Hablar de la propia madre , cuando uno se convierte en adulto, nunca es algo sencillo. No todo el mundo piensa que una madre puede ser su primera y mejor amiga.
Ocurre que cuando eres adolescente buscas la independencia a toda costa, la capacidad de no tener siempre a tus padres y madres a tu lado.
A menudo, una madre mira desde la distancia, trata de no poner a sus hijos en dificultades con su presencia. Otras veces, sin embargo, quizás por miedo o demasiado amor, corre el riesgo de asfixiarse con su presencia.
Por tanto, cada uno de nosotros ha vivido esos momentos, y los recuerdos de hablar con amigos deseando el momento de la separación son algo imborrable en nuestra mente.
Debo admitir, sin embargo, que siempre he tenido una relación muy agradable con mi madre.
Mi madre siempre ha tenido una gran fe en mí, siempre me ha animado a encontrar mi camino, sin condicionamientos. Recuerdo una de las frases que le encantaba repetir cuando yo era adolescente:
“No te dejes influenciar por los demás, lleva tus pensamientos y creencias contigo y trata de vivir el día a día al máximo”.
Esas palabras han quedado grabadas en mi mente, forman la base de lo que me he convertido.
Le debo a mi madre la capacidad de creer siempre en mí misma, de vivir cada día con ganas de construir algo positivo.
Mi madre siempre ha sido la primera persona en creer en mi por supuesto, para mí también la relación con mi madre no siempre fue fácil y no todo fue, como dicen, rosas y flores.
Nosotras también tuvimos nuestros malentendidos, también discutimos, y no lo hicimos de una manera dulce.
Cuando hubo tormentas en el aire, fueron real y fuertes. Cada una llevaba su propia convicción y luchaba por ceder. Pero incluso esos momentos, creo que ahora, fueron fundamentales y de crecimiento personal para ambas. De hecho, creo que mi madre estaba orgullosa a su manera de verme tan combativa y terca. Siempre dispuesta a defender ideas en las que creer y nunca dispuesta a hacer algo si no había convicción.
Realmente es cierto que una madre puede ser tu mejor amiga porque es esa persona que sabe apreciar tu carácter y determinación.
Es esa persona que se regocija cuando te aferras e insistes en ser tú mismo. No siente envidia, celos. Es difícil encontrar una persona que esté feliz de verte feliz, realizado, capaz de vivir su propia vida.
Una madre es todo esto. Sí, ella es tu primera amiga, tu mejor amiga, tu amiga para siempre. Cuídala!!
Fuente: Resourceful Environment
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