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martes, 25 de marzo de 2025

Sentirse solos rodeados de afecto

¿Quién no ha experimentado en algún momento de su vida un sentimiento de soledad de diferencia y de no pertenencia?

Cuando este sentimiento aparece tras el cierre de una relación amorosa o de un duelo es algo fisiológico, pero cuando está arraigado en nuestra vida cotidiana y persiste a lo largo del tiempo, tiene un origen que se encuentra en una vivencia problemática o en una infancia difícil.


En este contexto, no es raro sentirse solo incluso cuando estamos rodeados de afecto: en la familia, en pareja o con amigos. 


Se puede experimentar un fuerte sentido de no pertenencia cuando aparentemente se cohabita en una familia unida.

Por ejemplo, una niña no amada, si no elabora esa deficiencia emocional y esa posible herida de rechazo materno o de la figura afectiva que tuviera en su infancia, tenderá entonces a desarrollar una sensación de vacío infranqueable, una soledad ancestral y una sensación de no pertenencia perpetua aunque esté rodeada de amor.

Esta soledad es solo un legado del pasado. Las heridas de los niños no amados en la infancia se transforman en una serie de carencias que generan ansiedad, insatisfacción, miedos, enfado, remordimiento, sensación de soledad, baja autoestima, sensación de insuficiencia... Pero esto no es fácil identificarlo y resulta difícil remediarlo.

Desde que nacemos, estamos muy apegados a nuestra madre; ella más que cualquier otra cosa, representa a la guardiana de la satisfacción de todas nuestras necesidades. 


El único inconveniente es que no todas las madres, incluso las que se esfuerzan, actúan en armonía con las necesidades emocionales de sus hijos. 

Cualquier necesidad insatisfecha puede dejar heridas. Esa falta de reconocimiento o simplemente la percepción de crecer a la sombra de un niño amado, puede causar heridas internas que son difíciles de curar.

Te preguntarás: Entonces, ¿no hay solución? Sí, la hay, y es incluso más fácil de lo que imaginas. Para superar el sentimiento crónico de soledad, debes aceptar y procesar tu experiencia.

Con aceptación y, dada la subjetividad de tu experiencia personal, un camino psicoterapéutico es siempre el mejor camino. 

Por ahora, empieza por comprender que los demás: tu novio/a, esposo/a, amigos, madre... no tienen por qué llenar esa sensación de vacío o soledad que llevas dentro, empieza a desarrollar la idea de que puedes hacerlo tú mismo, enfocándote en tu autorrealización.


La sensación de sentirte diferente deriva del sentido de no pertenencia. También puede estar relacionado con un bajo nivel de empatía que a su vez se debe al dolor que sientes. Es decir, si no logras empatizar con tus iguales en formar lazos, no sabes que ellos puede sentirse como tú y  terminarás sintiéndote diferente de todo y de todos, un extraterrestre en la tierra.



La empatía nos permite sintonizar con nuestro propio estado de ánimo y el de los demás. 

Carecer de empatía implica la incapacidad o la imposibilidad de percibir las emociones propias y ajenas. Si no podemos acceder a esos estados internos y comprender las emociones propias y ajenas, nos percibiremos como diferente.


Si no puedes reconocer tus emociones y no puedes acceder a tus estados internos, ¿cómo puedes encontrar similitudes contigo en el otro? Es así como surge la sensación de no pertenencia, no vienes de otro planeta, simplemente tienes que volver a aprender a conocerte mejor, a explorar tu mundo interior y la interioridad de los demás. No reconoces en los otros rasgos de ti mismo / o porque eres incapaz de mirar profundamente dentro de ti.

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jueves, 3 de agosto de 2023

Louise Hay: El Universo ama la gratitud

Louise Hay fue sin duda una de las grandes precursoras del movimiento del Nuevo Pensamiento, autora de los grandes best-sellers  de autoayuda y crecimiento personal más conocidos en todo el mundo.

Nos dejó un valerosísimo legado, nos habló del valor del perdón como acto liberador, de la importancia de conectar con nosotros mismos y de vivir en el presente, de la comprensión y compasión de la educación que recibimos de nuestros padres, y del amor como motor de vida. 

En artículos anteriores hemos hablado de la Ley de atracción, del poder de nuestros pensamientos y cómo lo que pensamos tiene una influencia directa en nuestra vida. Hoy os mostramos unos extractos de  una entrevista en la que  la gran autora Louise L. Hay se manifiesta al respecto de la Ley de Atracción: 





CREER EN TI


"Hay algo muy poderoso en mirarte a tus propios ojos y aceptarte a ti mismo, o en mirarte y darte cuenta de que te rechazas a ti mismo/a cuando intentas decirte algo positivo. Una buena manera de empezar a creer en ti es levantarte por la mañana, ir al espejo y, esto es complicado para muchas personas, pero, te miras en el espejo y dices: "Te quiero, de verdad te quiero". Para empezar esto puede ser muy difícil para muchas personas, porque se ponen a pensar en todas las cosas que ellos piensan que hacen mal. Pero si puedes empezar tus días diciendo esto, es muy poderoso". 

VISUALIZAR

"Hacer afirmaciones positivas es como plantar una semilla en la tierra. No tienen por qué ser ciertas en el momento en que las haces, pero tú quieres que lo sean. Así que pones la semilla en la tierra, la plantas y esperas a que crezca. Bueno, por si acaso, plantas tres semillas (ríe). Pero esperas de ellas que crezcan. No esperas a que pasen dos días y escarbas en la tierra diciendo ¿Qué está pasando?; sino que esperas que las semillas crezcan porque sabes que siguen un proceso y que crecerán si están en el suelo adecuado y tienen la suficiente humedad".

SER AGRADECIDO 

"La gratitud es muy importante. Yo diría que el Universo ama la gratitud. Cuanto más agradecido estás por el bien que hay en tu vida, mayor es el bien que obtienes para sentirte agradecido. Es como si alguien te hace un regalo y dices ¡Ay! ¡Qué horror! Lo odio, no me gusta el color... no me sienta bien.... Esa persona nunca más te volverá a hacer otro regalo. Pero si dices, ¡Oh, es maravilloso! Gracias, me encanta: es genial...; esa persona probablemente querrá comprate un regalo cada vez que vea algo que crea que te puede gustar. Con el Universo pasa lo mismo: le encanta la gratitud." 

ESCUCHAR A TU CORAZÓN

"Hay muchas cosas que puedes hacer para ser más consciente de lo que ocurre dentro de ti. Como muchas de nuestras creencias son subconscientes y no somos conscientes de ellas, son creencias que se nos inculcaron cuando éramos niños, lo que podemos hacer es tomarnos un tiempo para explorarlas. 

Siempre digo que un buen ejercicio es tomar una gran hoja de papel y poner Lo que pienso sobre... cualquier tema que se te ocurra, y simplemente escribir todas las cosas que piensas, sin importar si suenan bien o mal. Simplemente escríbelas, mira cuántas son positivas, cuántas negativas y trata de convertir las negativas en positivas".

CONFIAR

"Uno de los pensamientos que yo tengo en mi vida es que solo el bien me acompaña. Y he estado diciendo esto desde hace muchos años. Así que realmente a mí no me importa ni me preocupa lo que ocurra en mi vida, porque sé que será bueno".
En el siguiente enlace podréis encontrar la entrevista a Louise completa, en inglés:  Entrevista Louise Hay

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domingo, 16 de julio de 2023

Un Acuerdo de Almas



Cuentan que antes de nacer, cuando cada Ser decidió venir a la Tierra hace millones de siglos atrás para vivir la experiencia 3D, hubo un acuerdo de almas.

Primero cada alma seleccionó minuciosamente con sus maestros de Luz todas las experiencias que deseaba vivir en esta encarnación. 

Algunos eligieron aprender a través del desapego, otros de la soledad, otros de la enfermedad, otros a través de las pérdidas.
La mayoría, decidieron aprender de la relación de pareja. Algunos se atrevieron a experimentar la riqueza material y así sucesivamente, como si eligieran las materias para matricularse en la Universidad, todos decidieron sus misiones.

Y hubo una gran reunión entre ellas para pactar cómo se relacionarían sus almas… Como cuando se reparten los roles en una obra teatral, cada cual recibió su papel en la obra de su vida y entonces nacieron.



Algunas de estas almas se encontraron desde su nacimiento y son hermanos. A otras les tocó ser compañeros del colegio, para llegar a ser amigos en la adultez. Otros no se encontraron hasta ya mayores, fue entonces que pactaron conocerse en una fiesta y enamorarse.

Hubo quienes tendrían roles mínimos en la vida del otro. Serían el médico que lo revisó cuando estuvo ingresado por apendicitis; otro sería quien le ofrecería la oportunidad de ganar dinero fácil;  otro sería el taxista que lo llevaría al aeropuerto aquel día en que le avisaron de que su madre vivía sus últimas horas, etcétera.

Nada, absolutamente nada es casual en la vida de ninguno de nosotros/as. Hay libre albedrío. Nos hemos repartido los papeles en esta película de la vida, pero no hay guión. Cada uno de nosotros/as crea sus propios diálogos y acciones y necesita asumir la responsabilidad de las consecuencias.

Por tanto, reflexiona: ¿Por qué tienes a ese jefe tan exigente y perfeccionista? Será que acordaron que él sacaría lo mejor de ti y te puliría cual diamante? O será que tienes que aprender la tolerancia? Y si lo que debes hacer es renunciar? Difícil saber lo que viniste a vivenciar con cada persona que se cruza en tu vida;  pero tu alma lo sabe.  El Alma sólo sabe comunicarnos mensajes a través de lo que llamamos intuición.

Comprende ahora que esa persona que está allí como un Pepito Grillo es porque quizás tú se lo pediste, le rogaste que fuera la voz de tu conciencia y tú mismo/a le suplicaste: No importa que te odie, pero no me dejes realizar algunas acciones que me dejarán paralizado/a en esta encarnación.

Todo esto no recordamos. No sabemos qué nos une a todo el elenco que nos ayuda a representar la película de nuestras vidas, pero hay un acuerdo tácito entre todos de permanecer juntos para ayudarnos mutuamente a crecer, a evolucionar.

Entre todos formamos un verdadero equipo de sanación porque nos ocupamos tanto de nuestro propio desarrollo como del de los demás. Pero también podemos cerrar abruptamente la relación con algunas personas por problemas meramente terrenales por el libre albedrío.

Todo este camino iniciado en nuestra primera encarnación hace millones de siglos atrás tiene como objetivo la iluminación. Cada encarnación agregamos gotas de luz a nuestra conciencia y así evolucionamos. 

A veces, llega a nuestra vida alguien que nos enseña algo y quien al mismo tiempo recibe enseñanza nuestra y luego se va, desaparece de nuestra vida, pues ya se cumplió el trato pactado en el llamado Plano Sublime o Cielo. Luego, avanzamos despacio en términos terrenales o mundanos, pero vamos a la velocidad de la luz en términos estelares o cósmicos.



Por ello, es importante no juzgar  ninguna relación  como un triunfo o fracaso.  Estamos aprendiendo, y el sólo hecho de poder interactuar con otros, de conocerlos, descubrir sus diferencias, llegar hasta lo profundo de su alma convierte cualquier relación en un éxito. 

Así que no sufras con ese jefe maltratador, con esa pareja infiel, con esa persona envidiosa, con el familiar desleal, con el vecino chismoso, con ese profesor abusivo, ese pretendiente meloso, esa hija rebelde... 

Sólo mírales directamente al alma y diles: Gracias por respetar el trato.

Si quieres leer más sobre el tema: Entre almas no existen coincidencias

viernes, 20 de enero de 2023

Un 70% de las enfermedades del ser humano vienen del campo emocional

El Doctor Jorge Carvajal, es médico de la Universidad de Antioquia, pionero de la Medicina Bioenergética en Hispanoamérica y creador de la Sintergética.

La sintergética es ante todo un método para servir, para liberar lo mejor de nuestro potencial, para encontrar ese médico interior -ese sanador que hay en cada uno de nosotros/as, para encontrar y revelar lo mejor del potencial humano y ponerlo en acción. Hablan de él como un cirujano y sanador de almas que escucha a sus pacientes con el corazón y que cura no sólo al cuerpo, sino también al Ser. 





- Doctor Carvajal, ¿qué es la enfermedad?
Es un maestro, una oportunidad para organizar una armonía superior en nuestra propia vida, a nivel físico, emocional, mental y espiritual.

- ¿Qué enferma primero, el cuerpo o el alma?
El alma no puede enfermar, porque es lo que hay perfecto en nosotros/as, el alma evoluciona, aprende. En realidad, buena parte de las enfermedades son todo lo contrario: son la resistencia del cuerpo emocional y mental al alma. Cuando nuestra personalidad se resiste al designio del alma es cuando enfermamos.

- ¿Hay emociones perjudiciales para la salud? ¿Cuáles son las que más nos perjudican?
Un 70% de las enfermedades del ser humano vienen del campo de conciencia emocional. Las enfermedades muchas veces proceden de emociones no procesadas, no expresadas, reprimidas. El temor, que es la ausencia de amor, es la gran enfermedad, el común denominador de buena parte de las enfermedades que hoy tenemos. Cuando el temor se queda congelado afecta al riñón, a las glándulas suprarrenales, a los huesos, a la energía vital, y puede convertirse en pánico.

- ¿Nos hacemos los fuertes y descuidamos nuestra salud?
De héroes están llenos los cementerios. Te tienes que cuidar.Tienes tus límites, no vayas más allá. Tienes que reconocer cuáles son tus límites y superarlos porque si no los reconoces, vas a destruir tu cuerpo.

- Doctor Carvajal, ¿cómo nos afecta la ira?
La ira es santa, es sagrada, es una emoción positiva porque te lleva a la autoafirmación, a la búsqueda de tu territorio, a defender lo que es tuyo, lo que es justo. Pero cuando la ira se vuelve irritabilidad, agresividad, resentimiento, odio, se vuelve contra ti, y afecta al hígado, la digestión, el sistema inmunológico…

- ¿La alegría por el contrario nos ayuda a estar sanos?
La alegría es la más bella de las emociones porque es la emoción de la inocencia, del corazón, y es la más sanadora de todas, porque no es contraria a ninguna otra. Un poquito de tristeza con alegría escribe poemas. La alegría con miedo nos lleva a contextualizar el miedo y a no darle tanta importancia.

- ¿La alegría suaviza el ánimo?
Sí, la alegría suaviza todas las otras emociones porque nos permite procesarlas desde la inocencia. La alegría pone al resto de las emociones en contacto con el corazón y les da un sentido ascendente. Las canaliza para que lleguen al mundo de la mente.

- ¿Y la tristeza?
La tristeza es un sentimiento que puede llevarte a la depresión cuando te envuelves en ella y no la expresas, pero también puede ayudarte. La tristeza te lleva a contactar contigo mismo y a restaurar el control interno.Todas las emociones negativas tienen su propio aspecto positivo, las hacemos negativas cuando las reprimimos.

- ¿Es mejor aceptar esas emociones que consideramos negativas como parte de uno mismo?
Como parte para transformarlas, es decir, cuando se aceptan fluyen, y ya no se estancan, y se pueden transmutar. Tenemos que canalizarlas para que lleguen desde el corazón hasta la cabeza.

- ¡Qué difícil!
Sí, es muy difícil. Realmente las emociones básicas son el amor y el temor (que es ausencia de amor), así que todo lo que existe es amor, por exceso o defecto. Constructivo o destructivo. Porque también existe el amor que se aferra, el amor que sobreprotege, el amor tóxico, destructivo.

- ¿Cómo prevenir la enfermedad?
Somos creadores, así que yo creo que la mejor forma es creando salud. Y si creamos salud no tendremos ni que prevenir la enfermedad ni que atacarla, porque seremos salud.

- ¿Y si aparece la enfermedad?
Pues tendremos que aceptarla porque somos humanos. También enfermó Krishnamurti (famoso escritor y orador espiritual) de un cáncer de páncreas y no era nadie que llevara una vida desordenada. Mucha gente muy valiosa espiritualmente ha enfermado. Debemos explicarlo para aquellos que creen que enfermar es fracasar. El fracaso y el éxito son dos maestros, pero nada más.Y cuando tú eres el aprendiz, tienes que aceptar e incorporar la lección de la enfermedad en tu vida.

- Doctor, cada vez más personas sufren ansiedad…
La ansiedad es un sentimiento de vacío, que a veces se vuelve un hueco en el estómago, una sensación de falta de aire… Es un vacío existencial que surge cuando buscamos fuera en lugar de buscar dentro. Surge cuando buscamos en los acontecimientos externos, cuando buscamos muletas, apoyos externos, cuando no tenemos la solidez de la búsqueda interior. Si no aceptamos la soledad y no nos convertimos en nuestra propia compañía, vamos a experimentar ese vacío y vamos a intentar llenarlo con cosas y posesiones. Pero como no se puede llenar con cosas, cada vez el vacío aumenta.



- ¿Y qué podemos hacer para liberarnos de esa angustia?
La angustia no se puede pasar comiendo chocolate, o con más calorías, o buscando un príncipe azul afuera. La angustia se pasa cuando entras en tu interior, te aceptas como eres y te reconcilias contigo mismo. La angustia viene de que no somos lo que queremos ser, pero tampoco lo que somos, entonces estamos en el “debería ser”, y no somos ni lo uno ni lo otro.

- El estrés es otro de los males de nuestra época…
El estrés viene de la competitividad, de que quiero ser perfecto, quiero ser mejor, de que quiero dar una nota que no es la mía, de que quiero imitar.Y realmente sólo se puede competir cuando decides ser tu propia competencia, es decir, cuando quieres ser único, original, auténtico, no una fotocopia de nadie. El estrés destructivo perjudica el sistema inmunológico. Pero un buen estrés es una maravilla, porque te permite estar alerta y despierto en las crisis, y poder aprovecharlas como una oportunidad para emerger a un nuevo nivel de conciencia.

- ¿Qué nos recomendaría para sentirnos mejor con nosotros mismos?
La soledad. Estar con uno mismo/a cada día es maravilloso. Estar 20 minutos con uno mismo/a es el comienzo de la meditación; es tender un puente hacia la verdadera salud; es acceder al altar interior, al ser interior. Mi recomendación es que la gente ponga su despertador 20 minutos antes para no robarle tiempo a sus ocupaciones. Si dedicas, no el tiempo que te sobra, sino esos primeros minutos de la mañana, cuando estás fresco y descansado, a meditar, esa pausa te va a recargar, porque en la pausa habita el potencial del alma.

- ¿Qué es para usted la felicidad?
Es la esencia de la vida. Es el sentido mismo de la vida, encarnamos para ser felices, no para otra cosa. Pero la felicidad no es placer, es integridad. Cuando todos los sentidos se consagran al ser, podemos ser felices. Somos felices cuando creemos en nosotros, cuando confiamos en nosotros, cuando nos encomendamos transpersonalmente a un nivel que trasciende el pequeño yo o el pequeño ego. Somos felices cuando tenemos un sentido que va más allá de la vida cotidiana, cuando no aplazamos la vida, cuando no nos desplazamos a nosotros mismos, cuando estamos en paz y a salvo con la vida y con nuestra conciencia.

- Vivir el Presente ¿Es importante vivir en el presente? ¿Cómo lograrlo?
Dejamos ir el pasado y no hipotecamos la vida a las expectativas de futuro cuando nos volcamos en el ser y no en el tener. Yo me digo que la felicidad tiene que ver con la realización, y ésta con la capacidad de habitar la realidad. Y vivir en realidad es salir del mundo de la confusión.

- ¿Tan confundidos estamos, en su opinión?
Tenemos tres ilusiones enormes que nos confunden. Primero creemos que somos un cuerpo y no un alma, cuando el cuerpo es el instrumento de la vida y se acaba con la muerte. Segundo, creemos que el sentido de la vida es el placer; pero a más placer no hay más felicidad, sino más dependencia. Placer y felicidad no es lo mismo. Hay que consagrar el placer a la vida y no la vida al placer. La tercera ilusión es el poder; creemos tener el poder infinito de vivir.

- ¿Y qué necesitamos realmente para vivir?, ¿acaso el amor?
El amor, tan traído y tan llevado, y tan calumniado, es una fuerza renovadora. El amor es magnífico porque crea cohesión. En el amor todo está vivo, como un río que se renueva a sí mismo. En el amor siempre uno puede renovarse, porque todo lo ordena.En el amor no hay usurpación, no hay desplazamiento, no hay miedo, no hay resentimiento, porque cuando tú te ordenas porque vives el amor, cada cosa ocupa su lugar, y entonces se restaura la armonía. Ahora, desde la perspectiva humana, lo asimilamos con la debilidad, pero el amor no es débil.


- Si, pero nos debilita cuando entendemos que alguien a quien amamos no nos ama…
Hay una gran confusión en nuestra cultura. Creemos que sufrimos por amor, que nuestras catástrofes son por amor… pero no es por amor, es por enamoramiento, que es una variedad del apego. Eso que llamamos habitualmente amor es una droga. Igual que se depende de la cocaína, la marihuana o la morfina, también se depende del enamoramiento. Es una muleta para apoyarse, en vez de llevar a alguien en mi corazón para liberarlo y liberarme. El verdadero amor tiene una esencia fundamental que es la libertad, y siempre conduce a la libertad.


- Pero a veces nos sentimos atados a un amor…
Si el amor conduce a la dependencia es eros. Eros es un fósforo, y cuando lo enciendes se te consume rápidamente, en dos minutos ya te quemas el dedo. Hay muchos amores que son así, pura chispa. Aunque esa chispa puede servir para encender el leño del verdadero amor. Cuando el leño está encendido produce el fuego, Ese es el amor impersonal, que produce luz y calor.

- ¿Puede darnos algún consejo para alcanzar el amor verdadero?
Solamente la verdad. Confía en la verdad; no tienes que ser como la princesa de los sueños del otro, no tienes que ser ni más ni menos de lo que eres. Tienes un derecho sagrado, que es el derecho a equivocarte; tienes otro, que es el derecho a perdonar, porque el error es tu maestro. Ámate, sincérate y considérate. Si tú no te quieres, no vas a encontrar a nadie que te pueda querer. El amor produce amor. Si te amas, vas a encontrar el amor. Si no, vacío. Pero nunca busques una migaja; eso es indigno de ti.

- La clave entonces es amarse a sí mismo...
Y al prójimo como a ti mismo. Si no te amas a ti, no amas a Dios, ni a tu hijo, porque te estás apegando, estás condicionando al otro. Acéptate como eres; lo que no aceptamos no lo podemos transformar, y la vida es una corriente de transformación permanente.

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Fuente: Entrevista al Doctor Jorge Carvajal, por Maria Campos, aparecida originalmente en Psicología Práctica, 118

martes, 17 de mayo de 2022

Lo que no decimos, nos transforma



Todavía hay muchas personas que dudan de la conexión directa entre nuestras emociones y nuestra salud física. Sin embargo, es una realidad que no podemos seguir ignorando.

Cuando evitamos expresar lo que pensamos o dejamos de hacer lo que nos gusta por miedo a desagradar, terminamos sintiéndonos mal con nosotros mismos.

Por ejemplo, el temor a perder a un amigo, por discrepar o por ser sinceros, puede llevarnos a negar lo que sentimos. 

Pero esas emociones no desaparecen: se acumulan… y tarde o temprano, nos desbordan.


¿Por qué no deberíamos tener miedo de ser sinceros?

Los sentimientos no se eligen

Tener pensamientos o emociones incómodas es completamente válido. Sentir no nos convierte en buenas o malas personas; lo que marca la diferencia son nuestras acciones.

Las emociones son brújulas

Prestarles atención nos ayuda a saber qué queremos y qué no. Nos orientan, nos guían en la toma de decisiones y fortalecen nuestra autoestima.

Las personas cambiamos (y las amistades también)

Si el ideal de amistad que tenemos ya no encaja con la realidad, tal vez sea hora de escucharnos. ¿Qué necesitamos? ¿Qué nos molesta? ¿Qué queremos realmente?

Respeta lo que sientes

Cuando actúas con coherencia interna, expresar tus desacuerdos se vuelve más fácil. Hazlo con calma, con seguridad. No hagas lo que no quieres hacer. Aprende a ser asertivo.
Así te respetarás tú y te respetarán los demás.

Ser sincero no significa discutir

Todas las relaciones pasan por momentos difíciles. Un desencuentro no tiene por qué romper una amistad. De hecho, muchas veces, hablar con honestidad fortalece los vínculos.


¿Sabes a dónde va lo que no decimos?

¿Sabes a dónde va lo que quieres hacer y no haces?

¿A dónde va lo que no te permites sentir?

Nos gustaría pensar que todo eso se olvida. Pero no.

Lo que no decimos se acumula.
Se queda en el cuerpo.
Nos llena de silencios pesados y emociones bloqueadas.

Lo que callamos se transforma en:

Insomnio

Dolor de garganta

Nostalgia

Tristeza

Frustración

Sensación de vacío

Asignaturas pendientes con nosotros mismos


Lo que no decimos no desaparece... Nos consume.

Escúchate, exprésate, libérate

Busca siempre el equilibrio entre lo que sientes y lo que piensas.

Escucha tus emociones con atención y honestidad.
Reconocer lo que sientes es el primer paso para comprenderte mejor.

Tómate el tiempo de explorar:

¿Qué deseas de verdad?

¿Qué situaciones te generan miedo?

¿Qué cosas te duelen o entristecen?


Solo con ese autoconocimiento podrás tomar decisiones más conscientes y cuidar de ti desde un lugar real.

Acepta lo que sientes

Quizás la razón no logre entenderlo del todo, pero eso no le quita valor.
Respetar tus emociones es no traicionarte.

Aprende a gestionar tus emociones

Conócelas, escúchalas y luego déjalas salir guiadas por la razón.
Solo así podrás expresarte de manera sana y avanzar hacia lo que realmente deseas.

No tengas miedo

Siente.
Acepta.
Actúa con conciencia y valentía.

Porque solo abrazando lo que sientes podrás vivir con plenitud y ser fiel a quien realmente eres.

@luzplena

lunes, 7 de marzo de 2022

Aprender a discutir



Discutir es natural pero hay que hacerlo bien. Una "buena discusión" puede limpiar el aire y es bueno saber que no solo podemos sobrevivir al conflicto sino que  incluso podemos aprender de la situación....



1 - Nunca discutas en caliente: 

Cuando estamos en el pico alto del enfado, nuestro cerebro puede bloquearse y no permitirnos expresar correctamente cómo nos sentimos, a qué se debe nuestra frustración o qué es lo que nos molesta de nuestra pareja. Además en esta fase podemos volvernos violentos y gritar, insultar, amenazar... que no nos ayudará en nada y que provocará reacciones similares en nuestra pareja.


2 - No bajes a su nivel de agresividad: 

Si es tu pareja quien tiene una actitud muy negativa, testaruda, intransigente y fuera de sí, no podemos rebajarnos a su mismo nivel y caer en una pelea callejera, que lo más probable es que impida la posibilidad de que se solucione el asunto en cuestión. Piensa que no se puede quitar una arruga a la tela apretándola.



3 - Recuerda que para discutir hacen falta dos: 



Existen infinidad de razones para empezar una discusión: la educación de los hijos, costumbres distintas, celos, caracteres diferentes, infidelidades, vicios, crisis económica, familia política, salud... seguro que tú también conoces otra lista como ésta. Pero debes recordar que si tú no estás en posición de discutir, de nada sirve que tu pareja esté gritando todo el día, pues sus palabras caerán en tu oído sordo y sólo habrá perdido su tiempo y gastado su energía. Si, en el peor de los casos tu pareja ha caído en adicciones (drogas o  alcohol) , una discusión negativa y violenta echaría por tierra la posibilidad de resolver el problema y aquí sí deberías buscar ayuda profesional y externa.



4 - Aplaza la discusión 

Propón a tu pareja que se retome la discusión cuando ambos estéis más calmados y con la mente más abierta, habiendo pensado bien las cosas durante un tiempo (desde 10 minutos a un par de días). Deberás valorar cómo de grave es la situación, pero piensa que seguramente con el aplazamiento conseguirás mejor ventaja y mayor éxito de conseguir lo que reivindicas, pues no se discute para descargarnos de ira interior, sino para anular y resolver una situación negativa y descompensada en la pareja, y que tu objetivo es abandonar el dolor y restablecer la paz en la relación de pareja.







5 - Discutir es bueno, pelear es destructivo:

Puede que tu pareja sea de esas personas que no está dispuesta a ceder, o no acepta más opinión que la suya. Si este es el caso, lo mejor es que seas astuto/a y busques un momento donde esté relajado/a y tranquilo/a y comentarle el tema de forma calmada, haciéndole ver que hay que hablar como adultos, aunque se tengan opiniones distintas, y haya ciertas cosas que te están molestando. Lo más seguro es que te responda en el mismo tono de voz que tú utilices, y puede que así te encuentres con una actitud abierta y positiva. Si por el contrario tu pareja de todas formas se altera, tú debes seguir con voz calmada y sin perder los nervios. Sigue insistiendo en que no se altere ni grite y que tú podrías comportarte igual de mal que él, pero que lo que de verdad te interesa es resolver la situación para que ambos podáis estar tranquilos, sin destruir lo que  habéis construido juntos.


6 - Mantener la comunicación es el pilar fundamental: 

No nos referimos a los insultos y a las acusaciones mutuas, sino a poner las cosas sobre la mesa, a ser conciliadores y buscar un punto en común e intermedio. Sería un ten con ten  donde ambos ganen un poco y cedan otro poco.




7 - Tu pareja elude resolver la situación: 

Esto muestra que o bien no tiene argumentos donde basar su postura, o calla para no empeorar más la situación. Si esto es así puedes verte envuelto/a en una situación larga y problemática, donde lo más probable es que tengas que recurrir a ayuda profesional, pues si la otra parte no participa de forma activa, quizá un intermediario o mediador puede ayudar para sentar ciertas bases y evitar la pasividad de la situación. Pero debes estar preparado/a por si al final del camino tu pareja no desea continuar a tu lado y toma otro camino.


8 - Ejerce y desarrolla el autocontrol: 

Es difícil, lo sabemos, y más ante una situación dolorosa. Pasa lo mismo cuando te clavan una aguja para extraer sangre: si estás tensa, duele más. Cada discusión es diferente de otra y se hace necesario improvisar según se sucedan las cosas, pero lo importante es mantenerte calmada y firme, con buen juicio. Ser consecuente y razonable también te ayudará. Si has de pedir perdón o perdonar al otro, deberás hacerlo, de forma auténtica. Si has de reconocer que te equivocaste, hazlo, no por eso estarás en inferioridad de condiciones.


9 - Llega la reconciliación:

Por muy largo o difícil que haya sido el camino, por fin llegaste a donde querías, volviendo a descubrir a tu pareja haciendo las paces con ella, con muestras de cariño, afecto y respeto. Estas discusiones os fortalecerán y os harán crecer como pareja, estando más seguros en vuestra relación.

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jueves, 8 de abril de 2021

Lo que no puede faltar en una verdadera amistad




La amistad significa envejecer juntos, seguir riendo juntos. Compartir un sentimiento a pesar del paso del tiempo o  la distancia. 


La amistad es un componente fundamental en la vida de cada uno de nosotros. Los amigos son como familia, pero una familia que, a diferencia de la de origen, podemos elegir  nosotros mismos.


En la vida conocemos a muchas personas, pero las que podemos considerar realmente amigas son realmente pocas. Entran en nuestra vida y juegan un papel de tal importancia que luego es imposible prescindir de ellos. Queridas presencias que iluminan los días. Incluso los más tristes, los más difíciles.



El vínculo que se establece con un verdadero amigo es algo único y precioso. Por eso, todo aquel que tenga una relación tan bonita e intensa en su vida, es bueno que la cultive con amor. ¡Llegar, cuando seamos mayores, para volver a reír juntos como lo hacíamos cuando éramos jóvenes!


La verdadera amistad sin embargo, es rara, absolutamente diferente incluso a la amistad agradable con conocidos. Suele contener estas 10 características:




1- Se fundamenta en el desinterés: los buenos amigos no deben seducir ni cortejar. Los verdaderos amigos no tienen un objetivo en particular, no exigen, no consumen y solo quieren poder ayudar.


2- Es siempre franca y sincera: entre los verdaderos amigos puedes reír o llorar, con indiferencia. Haz algunas tonterías o ponte serio, vive la relación con tanta empatía que no tengas secretos ni lados ocultos.


3- Es leal: los amigos son aquellas personas, quizás las únicas, que siempre permanecen a nuestro lado aunque las cosas se pongan difíciles.


4- No se basa en el juicio: los verdaderos amigos no condenan si se cometen errores. Ellos no juzgan. Cualquiera puede cometer errores y lo fundamental es aprender de nuestros errores cometidos y remediarlos.


5- Se basa en la reciprocidad: En una relación verdadera y auténtica, no hay astucias ni atajos. Dos amigos se apoyan, se consuelan, sin tomar en cuenta y sin sopesar intereses o conveniencias.


6- Incluye el perdón: No somos seres perfectos ni infalibles, y muy a menudo los acontecimientos de la vida nos llevan a cometer errores. Incluso hacia aquellos que nos gustaría preservar, excluir de nuestros errores y nuestras debilidades.


Una auténtica relación de amistad se revela precisamente en estas situaciones. La capacidad de perdonar es la mayor demostración de la fuerza de este sentimiento.


7- No se necesitan muchas palabras: Dos verdaderos amigos no necesitan, en determinados momentos, muchas palabras. Saben entenderse incluso con solo una mirada. Son capaces de leer en profundidad sin siquiera dar una explicación.


8- Se basa en la tolerancia mutua: Quizás uno de los rasgos más importantes de una relación de amistad, a menudo diferente a una relación de pareja o una relación entre padres e hijos. 

No esperar cambios, sino comprender las diferencias. Tolerar aspectos que, en primer lugar, no responden a los gustos o deseos propios.


9- Se alimenta continuamente: La vida suele ser caótica y confusa, tiende a hacer que la gente se extravíe, urge cambios bruscos de rumbo. Dos amigos nunca pierden sus coordenadas, incluso ante estas situaciones. Mantienen la relación estrecha y la nutren día tras día.


10- No conoce la envidia: Así como un amigo siempre estará a nuestro lado en los momentos más oscuros, él hará lo mismo en los momentos más alegres. 

Celebrará cada uno de nuestros hitos, sin experimentar jamás ese sentimiento de envidia que, muy a menudo, corrompe y contamina las relaciones.

¿Tienes la suerte de tener un amigo/a de verdad?¿Vuestra amistad cumple con estas 10 características? Compártelo con tu amigo/a del alma.


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