viernes, 22 de octubre de 2021

Fortalece tu sistema inmunitario habitando tu cuerpo



El gran fortalecimiento del sistema inmunológico ocurre cuando habitas tu cuerpo. Cuanta más conciencia traes al cuerpo, más fuerte se vuelve el sistema inmunológico. Es como si cada célula despertara y se alegrara ante tu atención. Al cuerpo le encanta que estés presente. Esto supone una potente forma de auto curación.


La mayoría de las enfermedades invaden nuestro organismo cuando no estamos presentes en nuestros cuerpos. 

Si el dueño no está presente en la casa, todo tipo de personajes sombríos se alojarán en ella. Cuando habitas tu cuerpo, será difícil que los huéspedes indeseados entren.

De esta manera, no sólo tu sistema inmunológico físico se fortalece; tu sistema inmunológico psíquico también se refuerza enormemente.

Este último te protege a tí de los campos negativos mentales y emocionales de los demás, que son muy contagiosos.

Habitando tu cuerpo te proteges, no por medio de un escudo, sino elevando la frecuencia vibratoria de todo tu campo de energía, de modo que todo lo que vibra a una frecuencia más baja como el miedo, la ira, la depresión, etcétera, existe ahora en un nivel de realidad virtualmente diferente.

Te propongo que no aceptes o rechaces lo que estoy diciendo porque sí, mejor, ponlo a prueba.

Hay una meditación de autocuración muy sencilla pero efectiva, que puedes hacer siempre que necesites elevar tu sistema inmunológico.

Es particularmente efectiva si la usas cuando sientas los primeros síntomas de una enfermedad, pero también funciona con enfermedades que ya están arraigadas si la practica frecuentemente con una concentración intensa.

También contrarrestará cualquier perturbación de tu campo de energía por alguna forma de negatividad.



Sin embargo, no es un sustituto de la práctica diaria de estar en el cuerpo; de lo contrario, sus efectos serán sólo temporales.

Esta es la meditación:

  • Cuando no estés ocupado/a durante algunos minutos y especialmente por la noche antes de quedarte dormido/a y por la mañana antes de levantarte, “inunda” tu cuerpo con Conciencia.
  • Cierra los ojos. 
  • Acuéstete sobre tu espalda. 
  • Toma conciencia de diferentes partes del cuerpo para enfocar su atención, brevemente al comienzo: las manos, los pies, los brazos, las piernas, el abdomen, el pecho, etc. Siente la energía vital en esas partes tan intensamente como puedas.
  • Permanece con cada parte quince segundos más o menos.
  • Después, deja que tu atención corra por el cuerpo como una ola unas cuantas veces, desde los pies a la cabeza y en sentido contrario de nuevo.
  • Esto no requiere más de un minuto.
  • Luego, siente el cuerpo interior en su totalidad, como un único campo de energía.
  • Mantén esa sensación durante unos minutos.
  • Debes estar intensamente presente durante ese tiempo, presente en cada célula de tu cuerpo.
  • No te preocupes si la mente logra ocasionalmente arrastrar tu atención fuera del cuerpo y te pierdes en algún pensamiento.

  • En cuanto notes que ha ocurrido esto, simplemente vuelva tu atención al cuerpo interior.

Comienza a practicarlo, habrá un antes y un después. Es es el poder del Ahora.

Bibliografía: El Poder del Ahora (E. Tolle)

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