martes, 24 de marzo de 2020

Los latidos contados de cada cual




Todos tenemos una carga de energía asignada, Armstrong la llamaba "los latidos contados de cada cual"; es nuestra responsabilidad utilizarla con medida y no desperdiciarla.

Recuerda que tienes el regalo de la vida, úsalo con conciencia, latido por latido y encontrarás que detrás de muchos momentos difíciles, también hay un regalo y un aprendizaje para ti. 
1- Deja ir a personas que sólo llegan para compartir quejas, problemas, historias desastrosas, miedo y juicio de los demás. Si alguien busca un cubo para echar su basura, procura que no sea en tu mente.



2- Paga tus cuentas a tiempo. Al mismo tiempo cobra a quién te debe o elige dejarlo ir, si ya es imposible cobrarle.


3- Cumple tus promesas. Si no has cumplido, pregúntate por qué tienes resistencia. Siempre tienes derecho a cambiar de opinión, a disculparte, a compensar, a re-negociar y a ofrecer otra alternativa hacia una promesa no cumplida; aunque no como costumbre. La forma más fácil de evitar el no cumplir con algo que no quieres hacer, es decir NO desde el principio.


4- Elimina en lo posible y delega aquellas tareas que no prefieres hacer y dedica tu tiempo a hacer las que sí disfrutas.


5- Date permiso para descansar si estás en un momento que lo necesitas y date permiso para actuar si estás en un momento de oportunidad.


6- Tira, recoge y organiza, nada te toma más energía que un espacio desordenado y lleno de cosas del pasado que ya no necesitas.


7- Da prioridad a tu salud, sin la maquinaria de tu cuerpo trabajando al máximo, no puedes hacer mucho. Tómate algunos descansos.


8- Enfrenta las situaciones tóxicas que estás tolerando, desde rescatar a un amigo o a un familiar, hasta tolerar acciones negativas de una pareja o un grupo; toma la acción necesaria.


9- Acepta. No es resignación, pero nada te hace perder más energía que el resistir y pelear contra una situación que no puedes cambiar.


10- Perdona, deja ir una situación que te esté causando dolor, siempre puedes elegir dejar el dolor del recuerdo.


lunes, 16 de marzo de 2020

Ejercicio para dejar ir tensiones. Louise Hay



Lee en voz alta en un lugar tranquilo y sintiendo cada palabra:

"Mientras lees este ejercicio, haz una inspiración profunda, y,mientras ex-halas, deja que la tensión desaparezca de tu cuerpo… Deja que el cuero cabelludo, la frente y la cara se relajen… Para leer no necesitas mantener la cabeza tensa… Deja que la lengua, la garganta y los hombros se relajen… Deja que se relajen la espalda, el abdomen y la pelvis… Deja que la respiración se tranquilice al relajar los pies y las piernas…. ¿Sientes un cambio notable en el cuerpo desde que empezaste a leer el párrafo anterior?.. Observa cuánto se tensa. Y si está tensándose el cuerpo, también está tensándose la mente. En esta posición cómoda y relajada, di... 
«Estoy dispuesto a aflojar la tensión. Me libero. Me dejo ir. Me libero de todas las tensiones, de todos los miedos. Me libero de todo enojo y de toda culpa. Renuncio a todas las tristezas y a todas las viejas limitaciones. Me relajo y estoy en paz. Estoy en paz conmigo mismo. Estoy en paz con el proceso de la vida. Estoy a salvo.»






Repite este ejercicio dos o tres veces. Siente el placer de aflojar la tensión, de relajarte. Repítelo cada vez que te encuentres pensando en dificultades. Necesitarás cierta práctica para que esta rutina acabe formando parte de tu vida. Una vez que estés familiarizado con este ejercicio, puedes hacerlo en cualquier parte y en cualquier momento. Y serás capaz de relajarte completamente en cualquier situación." 
También puedes realizar esta maravillosa oración de sanación del alma y prosperidad.

(Louise Hay)



jueves, 12 de marzo de 2020

15 frases de Gandhi para reflexionar

Cuando pensamos en Mahatma Gandhi, rápidamente viene a nuestra mente la imagen de un señor mayor, pobremente vestido, calvo y que caminaba descalzo por las calles. Pero Mahatma (Alma Grande) Gandhi, antes de ser el representante supremo de la Paz, recorrió un camino inmenso que no todos conocen y que va más allá de esta imagen que tenemos de él.

Aunque parezca increíble, provenía de una familia acomodada de la India que le permitió estudiar leyes en Inglaterra, luego volvería a su país natal en donde se encomendó a la tarea de defender los derechos de los ciudadanos.





Pero sus estudios no se ajustaban a la realidad que allí se vivía y apremiado por problemas financieros, acepta un puesto en una empresa hindú en Sudáfrica, en donde se compromete con la lucha racista.

Fue su madre quien lo sumergió en los valores pacifistas, además de promover su vegetarianismo. Mahatma Gandhi vuelve a la India en donde encabeza el movimiento de resistencia pacifista que sólo buscaba justicia y nunca venganza.

En base a estos principios, crea una filosofía llamada “Satyagraha” que predica la “no violencia”, pero fue encarcelado durante un año, tiempo que aprovechó para leer sobre otras religiones. Debido a la presión popular, Gandhi es liberado y en 1913 firma un pacto con el gobierno que se compromete a abolir las leyes más crueles.

Gandhi inspiró numerosos movimientos de liberación y de derechos cívicos alrededor del mundo y a muchas otras personalidades como Albert Schweitzer, Martin Luther King, Steve Biko, el Dalai lama y Aung San Suu Kyi.

Este hombre increíble que sólo buscaba la Paz y la tolerancia, profesó toda su vida la resistencia pasiva a la ocupación británica.
Sus críticas hacia el autoritarismo y la opresión, le valieron la reputación de crítico de la modernidad, cuyas ideas influenciaron a muchos pensadores y políticos.
Pero como todo líder pacifista, Gandhi se había hecho de muchos enemigos y un extremista hindú que lo acusaba de favorecer a los musulmanes lo asesinó el 30 de Enero de 1948, cuando tenía 78 años.
A sus funerales asistieron más de dos millones de personas. Es positivo recoger y refrescar valores de personas íntegras y esforzarnos por comprender el mensaje que quisieron transmitir hasta el día de su muerte.

Estas maravillosas 15 frases de Gandhi te llevarán a la reflexión:






1. Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego.

2. Dicen que soy héroe. Yo digo que soy débil, tímido, casi insignificante, y si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo que pueden hacer todos ustedes juntos.

3. Cuando todos te abandonan, Dios se queda contigo.

4. La verdadera educación consiste en sacar lo mejor de sí mismo. ¿Qué mejor libro puede existir que el libro de la Humanidad?

5. No escuches a los amigos cuando el amigo interior dice: ¡Haz esto!

6. Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia.

7. Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa.

8. Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio.

9. Si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo.

10. No debemos perder la fe en la humanidad que es como el océano: no se ensucia porque algunas de sus gotas estén sucias.

11. La voz interior me dice que siga combatiendo contra el mundo entero, aunque me encuentre solo. Me dice que no tema a este mundo sino que avance llevando en mí nada más que el temor a Dios.



12. El amor jamás reclama; da siempre. El amor tolera, jamás se irrita, nunca se venga.

13. La violencia es el miedo a los ideales de los demás.

14. No dejes que se muera el sol sin que hayan muerto tus rencores.

15. En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad de hombre, ninguna tiranía puede dominarle.

sábado, 7 de marzo de 2020

Día Internacional De La Mujer



Ser mujer es una aventura interminable, fascinante, siempre nueva. Ser verdaderamente mujer no puede suceder, viviendo un femenino separado de lo masculino; así como ser hombre de verdad, es imposible sin integrar dentro el femenino. La vida es síntesis, lo masculino es la fuerza, lo femenino la belleza.

No se es auténtico sin fuerza, ni se es feliz sin belleza. Nos necesitamos para complementarnos, lo que nos complementa, nos completa. Vinimos a acompañarnos para revelar los unos gracias a los otros, facetas de la luz aún dormidas.  Nos necesitamos y nos tenemos. Vinimos a encontrarnos.  Encontrarnos es un movimiento doble: nos encontramos con nosotros, para valorar a los otros; nos encontramos con los otros, para conocernos.

Un buen masculino es verdadera fuerza. La “falsa fuerza” es dominio, instinto de poseer, acumular, abusar; es dureza, obstinación, frialdad, orgullo; es egocentrismo. La verdadera fuerza se ha canalizado en dirección de lo superior; ha transmutado tendencias egocéntricas, se ha refinado, se ha integrado a la sensibilidad. Es capaz de sacrificarse, re dirige su foco de la conquista de cosas externas a la superación de conflictos adentro.

Cuando la vida nos concede el amor de un verdadero hombre, su respeto, su apoyo, su estabilidad, naturalmente nos convertimos en una fiesta de color y suavidad. Nuestro polen, como pensamientos, caricias, miradas, fertiliza la vida de él y la del entorno, con esa magia maternal que ponemos en todo, en las amigas, los compañeros de trabajo, la casa, los enfermos, los abuelos, los niños… En todo.

Bien acompañadas, florecemos a ese estado de embellecer sin más, ese embellecer que viene del ser, de la delicadeza natural del eterno femenino que espera darse en cada una de nosotras.
Bien acompañadas, no necesitamos estar poniendo fronteras, ni barreras, ni demostrar valía; ni defendernos, ni impedir que se nos domine, que se nos desplace o se nos anule. 

La compañía puede ser concedida fuera, por el regalo de un buen compañero o puede trabajarse dentro por la sabiduría de comprender la vida. Los dos procesos son todo, menos una disyuntiva.  El hombre que acompaña, fortalece si se es consciente; la soledad que templa, fortalece si uno no se duerme.

No podemos ser  mujeres, sin una buena relación con lo masculino entendido como verdadera fuerza. No lo intentemos, por favor no… Sin fuerza nos perdemos la autonomía, la libertad, caemos en ser niñas (débiles, dependientes, sumisas, temerosas) o niñas con afán de dominio (manipuladoras, egocéntricas, calculadoras, caprichosas, cambiantes, irracionales, tiranas) o compensamos y en el temor a ser débiles desarrollamos un mal masculino (dominantes, competitivas, mandonas, rígidas, hiper racionales, tensas, exigidas, irritables).

¿Y si no estamos bien acompañadas? Decíamos que la soledad templa, si uno no se duerme. La soledad puede ser un oasis en el que darnos la oportunidad de construirnos. Los períodos de no tener pareja permiten el silencio necesario de averiguar cómo somos, como somos nosotras. Averiguar cómo hemos sido, que tipo de hombres hemos elegido; como nos hemos dejado influenciar, como les hemos intentado cambiar…  Ese proceso de auto descubrimiento dará lugar a que un buen masculino llegue, o a que ya no sea necesario, porque llegó dentro.

El alma puede nutrirse del buen masculino en la fuerza de la tormenta, la potencia de las olas cuando el viento las suelta…  En un libro, un consejo, una tarea cumplida.  Puede el alma nutrirse del masculino en el hermano, el amigo, el padre, el socio, el maestro, incluso en la fuerza de las amigas, las madres, las hermanas.


Lo masculino es en todos la voluntad del alma,
el liderazgo sobre la propia vida,
la capacidad de sobreponerse a las dificultades,
la valentía de conquistar lo nuevo,
la fuerza de elegir lo verdadero.


Lo femenino es en todos el amor del alma
la capacidad de fundirse sin perderse,
la capacidad de darse sin secarse,
como un manantial siempre nuevo.
La profundidad de arraigarse en el ser
que da belleza al hacer.


La belleza adquiere su esplendor, sólo cuando la fuerza la sustenta.
La fuerza adquiere su esplendor, cuando se entrega a la verdad, que es belleza. 

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