La mayoría de las personas piensan que su
alma gemela es aquella persona maravillosa de la que te enamorarás a primera vista,
nunca discreparás sino que vivirás con ella en una armonía constante como si de
algo mágico se tratara. Pero eso no es realista.
"La
gente cree que un alma gemela es la pieza de puzzle que mejor encaja
contigo, y eso es lo que todo el mundo quiere. Pero una verdadera
alma gemela es probablemente la persona que te hace ver todo lo que
te está frenando, la persona que te da un toque de atención para
que puedas cambiar tu vida.
Una verdadera alma gemela es
probablemente la persona más importante que conocerás, porque
derrumbará tus muros y te despertará de un "bofetón". ¿Pero vivir
para siempre con tu alma gemela? No, es demasiado doloroso. Las almas
gemelas llegan a tu vida solo para revelarte otra capa de ti mismo, y
luego se van.
El propósito de un alma gemela es cambiar algo en ti, destrozar un poquito tu ego, enseñarte tus obstáculos y adicciones, abrir tu corazón de un golpe para que pueda entrarle la luz, hacerte estar tan desesperado y fuera de control que tengas que transformar tu vida.” (Elizabeth Gilbert)
ENTONCES, ¿CÓMO
PODEMOS SABER CUANDO HEMOS ENCONTRADO A NUESTRA ALMA GEMELA?
Los expertos en el tema
identifican las siguientes señales que nos lo revelan:
1. Se comunican
sin hablar: Ambas se leen como un libro abierto sin necesidad de hablar; sólo
con mirarse. Se intuyen y conectan de tal manera, que casi uno puede
terminar las frases del otro.
2. En tu interior
sabes que has encontrado a tu alma gemela, pues nunca habías tenido una
conexión semejante con alguien. Llega como un signo revelador y todo ser lo
sabe.
3. Las dos almas empastan tan bien
desde el primer momento que sienten que ya se conocían con anterioridad. Hay
una sensación de comodidad entre ellas desde el primer instante. No existen
juicios entre ellas porque todo está bien, todas las emociones y pensamientos
se comparten sin temor.
4. La química es
palpable: No sólo a nivel sexual sino con el simple contacto de sus manos
pueden elevarse hacia la más sublime de las sensaciones, aunque haya pasado
mucho tiempo ya en la relación.
5. Pero ¡ojo!, como
decíamos anteriormente, no todo es agradable y color de rosa. Tu alma gemela te
retará como nadie lo ha hecho jamás; porque trae con ella algunas de las
lecciones más difíciles para el alma.
Existirán desafíos y retos que
fortalecerán su unión. Y de esos tiempos difíciles nace el resorte que ayudará
a que cada uno se reencuentre con su yo más auténtico.
6. Tienes sensación
de calma interior y seguridad a pesar de las diferencias. Tu voz interior te
dice que te encuentras en una relación sana y cómoda donde todo se comparte y
se discute de manera madura y abierta. Todo fluye.
7. Y aunque a veces no se
encuentren en el mismo renglón, si compartirán siempre página: Ambas tienen
identidades separadas pero se enfrentan al mundo como uno sólo.
8. Ambas comparten
una profunda empatía hasta el punto de llegar a sentir la una, lo mismo
que la otra.
9. Es posible que
se hayan conocido con anterioridad, puede que sus caminos se cruzaran años
antes, pero el encuentro se produce cuando ambas están preparadas y ha llegado
el momento de estar juntas. Ninguna de las dos dudará.
Para terminar, os
invitamos a leer detenidamente este maravilloso poema de la poeta polaca
Wislawa Szymborska, de una gran belleza inspiradora.
Amor
a primera vista
Ambos están convencidos
de que los ha unido un
sentimiento repentino.
Es hermosa esa
seguridad,
pero la inseguridad es
más hermosa.
Imaginan que como
antes no se conocían no había sucedido nada
entre ellos.
Pero ¿qué decir de las
calles, las escaleras, los pasillos
en los que hace tiempo
podrían haberse cruzado?
Me gustaría
preguntarles
si no recuerdan quizá un encuentro
frente a frente alguna vez en una
puerta giratoria, o algún “lo siento”
o el sonido de “se ha
equivocado” en el teléfono, pero conozco su respuesta.
No recuerdan.
Se sorprenderían de saber que ya hace
mucho tiempo que la casualidad
juega con ellos, una casualidad no del
todo preparada para convertirse en su
destino, que los acercaba y
alejaba,
que se interponía en
su camino
y que conteniendo la
risa
se apartaba a un lado.
Hubo signos, señales,
pero qué hacer si no
eran comprensibles.
¿No habrá revoloteado
una hoja de un hombro
a otro
hace tres años o incluso el último
martes?
Hubo algo perdido y
encontrado.
Quién sabe si alguna
pelota
en los matorrales de
la infancia.
Hubo picaportes y
timbres
en los que un tacto se sobrepuso a otro
tacto.
Maletas, una junto a
otra, en una consigna.
Quizá una cierta noche
el mismo sueño desaparecido
inmediatamente después de despertar.
Todo
principio no es más que una
continuación, y el libro de los
acontecimientos se encuentra siempre
abierto a la mitad.
(Wislawa Szymborska)
Más información: Un acuerdo de almas
Luz Plena