“Nuestro camino no transcurre en línea recta; es en espiral. Regresamos unas y otra vez a las mismas cosas que creíamos haber entendido para ver verdades más profundas” Barry Gillespie
Vamos a entender mejor este concepto con un ejemplo:
En
algún momento de nuestra vida podemos haber perdonado algo, incluso
pudimos superarlo siguiendo nuestro camino; pero conforme pasan los
años lo volvemos a enfrentar. Nos tropezamos de nuevo con esa
situación pero en esta ocasión la gestionamos con una mirada
distinta, con un enfoque o perspectiva diferente gracias a ese
recorrido y experiencia anterior. A veces incluso tenemos que volver
a perdonar a gente que nos lastimó, perdonarnos a nosotros
mismos/as, o a una situación porque ahora lo vemos desde el otro
lado de la espiral.
No
sabemos cuándo vamos a tropezar de nuevo con algún recuerdo o una
situación que nos hace revivir algún momento. Parte de nuestro
crecimiento interior como seres humanos es precisamente poder girar
en esa espiral, honrar la experiencia que vivimos, perdonar, sentir
plenamente la emoción en el momento y seguir adelante.
“El progreso no ha seguido una línea recta ascendente, sino una espiral con ritmos de progreso y regresión, de evolución y disolución.” Johann Wolfgang Goethe
Cuando
te encuentres en una situación que te cause recuerdos incómodos,
que te llenen de sentimientos encontrados de algo que viviste, piensa
conscientemente que estás viviendo esta experiencia de la espiral de
la vida. Justo en ese momento, respira profundamente y contesta las
siguientes preguntas:
1
¿Qué fue lo que pasó entonces? Sé honesto/a contigo mismo/a.
¿Cómo lo ves en este momento? ¿Tiene el mismo peso o lo ves
diferente?
2
¿Qué necesito hacer en este momento para honrar aquella
experiencia? ¿Qué puedes hacer para aceptar la experiencia tal
cual, honrar lo que viviste y también ser auténtico/a en la nueva
perspectiva? Analiza tu nueva perspectiva. ¿Hay algo de lo que
viviste que no notabas anteriormente? Imagínate viendo la situación
desde otro ángulo. Imagínate justo parado/a en una espiral, y
viendo la situación quizás desde al lado de ese tramo de espiral.
¿Cómo te cambia la perspectiva ver la situación ahora?
3
¿Necesito volver a perdonar a alguien? ¿Todavía sientes algún
resentimiento? ¿Te mueve emociones volver a recordar aquella
situación? Perdona.
4
¿Qué es lo que sé ahora que no sabía en ese momento de mi vida?
Ahora tienes más experiencia, has vivido más. Desde esa madurez que
tienes ahora, ¿cómo cambia tu opinión, tus sentimientos al
respecto?
5
¿Cómo puedo usar esa parte de mi historia como algo positivo en mi
camino de vida?. ¿Cómo puedes usar ese conocimiento para ayudar a
otra persona que quizás está pasando por algo similar?
Ya
sea una relación rota, algún trauma vivido o simplemente un
recuerdo de tu infancia, podrás verlo de otra manera ahora que pasó
el tiempo y tienes otra perspectiva. Podrás perdonarte a ti mismo/a
y podrás perdonar a la persona o la situación.
Desde
Luz Plena os hemos hablado en muchas ocasiones del PERDÓN. El perdón a
veces es algo que tenemos que repetir conforme pasa el tiempo, no por
la otra persona, sino egoístamente por nuestro propio bien. El
perdón no es algo que tengamos que decirle a la otra persona. Es un
proceso que uno/a tiene que vivir, experimentarlo y completarlo en su
mente y en su corazón. No es necesario compartirlo con alguien pues,
si ha pasado mucho tiempo desde lo que ocurrió, se puede causar más
daño y volver a abrir situaciones innecesarias.
El perdón ocurre
cuando tienes la capacidad de perdonar sin tener que decírselo a la
otra persona. Simplemente sintiéndolo en tu alma.
Si
durante el proceso de revivir un recuerdo de tu pasado tienes
sentimientos encontrados, apóyate en un diario. Exterioriza aquello
que sientes escribiendo tus pensamientos y sentimientos al respecto.
Saca todos tus pensamientos en el papel, y al final del ejercicio, vuelve a plantear la situación desde otra perspectiva, ahora viéndolo con otros ojos.
