Los
pensamientos que ha ido construyendo su carácter lo han llevado
allí, y en la disposición de su vida no hay elementos de azar, sino
el resultado de una ley que no puede fallar. Esto es así tanto para
aquellas personas que se sienten descontentas con su entorno como
para aquellas que están satisfechas con el.
Desde
el momento en que el hombre es un ser de evolución y progreso, esto
significa que debe aprender que ha de crecer; y mientras aprende la
lección espiritual que cada circunstancia de vida le ofrece, esta
termina y da lugar a otras circunstancias.
• El
hombre será desbordado por las circunstancias mientras se piense a
si mismo como un ser creado y condicionado por factores exteriores,
pero cuando se da cuenta de que es un poder creativo, y que puede
manejar el abono y las semillas de su ser de las que nacen las las
circunstancias, éste se convierte en el dueño y señor de si mismo.
• El
hombre que practica el autocontrol y la autopurificación sabe que
las circunstancias nacen de los pensamientos, porque ha notado Y
APREHENDIDO que la alteración de sus circunstancias están en
exacta relación con la alteración de su estado mental. Por tanto,
cuando un hombre con ilusión e intención se dedica a subsanar los
defectos de su carácter; y realiza un progreso rápido y marcado,
pasa indiscutiblemente por una sucesión de cambios cualitativos y
repentinos en su vida.
RECUERDA
- Si sembramos pensamientos negativos, obtendremos tristezas
- Si sembramos pensamientos correctos, alegrías.
- Nosotros podemos decidir que queremos: ¿frutas dulces o amargas?.
- Pensamientos elevados, dan resultados prósperos. Por tanto, hay que albergar solo pensamientos correctos, pensamientos constructivos.
- Somos los amos del pensamiento, forjadores del carácter, creadores y modeladores de condiciones, entornos y destinos.
- Como Seres de Inteligencia, Poder y Amor, poseemos la llave de cada situación, llevamos con nosotros el timón de transformación y regeneración. Somos hacedores de milagros.
- Hay que ir trabajando causa y efecto con práctica y observación paciente, y utilizando cada experiencia, por trivial y cotidiano que sea, como medios para obtener el conocimiento de nosotros/as mismos/as. Adquirir así entendimiento, sabiduría y poder. Sólo así entraremos en la Puerta del Templo de nuestro Conocimiento.
- Cuida el jardín de tu mente, limpiandola de pensamientos dañinos e inútiles y cultiva hasta la perfección las flores y frutos de pensamientos correctos, útiles y puros. Solo siguiendo este proceso tarde o temprano descubrirás que eres el director de tu propia Vida.