Hay
seres que entran en nuestra vida y luego salen con la velocidad de
un rayo. Como en medio de una tormenta, aparecen de una forma casi
mágica y atraviesan todas tus resistencias, iluminan la oscura
espesura de tu paisaje y desaparecen con la misma intensidad, sin
dejar más rastros que lo visto o sentido durante su álgida y brusca
presencia.
Aparecen
de las formas más extrañas, raras, románticas, curiosas o
simpáticas. A lo mejor no en el momento que más esperábamos, pero
sí, en el más adecuado.
Aparecen
no cuando las pedimos, sino cuando estamos preparados para
recibirlas. Esa es la mágica sincronía de la vida.
Cuando
alguien llega a tu vida por una razón, generalmente es por
satisfacer una necesidad que has expresado. Llegan para asistirte,
para sobrellevar la dificultad, para proveerte guía y apoyo, para
ayudarte física, espiritual o emocionalmente. Pueden parecer un
envío de Dios, del Universo... ¡ y lo son !
Están
por la razón que tú necesitas que estén allí. Estas personas
trueno que aparecen en nuestra historia, traen consigo una
lección (aunque a veces, ni ellas mismas se den cuenta); una lección
que puede durar cinco minutos en una conversación con un desconocido
u otra que puede durar años con el amor de tu vida. Algunas
llegan por unas semanas, otras por un par de meses, otras más por
unos años.
Luego,
sin que hagas nada mal, o a una hora inconveniente, esa persona dirá
o hará algo que haga que la relación llegue a su fin. Algunas veces
mueren, otras simplemente se alejan.
Ocasionalmente
actúan de manera tal que te obligan a alejarte. Lo que debes darte
cuenta es que tu necesidad se ha satisfecho, tu deseo se ha cumplido.
Su trabajo se ha completado, tus ruegos se respondieron y es el
momento de seguir adelante.
No
es cuestión de tiempo, sino de intensidad y del impacto que hayan
tenido en nuestro corazón. Eso es lo que al final importa y lo que
hace que nuestros sentimientos y emociones hacia ellas permanezcan
para siempre. Más allá de la costumbre de estar, lo que importa es
el amor.
Esas
personas aparecen en tu vida como un trueno, porque llegó tu momento
de compartir, de crecer o aprender. Te brindan la paz que necesitabas
o te hacen reír. Pueden enseñarte algo que nunca hiciste o hubieras
hecho; usualmente te brindan una enorme cantidad de alegría y gozo.
Créelo, ¡es real!... Pero sólo por una temporada.
Dentro
de la sabiduría originaria de los cherokee se los conoce como los
"hombres o mujeres trueno” y son seres que vienen a entregar
una comprensión profunda sobre algo en particular en la vida, sobre
todo de las limitaciones y prejuicios que no dejan que nuestro
corazón se abra verdaderamente.
Hoy,
seguramente, muchas personas pasarán por tu vida. Aprovecha el
momento... Algunas estarán tal vez, trabajando en un restaurante
otras conduciendo un auto, a lo mejor trabajando en tu oficina o
esperando en la estación del metro o simplemente caminando por la
calle. No importa si te topas por poco tiempo o se quedan el resto de
tu vida; siempre tendrán valiosas lecciones que darte y de algún
modo, la forma que tendrás de percibir la vida y las relaciones a
partir de entonces, no volverán a ser la misma...