Mostrando entradas con la etiqueta aprendizaje. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta aprendizaje. Mostrar todas las entradas

miércoles, 10 de julio de 2019

Vuelca los ojos en tu interior para seguir creciendo


A Wayne Dyer le gustaba utilizar en sus conferencias la metáforas como estrategia de aprendizaje y sistema de conocimiento. Una de las más conocidas es "la metáfora de la naranja". Así lo explicaba en una de sus entrevistas:





"Me encanta la naranja. Una naranja es una simple metáfora: coges la naranja, la exprimes tanto como puedes y te preguntas ¿Qué saldrá?, ¿qué es lo que sale cuando exprimes una naranja? Zumo de naranja. Siempre, sin importar cuántas veces la exprimas, saldrá zumo de manzana. Nunca sacarás zumo de uva de la naranja, jamás. Lo único que sacarás de la naranja es su jugo de naranja. Y la siguiente pregunta es ¿Por qué? ¿Por qué cuando exprimes una naranja tan fuerte como puedes solo sale jugo de naranja?


Yo hice esa misma pregunta una vez en Canadá: había una niña pequeña sentada justo en la fila de enfrente y dijo ¡Vaya tontería! Dijo ¡Eso es lo que lleva DENTRO! ¡TIENE que salir! Y yo dije Claro, ¡esa es la respuesta! ¡eres muy inteligente! Ella sonrió, pensó que su respuesta era genial… Pero es que esa es la verdad. La razón por la que el jugo de naranja sale cuando la exprimes es porque es lo que tiene dentro.


Ahora extiende la metáfora. Alguien te exprime a TI. Es decir, alguien dice algo sobre ti que no te gusta. Alguien se comporta contigo de un modo que te hace sentir ofendido/a y presionado/a. Alguien hace algo o te dice algo y tú te sientes mal y de dentro de ti… sale ira, odio, amargura, tensión, miedo, ansiedad, estrés. E inmediatamente piensas: La razón por la que todo eso sale de mí es por cómo él me dijo esto o por la manera en que ella dijo eso o porque ellos me hicieron aquello.


Pero la realidad es que lo que sale es lo que está dentro. Y si no te gusta lo que está dentro puedes cambiarlo. Está claro que a veces otras personas pueden hacerte cosas, esto ocurre todo el tiempo, pero lo que ocurre en tu vida es tu responsabilidad… Tú vives tu vida desde dentro y lo que la gente te haga no importa, lo que importa es cómo tú reaccionas a lo que la gente te hace. Eso es lo que diferencia a una persona plenamente funcional y una víctima. Así es cómo funciona la vida.


Es como cuando pasan cosas malas por ahí fuera, tú puedes, o bien extraer una lección de ello… Para mí no existen los accidentes en un universo perfecto, solo hay lecciones. Todo lo que ocurre es una lección, y puede que aprendas de ella o que te conviertas en víctima de ella. No puedes dar lo que no tienes. Suena ridículo, ¿verdad? Pero es más de lo que llega a tus ojos mientras lo lees: No puedes dar lo que no tienes. La gente que no es buena dando amor, no puede dar amor porque no tienen para darlo.


Si quiero darte una docena de naranjas, no puedo darte esas doce naranjas a no ser que vaya y las coja por ahí. Esto es así prácticamente para todo en nuestra vida: no puedes dar amor para otros si no tienes amor en tu corazón para dar. Si lo que tienes en él es rabia, si lo que tienes en él es miedo, entonces es eso lo que vas a dar en tu vida".

Con esta sencilla metáfora, Dyer nos da una gran lección: cada vez que respondemos con ira o miedo cuando alguien nos pone contra las cuerdas, sin importar quién es la persona, es porque, de cierta forma, estamos externalizando lo que ya tenemos dentro.


No se refería a que debemos sufrir pasivamente cuando los demás nos presionan o manipulan, se refería a que debemos ser mucho más conscientes de nuestras reacciones y comprender de dónde provienen realmente. Nos invita a volcar nuestra mirada hacia nuestro interior para seguir creciendo.


Se refería a que en muchas ocasiones atribuimos nuestro enfado, ira, rencor, angustia, agobio, ansiedad, hastío o frustración a los demás cuando a veces, esos sentimientos ya se encontraban dentro de nosotros y esa persona solo los ha amplificado. A veces, las actitudes, palabras y comportamientos de los demás son solo un diapasón con el que hacemos resonancia.


De hecho, es bastante común que cuando estamos nerviosos, cualquier comportamiento de nuestra pareja o hijos termine irritándonos, cuando en otras situaciones esos comportamientos simplemente pasarían desapercibidos. A veces, cuando alguien nos aprieta, lo que sale de nosotros es lo que hemos alimentado durante todo el día o quizá por años.

Dyer decía:«No siempre se puede controlar lo que sucede en el exterior. Pero siempre se puede controlar lo que sucede en el interior«.

Debemos comprender que, en el fondo, la asertividad emocional a quien más nos beneficia es a nosotros mismos. La ira, la desilusión, la indefensión, el rencor y la culpa, entre otros, son emociones y sentimientos compresibles y válidos, pero alimentarlos terminará haciéndonos más daño que bien. En su lugar, deberíamos esforzarnos por cultivar un estado de paz interior y equilibrio mental. Debemos recordar que lo que hay dentro de nosotros cuenta, y mucho... Al fin y al cabo somos AMOR, nuestra esencia es amorosa sólo se encuentra escondida y encubierta por pensamientos erróneos...






martes, 12 de marzo de 2019

¿Vives una y otra vez las mismas experiencias? Es la espiral de la vida




Con el paso de los años, conforme maduramos y vamos teniendo más experiencia, la vida va desarrollándose en forma de espiral. Nadie lleva un camino recto. Nuestra vida transcurre en un camino de espiral.



Nuestro camino no transcurre en línea recta; es en espiral. Regresamos unay otra vez a las mismas cosas que creíamos haber entendido para ver verdades más profundas” Barry Gillespie

Vamos a entender mejor este concepto con un ejemplo:
En algún momento de nuestra vida podemos haber perdonado algo, incluso pudimos superarlo siguiendo nuestro camino; pero conforme pasan los años lo volvemos a enfrentar. Nos tropezamos de nuevo con esa situación pero en esta ocasión la gestionamos con una mirada distinta, con un enfoque o perspectiva diferente gracias a ese recorrido y experiencia anterior. A veces incluso tenemos que volver a perdonar a gente que nos lastimó, perdonarnos a nosotros mismos/as, o a una situación porque ahora lo vemos desde el otro lado de la espiral.




No sabemos cuándo vamos a tropezar de nuevo con algún recuerdo o una situación que nos hace revivir algún momento. Parte de nuestro crecimiento interior como seres humanos es precisamente poder girar en esa espiral, honrar la experiencia que vivimos, perdonar, sentir plenamente la emoción en el momento y seguir adelante.



El progreso no ha seguido una línea recta ascendente, sino una espiral con ritmos de progreso y regresión, de evolución y disolución.” Johann Wolfgang Goethe

Cuando te encuentres en una situación que te cause recuerdos incómodos, que te llenen de sentimientos encontrados de algo que viviste, piensa conscientemente que estás viviendo esta experiencia de la espiral de la vida. Justo en ese momento, respira profundamente y contesta las siguientes preguntas:

1 ¿Qué fue lo que pasó entonces? Sé honesto/a contigo mismo/a. ¿Cómo lo ves en este momento? ¿Tiene el mismo peso o lo ves diferente?

2 ¿Qué necesito hacer en este momento para honrar aquella experiencia?  ¿Qué puedes hacer para aceptar la experiencia tal cual, honrar lo que viviste y también ser auténtico/a en la nueva perspectiva? Analiza tu nueva perspectiva. ¿Hay algo de lo que viviste que no notabas anteriormente? Imagínate viendo la situación desde otro ángulo. Imagínate justo parado/a en una espiral, y viendo la situación quizás desde al lado de ese tramo de espiral. ¿Cómo te cambia la perspectiva ver la situación ahora?

3 ¿Necesito volver a perdonar a alguien? ¿Todavía sientes algún resentimiento? ¿Te mueve emociones volver a recordar aquella situación? Perdona.




4 ¿Qué es lo que sé ahora que no sabía en ese momento de mi vida? Ahora tienes más experiencia, has vivido más. Desde esa madurez que tienes ahora, ¿cómo cambia tu opinión, tus sentimientos al respecto?




5 ¿Cómo puedo usar esa parte de mi historia como algo positivo en mi camino de vida?. ¿Cómo puedes usar ese conocimiento para ayudar a otra persona que quizás está pasando por algo similar?

Ya sea una relación rota, algún trauma vivido o simplemente un recuerdo de tu infancia, podrás verlo de otra manera ahora que pasó el tiempo y tienes otra perspectiva. Podrás perdonarte a ti mismo/a y podrás perdonar a la persona o la situación.

Desde Luz Plena os hemos hablado en muchas ocasiones del PERDÓN. El perdón a veces es algo que tenemos que repetir conforme pasa el tiempo, no por la otra persona, sino egoístamente por nuestro propio bien. El perdón no es algo que tengamos que decirle a la otra persona. Es un proceso que uno/a tiene que vivir, experimentarlo y completarlo en su mente y en su corazón. No es necesario compartirlo con alguien pues, si ha pasado mucho tiempo desde lo que ocurrió, se puede causar más daño y volver a abrir situaciones innecesarias. 

El perdón ocurre cuando tienes la capacidad de perdonar sin tener que decírselo a la otra persona. Simplemente sintiéndolo en tu alma.

Si durante el proceso de revivir un recuerdo de tu pasado tienes sentimientos encontrados, apóyate en un diario. Exterioriza aquello que sientes escribiendo tus pensamientos y sentimientos al respecto.

Saca todos tus pensamientos en el papel, y al final del ejercicio, vuelve a plantear la situación desde otra perspectiva, ahora viéndolo con otros ojos.

COMPARTE ESTE ARTÍCULO CON TUS AMIGOS

SÍGUENOS EN FACEBOOK