diciendo porque sí, mejor, ponlo a prueba.
Hay una meditación de autocuración muy sencilla pero efectiva, que puedes hacer siempre que necesites elevar tu sistema inmunológico.
Es particularmente efectiva si la usas cuando sientas los primeros síntomas de una enfermedad, pero también funciona con enfermedades que ya están arraigadas si la practica frecuentemente con una concentración intensa.
También contrarrestará cualquier perturbación de tu campo de energía por alguna forma de negatividad.
Sin embargo, no es un sustituto de la práctica diaria de estar en el cuerpo; de lo contrario, sus efectos serán sólo temporales.
Esta es la meditación:
- Cuando no estés ocupado/a durante algunos minutos y especialmente por la noche antes de quedarte dormido/a y por la mañana antes de levantarte, “inunda” tu cuerpo con Conciencia.
- Cierra los ojos.
- Acuéstete sobre tu espalda.
- Toma conciencia de diferentes partes del cuerpo para enfocar su atención, brevemente al comienzo: las manos, los pies, los brazos, las piernas, el abdomen, el pecho, etc. Siente la energía vital en esas partes tan intensamente como puedas.
- Permanece con cada parte quince segundos más o menos.
- Después, deja que tu atención corra por el cuerpo como una ola unas cuantas veces, desde los pies a la cabeza y en sentido contrario de nuevo.
- Esto no requiere más de un minuto.
- Luego, siente el cuerpo interior en su totalidad, como un único campo de energía.
- Mantén esa sensación durante unos minutos.
- Debes estar intensamente presente durante ese tiempo, presente en cada célula de tu cuerpo.
- No te preocupes si la mente logra ocasionalmente arrastrar tu atención fuera del cuerpo y te pierdes en algún pensamiento.
- En cuanto notes que ha ocurrido esto, simplemente vuelva tu atención al cuerpo interior.
jueves, 26 de agosto de 2021
Eckhart Tolle: "Vivimos atrapados entre el pasado y el futuro”
Eckhart Tolle nació en Alemania en 1948, pero vive actualmente en Canadá. Residió con su padre en España desde los 13 hasta los 20 años, cuando se trasladó a Inglaterra. Estudió en las Universidades de Londres y Cambridge. Cuando tenía 29 años tuvo un despertar espiritual que le llevó a iniciar su labor como consejero y maestro.
La esencia del pensamiento de Tolle es clara: debemos concentrarnos en el presente, en lo que estamos realizando en este momento. Eso hará que nuestros pensamientos no gobiernen nuestra vida y que todo fluya con suavidad.
La forma de realizarlo es tomando consciencia de nuestro cuerpo, de nuestras sensaciones y de todo lo que nos pueda «anclar» a la realidad que estamos viviendo AHORA. A partir de ahí podremos observar nuestros pensamientos «desde fuera», es decir, sin identificarnos con ellos.
A continuación transcribimos una entrevista que Tolle concedió al Diario Vanguardía y donde desarrolla claramente este pensamiento:
La mente humana tiene un elemento muy grande de disfunción, casi de locura, basta ver la historia del siglo XX. Pero creo que estamos ante un cambio de conciencia.
¿Por qué?
Recibo a diario cientos de cartas y correos de gente de todo el mundo que está experimentando esa transformación. Cuando se alcance un número crítico, veremos un cambio global.
¿Y en qué consiste ese cambio individual que será global?
En tomar conciencia de que dentro de la mente hay una voz que constantemente habla: es el diálogo interior.
Ruido…
Dicen los psicólogos que el 98% de los pensamientos cotidianos son repeticiones de pensamientos antiguos. La mayoría de la gente se ha identificado con esa voz, cree que ella es la voz.
¿Y qué somos?
El sentido de lo que soy, del yo, deriva de los pensamientos, de esa voz que me cuenta mi historia personal y las cosas con las que me identifico. Pero más allá de este yo superficial hay un yo más profundo con el que hemos perdido el contacto.
¿No somos un conjunto de vivencias y sentimientos?
Nos identificamos con el pasado y nos proyectamos en el futuro. Nuestra mente busca la realización en el momento próximo: dentro de una hora, un mes o cinco años. Vivimos tratando de llegar al momento siguiente, y eso se ha convertido en un patrón mental que nos hace vivir en un estado perpetuo de insatisfacción, porque no realizamos lo más importante que hay en la vida, que es el momento presente.
¿Cómo cambiar ese patrón mental?
El primer paso es tomar conciencia de que hay una voz en mi mente que es en realidad un antiguo pensamiento que se repite. El segundo paso es hacerse más consciente de nuestra relación con el momento presente; es decir, preguntarse muchas veces al día cuál es mi relación con el momento presente: ¿trato ese momento como si fuera mi amigo o mi enemigo?
Entiendo.
O estamos en una situación de oposición al momento presente (no me gusta donde estoy, esto no debería pasar, no me gusta lo que haces…), o simplemente lo utilizamos para llegar al momento próximo en el que me gustaría estar. Así la vida se pierde.
¿Qué hacemos?
Siendo consciente, tengo el poder de elegir transformar el presente en un amigo. La vida y el momento presente son lo mismo, no aceptarlo es estar contra la vida.
Pero hay trabajos que terminar, proyectos…
No estoy hablando de tiempo de reloj sino de tiempo psicológico. La mente es una herramienta útil: tengo ese proyecto y le dedico un tiempo de reloj con presencia. La disfunción es proyectarse mentalmente en el futuro, pensar que quieres acabar mientras estás en ello, eso es el estrés. Le daré algunos consejos: empiece por sentir la vida dentro de su cuerpo.
¿Cómo?
Cierre los ojos y pregúntese cómo puede saber si su mano todavía está ahí; entonces la atención va de la cabeza –donde normalmente reside– a la mano: sentirá una cierta vitalidad en ella. Esa energía, ese calor, puede sentirlo en el resto del cuerpo. Sentir el cuerpo puede ser un ancla para el momento presente. Basta un minuto, pero hay que hacerlo varias veces al día.
¿Sentir la vida más allá de los pensamientos?
Exacto, cada vez que lo haces estás presente. Otro consejo es tomar consciencia de las percepciones sensoriales. Si quieres entrar en el momento presente, ancle parte de la percepción en el cuerpo y el resto en percibir lo que le rodea. La compulsión de nombrar lo que vemos y enjuiciar desaparece…
En el hacer nos perdemos.
Porque el ruido mental nos controla. Otra práctica es hacer las cosas cotidianas con consciencia, cosas que hasta ahora eran un medio para llegar a un fin. Sienta el agua fría cuando se lava las manos.
No pensar, percibir...
Así es, introducir poco a poco presencia en la vida, darle calidad. El momento presente no es lo que sucede sino tu consciencia. Debemos introducir esa dimensión en nuestra vida y durante un tiempo la vieja consciencia vendrá y nos perderemos en ella, pero volveremos a despertarnos.
¿Y las emociones?
Son una reacción del cuerpo a los pensamientos. Si la mente me dice que una situación es mala o desagradable, el cuerpo lo acepta como realidad y tengo emociones negativas. Transformamos casi toda nuestra vida en algo problemático.
El sufrimiento se acumula…
Los pensamientos crean emociones, emociones que a su vez refuerzan viejos dolores emocionales. Pero si estás presente, el cuerpo dolor, como yo lo llamo, no puede utilizar tus pensamientos. Sabes que sientes frustración o rabia, pero no te identificas con ello.
¿Cómo romper la distancia con los otros?
Por medio de los pensamientos yo me interpreto a mí mismo, me nombro mi vida como buena o mala, defino mi existencias por medio de palabras. Yo me lo hago a mí mismo y lo hago con las otras personas, ésa es la separación que cada persona siente: la pantalla mental que surge cuando lo único que sientes son tus pensamientos.
jueves, 20 de mayo de 2021
Las 4 leyes de la espiritualidad para afrontar la vida
Buscamos constantemente una lógica que explique eventos y personas que hemos conocido en nuestra vida. Corremos tras un "por qué", nos vestimos de "víctimas", de "verdugos". Nos preguntamos por qué no hemos podido hacerlo mejor o no. Obsesionado con el control, con la razón, con obtener una explicación que nos proteja del sufrimiento futuro.
Para detener este giro vertiginoso en el que corremos el riesgo de caer junto con nuestros pacientes, algunos principios simples pueden ayudarnos. Se les conoce como las Cuatro Leyes Espirituales y se transmiten como parte de la cultura milenaria de la India. Estas leyes son enseñanzas importantes para todos y nos ofrecen un valioso material de reflexión:
1ª LEY: "La persona que entra en tu vida es la persona adecuada para ti"
La primera ley nos enseña que no nos encontramos con nadie por casualidad. Toda persona que pasa por nuestra vida lo hace para enseñarnos algo (para bien o para mal) y para favorecer nuestra evolución.
Si me encuentro con una persona a lo largo de mi camino es porque he elegido recorrer ese camino. Lo hice porque me gustaba, porque lo creí cuando lo empecé, porque me llevaría a donde quería ir o porque los acontecimientos me obligaron.
Por eso conoceré a personas que tengan que ver con mi elección. Pueden ayudarme o entorpecerme, pero de cada uno de ellos puedo aprender una lección (ya sea positiva o negativa).
2ª LEY: "Lo que pasa es lo único que pudo haber pasado"
La segunda ley nos muestra cómo nada de lo que sucede, o ha sucedido, podría haber sucedido de manera diferente. Todo lo que nos sucede tiene un significado y un propósito definitivos para nosotros.
Todo sucede por una razón y eso es perfectamente correcto. No tiene sentido reflexionar sobre por qué algunas decisiones han sido más sensatas que otras o si algunas nos han desviado del rumbo. He experimentado lo que me hace y lo que no. Me he dado cuenta de dónde puedo y quiero ir y es en esa dirección que se concentran los pensamientos y las energías.
3ª LEY: "Siempre que algo comienza, ese es el momento adecuado"
La tercera ley explica cómo todo llega en el momento perfecto, ni antes ni después. Cuando estemos listos para dar la bienvenida a algo nuevo en nuestra vida, entonces comenzará.
Muchas veces anhelamos un cambio, un punto de inflexión que nos devuelva el bienestar y la serenidad. Si, por el contrario, estamos bien, nos gustaría detener el mundo y continuar lo que estamos viviendo indefinidamente. Ninguna actitud es factible.
No es posible volver a estar bien, por arte de magia, si no hemos aprendido lo que nos hizo sentir mal y no hemos atesorado la experiencia y por otro lado, no tiene sentido oponerse a cosas nuevas y cambios por miedo a perdiendo eso. que hemos construido. Si se produce un nuevo comienzo es porque hemos actuado para que suceda.
4ª LEY: "Cuando algo llega a su fin, termina"
La cuarta ley nos recuerda que debemos respetar las cosas que terminan. Lo terminado hay que dejarlo y proceder enriquecidos por la experiencia y la enseñanza adquirida.
Debemos aprender a respetar los ciclos. Cada experiencia tiene un principio y un final. En cada historia y en cada relación hay muchos nuevos comienzos y muchos finales. Es un enriquecimiento para nosotros y para nuestro camino, aunque sea la norma que más nos puede asustar. Hemos aprendido a experimentar la pérdida con un significado negativo. Como si estuviéramos privados de algo que era nuestro y ya no es nuestro. Sin embargo, si pierdo algo, también tengo la oportunidad de liberarme de cualquier noticia.
Si no aceptamos este último paso corremos el riesgo de bloquear todos los demás, corremos el riesgo de anclarnos al dolor y privarnos de la alegría o incluso apegarnos obstinadamente a una alegría que, en un momento determinado, ya no será real, sino sólo una. memoria que nos impedirá recibir más.
En conclusión, el análisis de estos principios universales nos permite comprender cómo podemos cambiar de rumbo si nos damos cuenta de que esto no nos pertenece o ya no nos refleja. Para ello no es necesario llevar con nosotros dudas, dudas y sufrimiento por lo que no salió como queríamos.
Las experiencias nos han enseñado lecciones importantes que, una vez aprendidas, siempre estarán con nosotros.
“No insistas, la flor no florece antes de tiempo. Ni aunque lo implores, ni aunque intentes abrir sus pétalos, ni aunque lo inundes de sol. Tu impaciencia te impulsa a buscar la primavera; cuando solo necesitas abrazar tu invierno ".(A. Luz Márquez)
viernes, 26 de febrero de 2021
Clariaudiencia: Escuchar voces que dicen tu nombre cuando no hay nadie
Quizás muchas personas, más o menos conscientemente, hayan percibido este fenómeno. Una sensación extraña en la que de repente, escuchas una voz sin poder entender de dónde viene. El fenómeno, ligado al concepto de guía espiritual, tiene un nombre muy específico: clariaudiencia.
El diccionario espiritista lo define como: “La capacidad de oír voces, sonidos, palabras y ruidos, sin la utilización del sentido de la audición física, va más allá de la percepción normal de nuestra audición física común”.
Una entrevista reciente a una persona que ha vivido el fenómeno, narra así el encuentro con su guía espiritual:
“Estaba trabajando como recepcionista en un hotel y, durante un turno de noche, mientras estaba sola, escuché claramente que pronunciaban mi nombre.
No había nadie en la habitación, yo estaba solo y la persona encargada del mantenimiento descansaba en la otra área del hotel.
El fenómeno se repitió de nuevo más tarde, hasta que me di cuenta de que alguien tenía la intención de dejarme un mensaje importante ".
¿Cuál es la explicación científica a este fenómeno?
Al tratar de comprender mejor el papel y el propósito de un guía espiritual, lo que parece común a quienes han vivido experiencias como la relatada, es la sensación de tener que recibir un mensaje especial.
Según los estudiosos de los fenómenos llamados paranormales, estos seres sobrenaturales tienen la misión de ayudarnos durante nuestra vida en la tierra: para dirigirnos o para guiarnos a vivir según un propósito más claro y preciso.
Algunos guías espirituales permanecen con nosotros de por vida, mientras que otros desaparecen en algún momento después de cierto tiempo.
El guía espiritual puede tener diferentes niveles de conciencia. Su voz puede ser femenina o masculina, aunque en realidad son solo de un tipo de energía. Puede ser un familiar fallecido o alguien que conocimos en otra vida.
También hay que decir que la ciencia ha tratado de dar una explicación al fenómeno de la clariaudiencia.
Los científicos creen que las voces pueden surgir debido a un evento traumático experimentado por el individuo. Un accidente o un evento que ha alterado la experiencia psicológica del individuo.
No es necesario temer este fenómeno si alguna vez lo has experimentado, pero es necesario intentar comprender y descubrir el origen de estos rumores.
Hay veces que estas dos situaciones pueden coincidir. Es decir, si un hecho repentino ha abierto, como por casualidad, una especie de canal de comunicación que antes estaba cerrado y nunca se percibía.
Lo importante no es solo tratar de aclarar qué determina la apariencia de la voz, sino reflexionar sobre el mensaje que quiere transmitir.
¿Cómo saber si eres clariaudiente?
Muchas conocedores afirman que la clariaudiencia es un poder que puede desarrollarse en cualquier momento de la vida, por lo que te vamos a explicar algunas señales que pueden indicar si eres clariaudiente o si puedes desarrollar esta capacidad:
- Escuchas que alguien te llama por tu nombre
Si escuchas que alguien dice tu nombre, pero cuando contestas no hay nadie alrededor o ninguna persona te ha hablado, puede ser un signo de clariaudiencia.
- Puedes oír sonidos que otros no
Puede ser una música, voces o a veces puedes escuchar el sonido de una especie de radio lejana, pero solo tú puedes captar el ruido.
- Prefieres la tranquilidad
Aquellos que tienen esta capacidad un poco más desarrollada pueden percibir hasta el más mínimo sonido del mundo físico, o percibirlo de manera distinta, por lo que son sensibles y necesitan momentos de silencio más a menudo.
Si te molestan los sonidos de fiestas, la música o la televisión a alto volumen, es posible que sea una señal de tus capacidades como clariaudiente.
- Hablas contigo mismo
Sientes que siempre estás teniendo una conversación mentalmente, tu mente habla todo el día sin importar lo que estés haciendo y, a menudo, sientes la necesidad de exteriorizar esta conversación hablando en voz alta contigo mismo.
- Recuerdas haber tenido amigos imaginarios de niño
Si de niño tenías amigos imaginarios que te parecían muy reales e incluso creías que te hablaban desde tu cabeza, o si aún recuerdas algunas de tus conversaciones con él o ella, es posible que tengas el don de la clariaudiencia y que estas conversaciones hayan sido con espíritus.
- Eres más creativo cuando estás feliz
Cuando estás tranquilo o te sientes feliz es cuando más aflora tu creatividad, ya que esta se conecta a la energía de tu alma. Cuando tu mente está a gusto tienes ideas inspirados, por lo que es posible que cuando, por ejemplo, estás tomando un baño sean un momento realmente creativo para ti.
- La música realmente te llega
Cuando estás escuchando música te sientes realmente conectado, sientes que su sonido es el alimento de tu alma y te sientes conmovido con cada pieza.
- Aprendes escuchando
Te gusta escuchar más que cualquier otra cosa, escuchar historias, crónicas, la radio, etc. Incluso en lugar de leer un libro prefieres los audiolibros. Escuchando aprendes más rápido que con cualquier otro modo de aprendizaje.
- Eres el mejor consejero
Tus amigos y familiares creen que eres el consejero perfecto. Los clariaudientes son excelentes para dar consejos porque saben muchas cosas y los mensajes salen de su boca casi automáticamente, ya que la conexión con los espíritus los hace más sabio. Por eso, los que poseen este don suelen ser consejeros, terapeutas, entrenadores, enfermeras o desenvolverse en alguna profesión similar.
¿Has tenido alguna vez una experiencia así? ¿Has escuchado voces? ¿Crees que eres clariaudiente? Cuéntanoslo...
sábado, 14 de noviembre de 2020
Bendecir es parte integrante de la trama misma del Universo

