jueves, 10 de marzo de 2022

Cuatro hábitos contra el deterioro cognitivo que prolongan la memoria

 


El avance de la edad determina no sólo el envejecimiento físico sino también el cerebral. Así, fisiológicamente, el cerebro envejece, a medida que disminuye el número de neuronas y comienza el deterioro cognitivo. Por supuesto, este proceso no tiene una edad precisa para todos pero su avance depende de una pluralidad de factores genéticos, ambientales y relacionados con el estilo de vida.


Como era de esperar, los investigadores encontraron que un estilo de vida saludable, desde una edad temprana, ayudaría a prevenir el envejecimiento.


Esto significa que nuestras actividades diarias tienen efectos a largo plazo, afectando la calidad de vida, incluso en la vejez. He aquí, pues, algunos hábitos que sería recomendable adoptar para prevenir y contrarrestar el deterioro cognitivo, que se acelera en la vejez.


Los hábitos diarios que contrarrestarían el envejecimiento cerebral

El primer consejo fundamental es mantener la mente entrenada. ¿Cómo? Pues simplemente haciendo actividades como: lectura, matemáticas, crucigramas, ejercicios de lógica, y crucigramas. Estas actividades requieren concentración y mantienen activa la función cerebral, lo que ralentiza el deterioro de la materia gris. 

Por tanto, entrenar el cerebro sería una de las mejores pastillas contra el deterioro cognitivo pero también contra las patologías . Piense, en particular, en aquellos que afectan la corteza cerebral, como la demencia y el Alzheimer.P


Por lo tanto, los jubilados deben mantenerse activos y dar cabida a nuevas actividades y pasiones. 

Por el contrario, la actitud de total reposo y resignación es ciertamente contraproducente.


De los cuatro hábitos diarios que contrarrestarían el deterioro cognitivo, el segundo es el ejercicio físico, como: caminar, andar en bicicleta y nadar. En cualquier caso, cualquier tipo de deporte ayudaría a mejorar el rendimiento del cuerpo y la mente. De hecho, es un calmante natural para el estrés y ayuda a concentrar la energía y a combatir la fatiga y la depresión. 


Además, el deporte tiene efectos beneficiosos sobre el sistema circulatorio y ayuda a inducir el sueño , lo cual es fundamental para preservar el cerebro de posibles daños.


El tercer hábito es participar en actividades sociales y dedicarse a pasatiempos y aficiones. Es decir, las personas mayores deben aprovechar su jubilación para poder organizar viajes y actividades al aire libre, que fomenten la sociabilidad. Por eso, es importante combatir la soledad y el aislamiento. Por el contrario, es necesario dedicarse a los vínculos con amigos y familiares y sentirse parte de una comunidad. 


Este comportamiento ayuda a estimular las funciones cognitivas, preservando el lenguaje, la memoria y el aprendizaje.


El cuarto hábito diario que no debe subestimarse se refiere a una nutrición adecuada. De hecho, es importante seguir una dieta completa con todos los nutrientes. 


Así que come verduras, frutas, cereales integrales, pescado, legumbres, todo aderezado con aceite de oliva. Esto se debe a que: las frutas y verduras son ricas en agua, vitaminas y sales minerales, sustancias que protegerían la membrana celular. 


El pescado azul y los frutos secos son ricos en ácidos grasos como el omega 3, que actúan contra el deterioro cognitivo. Finalmente, el aceite de oliva, gracias a su contenido en polifenoles, también sería capaz de prevenir el envejecimiento cerebral.

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