Los que creen en el amor lo saben, encontrar un alma gemela es el mayor deseo de todos.
Lo que indica un amor que es puro, seguro y capaz de durar para siempre.
Esta es una imagen que muchas veces se idealiza debido a
las películas y las novelas pero que, según quienes la han
experimentado, realmente tiene algo increíble. Al fin y al cabo,
tener a tu lado un compañero capaz de entendernos con una sola
mirada, de completarnos y de darnos pasión pero también sensación
de estabilidad no es algo que se encuentre todos los días.
Pero, ¿cómo reconocer al alma gemela? Si estuviéramos en una película sentiríamos que se enciende la chispa, el Universo nos enviaría todo tipo de señales y el corazón hablaría por nosotros. Cosas que probablemente también suceden en la vida normal pero tomadas de la vida cotidiana que no eres capaz de notar como cuando te encuentras relajándote frente a la pantalla del televisor.
Afortunadamente,
existen señales, que según las parejas felizmente unidas desde hace
muchos años, pueden ayudar a entender si la persona que tienes al
lado o que acabas de conocer es la adecuada o no. Pistas que
combinadas con el amor que obviamente es el componente básico y
fundamental, pueden sugerir la posibilidad de un amor que puede durar
para siempre. Así que vamos a averiguar cuáles son los más
importantes.
Los signos para reconocer a tu alma gemela
- Hay un sentimiento particular. Dos personas nacidas para estar juntas suelen reconocerse. Esto significa que incluso en silencio pueden sentirse a gusto y que, a pesar de las llamadas mariposas en el estómago, el sentimiento básico es el de haberse conocido desde siempre. Suele ser una pista muy importante pero eso, ojo, no necesariamente sucede de inmediato. A veces, la persona adecuada puede aparecer en el momento equivocado y, por lo tanto, solo aparece como tal más tarde. Las características básicas, sin embargo, no cambian y entender si sois o no compatibles tarde o temprano se hace necesario.
- Te las arreglas para ser tú mismo. Suele ocurrir, sobre todo en los primeros días, pretender ser diferente de lo que eres o sentirte incómodo al mostrar algunos aspectos de tu persona. Sin embargo, con la pareja adecuada, suele ocurrir exactamente lo contrario. Nos encontramos diciendo cosas pero no reveladas ni siquiera a nuestros amigos más cercanos, somos más espontáneos que nunca y siempre nos sentimos como en casa, aunque siempre estemos en lugares diferentes.
- Te sientes escuchado. Sentirse escuchado es algo que sucede cada vez con menos frecuencia y que te hace sentir acogido, apreciado y sobre todo importante a los ojos de la otra persona. Cuando tienes la suerte de encontrarte con alguien que está dispuesto a escuchar y que interviene mostrándose implicado, la sensación siempre es positiva y no es raro que esa sea precisamente la pista de que tienes a tu alma gemela frente a ti. Aquel que podrá escucharnos durante todos los días de vida juntos
- Quieres compartir todo. ¿Se han conocido recientemente y, sin embargo, quieren compartir cada pequeña cosa en su vida? Entonces es muy probable que el que acaban de conocer sea realmente el alma gemela. Compartir pensamientos, sensaciones y emociones es siempre la muestra de que en la base hay una relación especial donde el tiempo juntos no es sólo el que se vive en persona sino también el que se compone de distancias y esto porque la verdadera cercanía es la que se vive desde el corazón.
- Ante todo amigos. Sentir que la otra persona no es solo un compañero sino sobre todo un amigo es uno de los pasos que determina la posibilidad real de tener a la persona de por vida a tu lado. Aquel con el que compartir cada aspecto de uno mismo, con el que ser uno mismo y poder hablar de todo sin problemas. El sentimiento de amistad es algo que encaja perfectamente en la relación y que a menudo une los sentimientos, dando esa ventaja extra cuando los problemas de la vida se interponen y causan tensión y problemas. Por eso es uno de los sentimientos más importantes y capaz de hacerte entender si la persona que tienes a tu lado es la adecuada o no.
- Comparten los mismos valores. Puede parecer extraño pero tener los mismos valores es uno de los requisitos más importantes para poder considerarse almas gemelas. No hablamos necesariamente de creencias personales o formas de entender la vida sino de aquellos valores básicos que caracterizan a la persona en su forma de ser. Compartirlos hace que las dos personas sean una sola y capaz de avanzar a pesar de las diferencias y sin nunca romperse.
- Encuentro. La capacidad de reunirse es también un requisito de las personas hechas para estar juntas durante mucho tiempo. Los pequeños sacrificios no importan y cuando ves a la otra persona en dificultad, haces algo para mediar y encontrar un punto de encuentro. Es una forma de ser que se puede perfeccionar con el tiempo pero que se debe establecer de inmediato ya que es fundamental para lograr que la pareja crezca junta siempre yendo en la misma dirección y obteniendo así diferentes posibilidades para toda la vida.
- Se siente feliz cuando están juntos. Finalmente, puede parecer superfluo, pero una de las características más importantes para una vida de dos destinada a perdurar en el tiempo es la de ser felices juntos. Mimarse, llevarse pequeñas sorpresas y compartir hasta los momentos más sencillos y cotidianos, sentirse feliz solo por estar juntos son señales de que la persona a tu lado es la indicada. De hecho, la felicidad es algo que a menudo no se experimenta con tanta sencillez y que, una vez encontrada, debe conservarse como un don precioso.
Estos signos son solo algunos de los que te indican la posibilidad de tener a tu alma gemela a tu lado. El más importante de todos es obviamente el amor que no puede ni debe fallar nunca. El resto puede ser más o menos evidente y en ocasiones incluso se puede trabajar en ello. Lo que importa es que cosas como la amistad y las ganas de juntarse y compartirlo todo sean la base de la relación. De esta manera, en efecto, iremos hacia una relación sana, serena y con bases sólidas que sustentarán cada acontecimiento de la vida.