lunes, 29 de octubre de 2018

Lo que pasa en el mundo físico, se origina desde un mundo no físico que está en nuestro interior


Dice el refrán que cuando sembramos tormentas recogeremos tempestades; y es que, cuando  sembramos odio, rencor, agresividad o venganza, la vida nos lo devuelve multiplicado.




Todas nuestras acciones tienen su respuesta ya sean constructivas o destructivas. Siempre  las veremos de vuelta hacia nosotros/as con mayor intensidad. No hay impunidad para la crueldad, la ira, la violencia, el rencor, la maldad. No podemos esperar amor, felicidad, gratitud y que nos sonría la vida con esas actitudes destructivas. No podemos esperar un fruto maravilloso de la vida  cuando sólo le aportamos  nuestras  quejas y lamentos.






primavera


Sabemos que todo lo que pasa en el mundo físico, se origina desde un mundo no físico que está en nuestro interior. Las cosas las creamos dos veces; una en el mundo no físico y otra en el mundo físico. Desde nuestro mundo espiritual y nuestros pensamientos creamos todo lo que sucede a nuestro alrededor, todas nuestras experiencias y vivencias vienen acorde a lo que tenemos dentro. 

Lamentablemente nos hicieron creer que todo lo que tenemos hay que exigírselo al mundo.  Es por ello que  cometemos el error  de tratar de modificar lo que pasa afuera para poder encontrar la satisfacción que no encontramos adentro, lógicamente esto jamás dará resultado pues lo cierto es, que somos arquitectos de nuestro destino.

Esa es la única causa de nuestro sufrimiento:  intentar luchar por cambiar lo que sucede fuera de nosotros. 

Las personas que son capaces de modificar sus pensamientos pueden tener un gran control sobre sus emociones y por tanto, ser capaces de tomar decisiones más acertadas y constructivas.

La ley universal está fundamentada en los  PENSAMIENTOS. Los pensamientos actúan como imanes, lo semejante atrae a lo semejante, por consiguiente, de pensamientos positivos se deducen actitudes positivas que atraerán invariablemente aquellas condiciones que se correspondan a su naturaleza. Por tanto gira tus pensamientos y acciones hacia el lugar que los quieras ver según tus deseos.




Todo empezará a llegar a tu vida de la forma en que lo habías esperado. Siembra primaveras, no olvides que  la Divinidad que nos da forma también está dentro de nosotros/as. 
Y tú? ... ¿Qué estás sembrando?