El conocido escritor británico Richard Templar, autor de varios bestsellers sobre autoayuda y desarrollo personal, nos propone estas 12 reglas para la vida en pareja en su libro “Las reglas de la vida” el cual, recomendamos. Aunque obvias y sencillas, quizás sea necesario volver la mirada a lo más esencial en un mundo cada vez más efímero, pleno de información y velocidad .
Cuando
buscamos nuestro equilibrio en cosas que están fuera de nuestro
alcance, en objetivos alejados de nuestra situación real,
malgastamos las oportunidades reales de tener una vida en pareja
sana. Cuando nos asimos a lo que tenemos dentro de nosotros, y
buscamos las respuestas allí, es posible que encontremos más
recursos de los que imaginamos.
Veamos
cada una de esas 12 reglas:
1. Acepta las diferencias, aprovecha lo que tienes en común
Una
pareja es un equipo formado por dos personas. Lo común suma, pero lo
diferente también. En todos los equipos cada miembro aporta y
enriquece el conjunto. ¿Por qué la pareja iba a ser diferente? En
tu pareja cada uno aporta una visión personal, y ambos aprendéis
además las cualidades del otro y las ponéis en marcha en los
momentos en los que cada uno puede aportar más.
2. Concede a tu compañero o compañera espacio para que sean ellos mismos
A
menudo nos enamoramos de las personas porque son independientes,
enérgicas y desenvueltas. Una vez que están con nosotros tendemos a
cortarles las alas. Necesitamos dar ese espacio en el que el otro se
sienta libre de ser y hacer como lo haría sin nosotros. Es más
saludable y dará más fuerza a nuestros sentimientos.
3. Sé amable
Da
igual el tiempo que llevas con alguien, regresa a este punto siempre,
porque es esencial. No pierdas nunca las maneras. Di gracias, por
favor, como lo decías al principio. Interésate por tu pareja, sus
proyectos y tómate siempre tiempo para centrarte en sus necesidades
y deseos. Para escuchar.
4. ¿Que quieres hacer qué?
Estate
preparado para que él o ella sea independiente, fuerte, que esté en
el mundo cuando se separe de ti. Que desarrolle todo su potencial y
viva sus sueños.
5. Podemos decir lo siento y conservar nuestra dignidad y respeto
Lo
siento, como antesala al conflicto. Aprende a encontrar tu parte de
culpa en un problema para tratar de llegar a la conversación que
enriquece vuestra relación.
6. Busca cosas que complacen a tu pareja y ofréceselas
Pueden
ser cosas sencillas o algo increíble que no se espere. Es una manera
fantástica de llevar tu relación a ese punto loco y personal donde
la aventura está presente.
7. Reconoce cuándo tienes que escuchar y cuándo tienes que hablar
Saber
cuándo hablar y cuándo escuchar es una habilidad
extraordinariamente útil para desarrollar. Saber cuándo ofrecer un
té, amabilidad, una caja de herramientas, coger las manos… no
importa qué. Estarás en el sendero…
8. Siente pasión por tu vida en común
Todas
las relaciones pasan por puntos álgidos y depresiones. No se trata
de una impostura o de forzar nada, simplemente sé consciente de que
dedicas parte de tu vida a la felicidad de otra persona y eso
requiere fortaleza, pasión, rumbo, entusiasmo y compromiso.
9. No dejes de comunicarte con tu pareja
Hay
que hablar. Cuando se plantea un problema es hablar lo que nos va a
sacar del mismo. Cuando estamos bien, es lo que va a dar a nuestra
relación las bases de la confianza. Cuando dejas de hacerlo, es que
quizá algo anda mal. Hablar ayuda a resolver problemas, el silencio
en general solo los amplifica. Hablar te permite darte cuenta del
gran aliado que puede ser tu pareja en tu vida.
10. Trata a tu pareja mejor que a tu mejor amigo
Tu
pareja es, al mismo tiempo, amante, amigo e idealmente el mejor
amigo. No interfieras en sus asuntos, respeta su espacio y
privacidad, porque es un adulto independiente.
11. Comprueba que compartís las mismas metas
Es
bueno comprobar que ambos estáis en el mismo camino y compartís un
mismo mapa. Hay que diferenciar entre metas y sueños. Las metas son
aspiraciones compartidas que necesitáis los dos. Es fundamental
tener ese mapa común por el que caminar con una dirección.
12. Respeta la privacidad
Si
tienes la necesidad de inmiscuirte en la privacidad de otra persona,
tienes que contemplarte detenidamente a ti mismo y descubrir el
porqué. La verdad puede ser difícil de aceptar, pero tienes que
saberla.