Lo que pasa en el mundo físico, se origina desde un mundo no físico que está en nuestro interior

Dice el refrán que cuando sembramos tormentas recogeremos tempestades; y es que, cuando sembramos odio, rencor, agresividad o venganza, la vida nos lo devuelve multiplicado. Todas nuestras acciones tienen su respuesta ya sean constructivas o destructivas. Siempre las veremos de vuelta hacia nosotros/as con mayor intensidad. No hay impunidad para la crueldad, la ira, la violencia, el rencor, la maldad. No podemos esperar amor, felicidad, gratitud y que nos sonría la vida con esas actitudes destructivas. No podemos esperar un fruto maravilloso de la vida cuando sólo le aportamos nuestras quejas y lamentos. Sabemos que todo lo que pasa en el mundo físico, se origina desde un mundo no físico que está en nuestro interior. Las cosas las creamos dos veces; una en el mundo no físico y otra en el mundo físico. Desde nuestro mundo espiritual y nuestros pensamientos creamos todo lo que sucede a nuestro alrededo...