lunes, 26 de noviembre de 2018

El arte de la pareja


Hay un sufrimiento totalmente inútil y máxime cuando la vida nos enfrenta a situaciones tan difíciles que engendran tanto dolor. Es el sufrimiento que viene dado por el denominado mal de amores. A menudo, las personas nos empeñamos incluso en estar con quien no quiere estar con nosotros. Pero debido a las carencias emocionales, al ego, a la incapacidad para aceptar que alguien quiera desapegarse de nosotros y a otros muchos factores; lo cierto es que la mayoría de las personas sufren inmensamente cuando su pareja ya no quiere perpetuar la relación y decide desvincularse.


Es entonces que nos arrastra la angustia causada por lo que en psicología se denomina "el objeto amoroso en huida" o el alejamiento del "fetiche erótico".




Son muchas la personas que dia a dia se desgarran por una ruptura amorosa. Si te encuentras ahora mismo en esta situación te aconsejamos:
  • Si dejas ahora esta relación que tanto te obsesiona, pero que es causa de tanto dolor, vivirás un infierno, pero un infierno que tiene fin, y de la otra manera será un infierno sin final.

  • No te resistas al sufrimiento. Vive el duelo tras la ruptura, pero no te compadezcas, no añadas sufrimiento al sufrimiento, no hagas elucubraciones (“si esto yo hubiera”, “si él/ella no hubiese dicho o hecho”, etc.) no busques respuestas obsesivamente, acepta conscientemente el hecho y aprende a soltar.

  • Practica el amor consciente: si quieres de verdad a una persona, deséale que sea feliz incluso aunque se aleje de ti.

  • Si el seguir tratando a esa persona al margen de la relación sentimental te hace daño, pon durante un tiempo necesario "distancia terapeutica".



  • Sobre todo reflexiona en que otra persona puede complementarte, pero nunca completarte. Esa es una labor que te incumbe sólo a ti y nada má que a tí.








  • No alimentes sentimiento de culpa ni culpabilices.

  • No presiones, no trates de manipular. Si esa persona un día quiere retornar la relación y tu también estás en disponibilidad, lo valorareis. Mientras tanto, encuentra refugio en ti mismo/a y medita para aprender a vivir la soledad, pero sin un exacerbado sentimiento de soledad.


El maestro de yoga y escritor Ramiro Calle, en su libro "El Arte de la Pareja", el cual recomendamos; hace referencia a algunos requisitos o claves que pueden ayudar en el buen desarrollo de las relaciones sentimentales; unos consejos muy interesantes que a todos/as nos debe llevar a la reflexión y a su puesta en práctica:

  • Respeta los tres espacios: el tuyo, el suyo y el vuestro.

  • No te sientas frustrado/a ni resentido/a porque las personas no cumplan tus expectativas, si ni siquiera cada uno de nosotros cumplimos las nuestras propias, menos las de los demás.

  • Estáte vigilante para evitar reproches, rencor, reyerta de egos, exigir, manipular aunque sea muy sutilmente, presionar, alegar que el otro te es imprescindible (“no puedo vivir sin ti”) o tu debes serlo hacia el otro, echar en cara o utilizar palabras hirientes.

  • No imponer que te quieran como tu quieres que te quieran y quieres que te lo demuestren.




  • Liberar la relación de celos, de sentimientos posesivos y de querer y obligar al otro/a a que encaje en el guión que queremos elaborar de su vida u obligar a que sea a nuestra imagen y semejanza; respetar sus inclinaciones, intereses vitales, y sueños, que no tiene por qué coincidir con los nuestros.

  • Trabajar nuestro interior para superar carencias emocionales, fisuras o agujeros psíquicos, dependencias o afán de dominio, para encontrarse bien con uno mismo y poder compartir ese bienestar con los demás.

  • No dejarse atrapar por el patrón de que nos tienen que atender, comprender, ser más indulgentes o generosos de lo que nosotros estamos siendo, tratando de despertar un victimismo y compasión de cara a embaucar a la otra persona para que nos atienda en detrimento de ella.

  • Aceptar conscientemente a la otra persona y tomar la opción madura de seguir con ella o desvincularse, pero sin hacerla responsable de nuestros problemas, ansiedad o tristeza, soledad o amargura, limitaciones o desencanto.







De cualquier modo, cada relación sentimental es única,pero si uno está interiormente más armonizado, será capaz de relacionarse más fructíferamente. Y en cualquier caso, nunca vivir a la sombra del miedo en una relación, porque de éste no puede florecer nada hermoso y una relación debe basarse en el genuino amor y no en el neurótico sentido del deber.

El amor consciente, que sabe asir y soltar, que desea realmente la dicha de la otra persona, es el verdadero antídoto contra el amor posesivo y dominante. 

"Los dioses aman conscientemente y el que ama conscientemente se convierte en un dios". 

Este tipo de amor tan elevado exige un noble aprendizaje, pero por largo y arduo que sea bien merece la pena, porque el verdadero a-mor quiere decir sin muerte.


Bibliografía: El arte de amar; (R. Calle)