Las
cosas que nos decimos a nosotros mismos tienen consecuencias a todos
los niveles de nuestra vivencia del día a día; modifican nuestras
emociones, expectativas, percepciones y conductas y hacen que nos
predispongamos a las situaciones con una determinada actitud.
A
lo largo de nuestra evolución como seres humanos hemos focalizado
nuestra atención en pensamientos negativos porque nos servían para
sobrevivir en un entorno salvaje y hostil; sin embargo, eso hace
también que hoy en día a pesar de tener cubiertas nuestras
necesidades de supervivencia, no podamos en muchos casos desarrollar
todo nuestro potencial y todas esas sensaciones y pensamientos
agradables que nos ayudan a encontrarnos a salvo y en paz con
nosotros mismos.
Esto
ocurre a que llevamos mucho tiempo repitiendo en nuestra cabeza
frases negativas que nos despiertan el miedo y la inseguridad, ya que
estos pensamientos negativos se transmiten por vía directa a través
de la sociedad y la educación que constantemente recibimos de forma
inconsciente desde que somos niños hasta ahora.
Estas
frases positivas son un entrenamiento con el que podemos ayudar a
nuestro cerebro a crear pensamientos alternativos y cuanto más las
repitamos de forma consciente, más probabilidades tendremos de que
acaben formando parte de nuestro inconsciente y por tanto, nuestro
cerebro acabará repitiéndolas sin esfuerzo consciente igual que
seguramente te ocurre ahora con los pensamientos negativos o
irracionales.
Como
todo, es cuestión de darte permiso para sentirte un poco extraño/a
al principio, atreverte a llevarlo a cabo con constancia, curiosidad
y paciencia. ¡Imaginemos y juguemos a que es posible!
Escoge
unas cuantas afirmaciones cada semana o escribe aquellas frases que
percibes que te motivan; por ejemplo, un paciente al que le costaba
madrugar descubrió que le motivaba pensar “¡Soy un león!” y
simplemente al pensar eso saltaba de la cama.
Busca
y escribe tus frases positivas y motivadoras y colócalas donde
puedas leerlas, revísalas, píntalas, cántalas, medítalas, baila
al decirlas, interprétalas! Lo que quieras pero que se queden bien
grabadas. Aquí te presentamos algunos ejemplos para empezar.
- Los obstáculos han sido creados para superarlos
- Acepto y abrazo todo lo que soy
- Cada día es una oportunidad
- Yo soy mi mejor compañero/a
- Cuando acepto mi miedo y le permito existir se desvanece
- El dolor es inevitable el sufrimiento es opcional
- Evito quejarme de las cosas que necesito realizar
- Busco la manera más sencilla de hacer las cosas
- Me hago cargo de mis propias dificultades
- Soy mi mejor amigo, me acepto como soy
- Acepto las cosas buenas que el mundo me ofrece
- La vida puede ser fácil y agradable
- Tengo autoridad para sentirme libre y feliz independientemente de mis circunstancias.