El silencio es el idioma que
aparentemente menos cuesta aprender y curiosamente, el que más nos cuesta
asimilar.
El silencio tiene significados
diferentes según las culturas; por ejemplo para los orientales, el silencio es
sinónimo de equilibrio y paz interior; sin embargo, los occidentales lo unimos
generalmente con situaciones de soledad
y tristeza.
Para nosotros/as estar bien
debe ir necesariamente unido a risas y alegría; pero esto es un concepto
erróneo, alimentado por factores culturales y ambientales que condicionan
nuestra manera de pensar y actuar.
Hay personas que no se encuentran
cómodas en el silencio. Por lo general son personas inseguras o condicionadas
por experiencias negativas que le llevan a relacionar el silencio con malestar.
También es cierto que hay
"silencios que matan"; que
pueden ser muy dañinos cuando se utilizan con intención agresiva o despectiva.
Pero tampoco me puedes negar, que
existen silencios llenos de complicidad, comunicación, y entendimiento.
Silencios íntimos, profundos, llenos de respeto y de verdad.
El silencio es fuerte, no es débil.
Las mejores decisiones siempre se toman en el silencio, la meditación y la
reflexión. El silencio es serenidad y dignidad; pero también es un reto difícil
para los que formamos parte de una sociedad ruidosa y extrema en palabras.
El silencio bien utilizado tiene un
poder enorme para deshacer tensiones, procurar encuentros y eliminar los
errores de la palabra. El silencio puede ser el arma de comunicación más
intensa y profunda entre dos personas.
¿CÓMO PUEDES UTILIZAR BIEN EL
SILENCIO?
- Cuando no sepas muy bien qué decir, calla y pon cara de atención, mirada expectante y actitud relajada. No tengas prisa por hablar, observa y pronto verás cuando debes intervenir o si es necesario seguir hablando con silencios llenos de intención. Con esto conseguirás que tu interlocutor se despiste y lograrás ventaja.
- Practica la escucha activa; esfuérzate más por escuchar lo que los otros te están diciendo, y empatizar con lo que ocurre a tu alrededor más que por verbalizar lo que estás sintiendo.
- Si eres de las personas que "salta" ante el primer comentario que no te agrada o ante cualquier conflicto, intenta practicar el autocontrol; verás como con el tiempo ganas en capacidad de relación, análisis y observación.
- Aprende que en situaciones de tensión, el silencio respetuoso es más eficaz y llega más al corazón del otro que una gran retahíla de palabras inadecuadas cuyo efecto puede ser demoledor en una relación.Cuando estés nervioso/a o excitado/a, busca el silencio y la soledad; serán tus mejores aliados.
Si practicas estas nuevas habilidades
comunicativas, verás como tus silencios serán más locuaces y efectivos que
cualquier discurso. Ganarás el respeto de los demás y mejorarás tu comunicación
con el mundo.
Busca todos los días momentos de
meditación y recuerda que dominar la cultura del silencio es tener la llave de
la comunicación.
Publicado por: Luz Plena, Educadora Social