martes, 25 de agosto de 2020

Vence los miedos que te detienen y sigue adelante

Hay muchas personas que sufren diversos grados de autosabotaje en su vida y por ello no han logrado romper patrones repetitivos donde pareciera que su principal “enemigo” son ellas mismas. Pareciera que cuando están a punto de alcanzar lo que tanto desean, algo pasa que se pierde lo ganado, un poco a la manera de la conocida fábula griega de Sísifo.

¿Te ha ocurrido que a veces empiezas algo con muchos ánimos, haciendo planes e incluso entusiasmándote con eso, para luego “desinflarte” y a fin de cuentas no realizar los cambios que sabes que necesitas?.

Otra forma de sabotearse a sí mismo es haciendo un plan en el que una parte importante del mismo depende de otras personas, ya sea por dinero u otros recursos, y a fin de cuentas resulta que esas personas no te dan lo que necesitabas y entonces ya no fue responsabilidad tuya, si no culpa de otros.

Sea cual sea la situación, podrás reconocer como uno se sabotea a si mismo porque a fin de cuentas parece que todo se movió y sin embargo todo sigue igual, por más sufrimiento o dolor que esto pueda traer; ¿te suena conocido?

Pareciera que a veces nosotros somos nuestros peores enemigos, ya sea por lo que hicimos o por lo que dejamos de hacer. En cualquier caso parece que muchas veces hay motivos para reprocharnos los errores y fracasos de la vida. No obstante, esto no es exactamente así.

Cuando cometemos algún error, desde una palabra hasta todo un acto, estamos actuando desde un nivel más inconsciente que, según las teorías psicológicas, refleja deseos, miedos y/o creencias más profundas dentro de nosotros.

Si lleváramos a cabo lo que decimos querer, es muy posible que algo profundo cambiara en nuestra vida, algo relacionado con lo que vemos como nuestra forma de ser o de relacionarnos con los demás, y la idea de un cambio frecuentemente esto trae mucho miedo.

Si esto es algo que te ha sucedido, no es “mala suerte”, sino una manera en la que tu inconsciente te está mandando un mensaje. ¿Qué es lo que te quiere decir de una forma tan desagradable? En cada caso la respuesta es distinta, pero pueden tenerse algunas pistas revisando lo que llamamos sabotearse uno mismo y las ganancias que en consecuencia obtenemos.

Las ganancias secundarias son aquellas que recibimos cuando algo aparentemente “malo” o negativo nos ocurre, por ejemplo la atención y cuidado que recibe quien siempre se enferma o lastima; es decir, lo que ganas cada vez que las cosas te salen mal. ¿Acaso alguien viene a ayudarte con tiempo, dinero o algo más? ¿Acaso de esta manera puedes permanecer en una situación que de otra manera tendría que cambiar (como cambiar de casa, dejar a tu pareja, el nido paterno, etc)?

Reconociendo sinceramente lo que “ganamos” cada vez que tenemos problemas, es que llegará el momento en el que podamos decidir si verdaderamente queremos quedarnos en esa situación o ya queremos cambiar.



Entonces el primer paso es ser consciente de lo que te está ocurriendo. El segundo paso es tomar las acciones concretas que te ayuden a cambiar esa situación. Por ejemplo, terminando una relación que te lastima, saliéndote de tu casa y manteniéndote tu mismo/a, cambiando un trabajo mediocre por otro mejor, etc..

Como verás, en todos estos casos se habla de cambios importantes en tu vida, no de cosas pequeñas, y es por ello que cuesta trabajo hacer.

Si al intentar estos cambios sientes que el miedo te gana y no puedes salir de ahí, es posible que el autosabotaje te haya atrapado, como si estuvieras atascado/a en un laberinto sinfín. Es momento entonces, de pedir ayuda psicológica.

Mientras te digas que tu mismo/a puedes cambiar las cosas, pero no haces nada, sólo vas a alargar la situación y el dolor que trae consigo. Si ya es tiempo de realizar esos cambios y necesitas ayuda para lograrlo, busca a un psicólogo de tu confianza y empieza una terapia individual, de manera que descubras los miedos que te detienen y puedas vencerlos para seguir adelante con una vida cada vez más satisfactoria y puedas dejar atrás el sabotaje de una vez por todas.

Bibliografia:psicologos.mx

COMPARTE ESTE ARTÍCULO CON LA GENTE QUE AMAS