La
hernia es una hinchazón de tejidos blandos o un órgano saliente a
través de la pared muscular, ahí donde existe un punto débil que
permite esta salida.
Por
ejemplo, las de los bebés suelen estar vinculadas con una mala
cicatrización del cordón umbilical después de su corte. Esta
hinchazón puede expresar el rechazo como bebé de dejar el tierno
nido materno y la resistencia a nacer.
En el adulto, puede representar un gran deseo no expresado de romper con una situación o una persona que me es desagradable y con la cual me siento comprometido.
Esto puede referirse a una ruptura de mi pareja
provocada por mí o mi cónyuge y que tengo dificultad en aceptar.
¿Te parece pesada la vida que llevas?
También puede expresar un autocastigo porque me culpo, sintiéndome impotente o incapaz de realizar ciertas cosas. Vivo así mucha frustración frente a mí mismo. Por el control de mi coacción, alcanzo un nivel en el cual todo explota o más bien “implota” dentro de mí.
Visto que no he liberado exteriormente mi desamparo, debe hallar un
modo de salir. La pared abdominal protege mis órganos internos y los
mantiene en su lugar. Por consiguiente, la hernia en el músculo
puede estar vinculada al deseo de guardar mi universo en su lugar sin
permitir la liberación de la agresividad o expresiones más fuertes.
¿Te permites liberarlas?
Puedo sentirme culpable de estar en este estado y me siento empujado y forzado a ir demasiado lejos, o intento cumplir mi objetivo de un modo excesivo. Hay un “impulso mental” o estrés que intenta brotar. Quieres salir de un estado o de una situación que no es agradable y en el cual te sientes obligado a quedarte. Se trata de cierta forma de autocastigo.
En
una hernia discal, además de lo que significa una hernia, hay un
derrame anormal de los líquidos, implicando, desde un punto de vista
metafísico, las emociones. Hay también dolor en los nervios,
implicando la energía mental y la culpabilidad. Todo esto indica un
profundo conflicto afectando todos los aspectos de tu ser.
En la
situación de la hernia discal, la palabra clave aquí es presión.
Puedes sentirla al nivel de tus responsabilidades familiares,
financieras, de tu trabajo, etc. Es como si ejerciera una presión
sobre tí mismo sobrepasando tus límites, tomándote por alguna otra
persona. Esta presión puede venir de ti, de los demás o de algún
otro sitio. Tienes la sensación de estar solo/a en la vida y de no
tener ningún apoyo, dudando en confesarlo a los demás y, sobre
todo, a tí mismo/a. Lo cual te hace sentir preso/a e indeciso/a.
A
continuación realiza esta afirmación en un lugar tranquilo y
sintiendo cada palabra:
Ahora
me siento sostenido por la vida.
Me
libero de cualquier culpabilidad o presión;
Me
amo tal como soy.
Hago
lo mejor que sé y dejo el resto a Dios.
Ha
llegado el momento de una nueva salida.
Necesito
expresar mi creatividad.
Ahora,
me permito ser yo mismo/a exteriorizándome más libremente.
Vivo
más amor hacía mí y los demás porque sé “Quien Soy”...
AMEN
Así es ... Gracias Amado Universo