Todo el mundo hemos experimentado celos alguna vez. Este hecho tan
cotidiano y que es base de numerosas canciones y películas convierte la vida de
muchas parejas en un verdadero suplicio llegando incluso a la ruptura de la
pareja, y por tanto, a la pérdida de la persona amada.
Podemos definir los celos como ese sentimiento basado en perder a la
persona amada en beneficio de un tercero o rival. Bajo este sentimiento siempre
hay una base de inseguridad en uno/a mismo/a y falta de confianza en la otra
persona.
Los celos provocan una sensación de angustia en la persona que los
experimenta e incluso pueden llegar, en casos patológicos graves, al delirio
mental; incluso llegando al extremo de
hacer daño a la pareja. Pero nos centraremos en los celos cotidianos.
Los celos no siempre son malos. Como la mayoría de las características
de la personalidad, es cuestión de grado. En casi todas las parejas existe una
consciencia de que la otra persona puede romper voluntariamente la relación.
Esto hace que los componentes de la relación intenten cuidar de la misma. de
esta manera, los celos actúan de manera positiva como motor que impulsa a ambas
partes a resultar atractivos y agradables mutuamente.
¿Cuando actúan los celos de manera
negativa? Cuando comienzan a enturbiar la vida de la pareja. Cuando la relación
se basa en una duda constante, hasta el punto que se coarta el necesario margen
de libertad de ambas partes para
desarrollarse plenamente como personas. En este momento, cuando uno de los dos
se sienta alterado, irremediablemente afectará al otro y evidentemente, a la
relación entre ambos. El sufrimiento atacará en ambas direcciones: al que sufre
los celos, por la angustia que le produce el percibir que está perdiendo a su
pareja, y, por otra parte, su pareja se siente acosada, agobiada y vigilada.
¿QUÉ PODEMOS HACER?
El primer paso para solucionar el problema es ser conscientes de la
existencia del mismo. Dado que sabes que tu carácter te lleva al planteamiento
de dudas infundadas, debes ser consciente de que tu pareja sufre también con
esta situación. Para ella, tener que dar explicaciones continuamente de lo que
hace o dice puede llegar a ser agobiante e insufrible. Por esto, la misma
actitud celosa puede ser la que lo vaya alejando e incluso, busque tranquilidad
y entendimiento fuera de la relación.
Por lo tanto, dado que ambas partes sufren, serán los dos quienes pongan
remedio a la situación; y para ello, hará falta grandes dosis de paciencia,
comprensión y tolerancia. Recuerda que la solución a cualquier problema de
pareja pasa por la comunicación y la colaboración entre ambos. Sólo a través de
ella cada una de las partes entenderá el punto de vista del otro y cómo vive la
situación y, de esta manera, tener una idea general de lo que está ocurriendo.
UNA COMUNICACIÓN POSITIVA
No es fácil mantener una conversación
sobre el tema con alguien celoso, pues su grado de ansiedad por la angustia que
padece, puede acrecentarse. Puede experimentar reacciones rápidas que
desembocan en agrias discusiones. Las ideas que se forja sobre la posibilidad
de perder a la persona que ama son completamente irracionales e incluso,
llegará a cuadrar los hechos de tal manera que le conduzcan a estas
conclusiones.
Es necesario que la conversación se
mantenga dentro de unos cauces sosegados, evitando las discusiones y la
asignación de culpabilidades. La actitud de ambas personas debe ser de
encuentro y escucha activa. Se supone que el objeto común de la conversación es
el acercamiento constructivo y no destruir la relación existente a base de
lastimarse mutuamente. Ambos deben de estar concienciados de encontrar una
solución al problema y para ello, es necesario ceder en algunos momentos y
controlar impulsos que lleven a acusaciones infundadas.
Para conseguir una conversación abierta y
positiva, será imprescindible saber elegir el momento adecuado. Este momento
será aquel en el que estés libre del sentimiento de celos y puedes abrirte
emocionalmente con la otra persona. También se tendrán en cuenta otros factores
como:
Estar libre de interrupciones o factores
externos
En el momento de la conversación no
se debe realizar ningún otro tipo de actividad que pueda distraernos
Eligir un día en que las dos partes
se encuentren relajadas. Si hay estrés, no hay paciencia ni por supuesto,
entendimiento ni encuentro.
Elegir un día en que ambas partes
estéis abiertas a la conversación. Forzar la misma sería contraproducente
REFORZAR LA CONFIANZA DEL OTRO EN LA
PAREJA
En el mundo de la pareja todo tiene solución siempre y cuando estéis
dispuestos a trabajar para poder arreglarlo. También se ha de estar dispuesto a
realizar pequeños sacrificios y concesiones cuando sea necesario y siempre en
beneficio de la salud de la relación. Lógicamente para que esto ocurra debe
existir amor entre sus componentes.La colaboración del otro es importantísima.
Debe comprender que la persona celosa no puede evitar ese sentimiento y
ayudarle a superarlo. ¿Cómo? Haciendo patente que no existe realmente la
intención de abandono.
Una pareja debe coexistir en un medio de comprensión y enriquecimiento,
por tanto la desconfianza del compañero no puede conducir a la reclusión del
otro.
En el momento que aparezcan los
celos, debe armarse de paciencia y hacer ver a su compañer@ que tales sospechas
carecen de fundamento y recordarle, que es debido a su carácter como ya se
habló en la conversación previa.
Es importante aguardar al día siguiente antes de hablarle al otro de
algo que nos puso celos@. Las cosas con perspectiva y distancia se ven
diferentes y, a veces, la almohada es más útil de lo que imaginamos.
El punto clave para superar el problema de celos es intentar reparar la
falta de confianza de la persona celosa en el amor por su pareja.Un buen
recurso consiste en reconocer los méritos que posee y hacerlo en público y en
privado.
Si eres una persona celosa debes entender que el hecho de que tu pareja
mire a otra persona no significa que la prefiera. El hecho de que un individuo
mire a otro del sexo opuesto que sea atractivo puede tener las mismas
connotaciones que si mirara un paisaje bonito con admiración y es seguro, que
esta persona no se sentirá atraído sexualmente por ese paisaje.
Un recurso muy útil para ir cambiando la mentalidad es comentar con tu
compañer@ el atractivo de tu "competencia" con la confianza de que tú
aportas valores de los cuales esa otra persona carece. Por ejemplo: ¿Has visto
que chic@ tan guap@? Poco a poco irás comprendiendo que mirar a los otr@s sin
malicia, hacer bromas con los compañeros de trabajo o tomarse unas cervezas al
salir del trabajo no son actitudes que impliquen falta de amor hacia tí.
Es probable que a partir de aquí y con este sistema, el nivel de
acusaciones se vea notablemente reducido. No obstante, debemos recalcar que una
persona celosa lo será el resto de su vida. No se trata de suprimir esta
característica de la personalidad, sería imposible, si no de reducirla a un
grado moderado o soportable que no ponga en peligro la estabilidad de la pareja
ni provoquen sufrimiento a sus componentes.
Cuando los celos se vuelven
patológicos, nos podemos encontrar con los siguientes síntomas:
- Ansiedad y preocupación constante por la
pareja y sus acciones.
- Actitudes paranoicas y violentas con
la pareja.
- Aislamiento del grupo familiar y
social.
- Necesidad de estar junto a la pareja
todo el tiempo
- Sospechas constantes de ser víctima
de un engaño amoroso.
- Sentimientos de abandono constantes.
- Baja autoestima y sentimientos de
inseguridad
Si tu pareja te llama constantemente
para saber dónde estás, con quién y haciendo qué; si expía las llamadas de tu
móvil, tus conversaciones de Whatsapp, tus emails, tu redes sociales, etc. a la
mínima oportunidad; si critica tu forma de vestir o si te “arreglas en exceso”;
se molesta cuando hablas con otras personas y te acusa de flirtear con ellas;
si vuestras discusiones siempre rondan el mismo tema (sus celos, sus sospechas
sobre ti); si se enfada cuando sales con tus amigos/as o intenta impedirte que
pases tiempo con otras personas, etc. puede que os encontréis ante un caso de
celos patológicos. Ante esto lo mejor es que acudáis a un profesional para que
evalúe vuestro caso concreto y os preste la ayuda más conveniente al mismo.
Porque estos celos no son “normales” y conllevan un profundo sufrimiento para
todas las partes, destruyendo todo a su paso.