El nuevo paradigma de la
medicina alternativa establece una
variable fundamental en lo que concierne a la aparición de un síntoma o de una
enfermedad. Para la llamada medicina clásica, los síntomas y las enfermedades
son efectos de causas externas al organismo. Un virus, una bacteria son
ejemplos de esa causa externa.
Desde lo alternativo, entendiendo alternativo como concepción, como punto de vista diferente, el síntoma y la enfermedad son procesos generados desde el interior del organismo con un propósito, con una finalidad determinada. En la Teoría de Sistemas se llaman sistemas teleológicos a los sistemas orientados a un fin.
Cuentan que Milton Erickson, el
psicoterapéuta americano, tras escuchar largo tiempo las preocupaciones y
problemas familiares de una paciente con eczema crónico, dijo:
-“Me parace que tienes muchas
emociones y poco eczema”.
La mujer se enfadó tanto que abandonó
el despacho, pero días después le llamó para decirle que el eczema estaba
desapareciendo. Lo que Erickson consiguió fue que la paciente tomase
consciencia de los motivos inconscientes de su enfermedad. Tal vez el propósito
del eczema para ella fuese poner de manifiesto la necesidad de expresar sus
emociones, de aceptarlas y de actuar en consecuencia.
Los síntomas son la llamada de nuestro organismo para tomar consciencia de una necesidad. Su propósito es revelar lo que está oculto en nuestro inconsciente. Somos seres capaces de elaborar las más hermosas metáforas, reflejo de la capacidad creativa que se esconde en nuestro cerebro. Revelar el sentido metafórico del síntoma es una tarea creativa y divertida. Creativa porque debe ir más allá de la razón,más allá de lo aprendido, para desde el territorio de lo subjetivo captar el sentido. Y divertido porque es la actitud lúdica la que debe guiar el trabajo con los síntomas. Buscar sin buscar. Jugar sin expectativas. Como niños.
Tratar de entrar en resonancia con el
síntoma, revelar su significado, su finalidad, puede ser una herramienta
fundamental en el proceso terapéutico. ¿Que me quiere decir? ¿Para que me
sirve? ¿De qué me protege? ¿Qué puedo hacer para solucionarlo? ¿Qué puedo
aprender?
Pueden ser imagenes o sensaciones
subjetivas las que aparecen como respuestas, o tal vez sean creencias
equivocadas sobre nosotros mismos lo que necesita salir a la luz. La toma de
consciencia lleva siempre a la desaparición de los síntomas, el maestro
desaparece cuando aprendemos la lección.