Maravillosa
entrevista a Ramiro Giménez Cara, de 96 años y alumno senior de la
UNED de Tudela (Navarra)
Habla
cinco idiomas: castellano, italiano, inglés, francés y catalán.
Actualmente, asiste a clases de alemán. Es estudiante habitual de
los cursos de Extensión Universitaria de la UNED de Tudela donde,
desde el 21 de noviembre 2008, ha realizado un total de 36
actividades. Dedica parte de su tiempo al voluntariado en Cruz Roja
como profesor de castellano. Tiene tres hijas, un hijo, tres nietos,
cinco nietas y dos bisnietas. Estudió Literatura italiana y Derecho
en Madrid. Él es Ramiro Giménez Cara, el próximo 17 de diciembre
cumple 96 años y mantiene intactas su pasión por el saber y el
conocimiento y su curiosidad por la vida.
Ramiro
nació en Murcia en 1923 y se trasladó a Tudela en el año 1965. De
padre barcelonés, madre murciana y abuelos cordobeses, afirma que
sus primeros recuerdos se sitúan en Milán, donde vivió desde los
tres a los diez años, edad en la que se traslada a Barcelona. Ramiro
y su familia residieron en la Ciudad Condal algo menos de un año,
hasta que a su padre le surgió la posibilidad de trabajar en una
editorial en París. Allí vivieron durante ocho años, periodo tras
el cual, Ramiro se trasladó a Madrid para estudiar Derecho en el
Casón de San Bernardo. Después estudió Literatura italiana en
Perugia (Italia).
Su
vida profesional ha estado ligada a una empresa de fabricación de
aparatos electrónicos y consumo y, también, a las traducciones.
Desde que se jubiló, hace 20 años, aprovecha su tiempo cultivando
su conocimiento, ayudando a los demás y realizando actividad física.
En
la actualidad, dedica el tiempo a estudiar cursos en la UNED de
Tudela, a recibir clases de alemán, al voluntariado como profesor de
castellano en la Cruz Roja y a disfrutar de la naturaleza y de las
calles mientras pasea.
- ¿Cuál
es el secreto para mantener despierta la curiosidad por el
conocimiento?
Diría
que existen tres claves: ejercitar la memoria con actividades como
los cursos e idiomas, la actividad física y el deseo de mantener
viva la memoria, de aprender y de escribir. Hay muchas personas
que a cierta edad desconectan. Mi opinión es que no hay edad para
dejar de sentir curiosidad, para dejar de estudiar. No comprendo el
hecho de que las personas no sientan la misma curiosidad que yo.
- ¿Siempre
ha sentido inquietud y pasión por el conocimiento?
Cuando
tan solo era un niño, me regalaban libros, no juguetes, porque se
dieron cuenta que disfrutaba mucho leyéndolos. En este sentido me
gustaría recalcar que, a la hora de estudiar, es muy importante
valorar si te interesa o no lo que estás estudiando ya que si te
interesa, acabarás encontrando el camino.
- Además
de todo esto, es usted voluntario en Cruz Roja. Cuéntenos...
Sí,
enseño Castellano a inmigrantes africanos, subsaharianos y
magrebíes. Para mí supone un acto heroico venir hasta aquí sin
saber lo que les espera, son unos héroes. Además, tienen un
grandísimo interés por aprender.
- ¿Qué
regalo le pediría a la vida?
No
pediría ninguno, me siento muy premiado, tanto por el hecho poder
dedicar tiempo a estas personas como por mi salud. No tengo derecho a
ser enormemente feliz cuando existen personas que pasan hambre, que
no pueden proteger a sus familias o que no tienen derecho a la
educación o a la salud, entre otras muchas cosas.
"No hay edad para dejar de estudiar, no hay edad para dejar de sentir curiosidad"
Fuente:UNED España