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Mostrando entradas de mayo, 2020

Ejercicios para trabajar el amor a uno mismo

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Amarse a uno mismo es una necesidad tan básica como el aire para respirar, pues sin cimientos no se puede construir el edificio. Si no te han enseñado a hacerlo a lo largo del proceso de educación que has recibido puedes  aprenderlo ya de adulto por tu propia cuenta. A veces, no sólo no nos enseñan a querernos a nosotros mismos, sino todo lo contrario; nos  han hecho creer que hacerlo es malo, que  es un acto de egoísmo, vanidad y narcisismo y solemos esperar que los demás nos amen para dejar de sentirnos incompletos e insatisfechos. Amarse a uno mismo no tiene nada que ver con sentimentalismos sino con los pensamientos, palabras, actitudes y comportamientos que nos profesamos a nosotros mismos. Así, amarnos es sinónimo de escucharnos, atendernos, aceptarnos, respetarnos, valorarnos y, en definitiva, ser amables con nosotros en cada momento y frente a cualquier situación. El primer paso para amarnos consiste en conocernos , comprendiendo cómo funcionam...

Hazme llorar con la verdad para que no me destruyas con la mentira

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Vivimos tiempos convulsos, tiempos donde abundan las promesas rotas y en el que las personas tratan la palabra con ligereza.  Prometemos si ningún tipo de pudor  sabiendo que no lo vamos a cumplir.  Prometemos una llamada o una comida  a un amigo aún sabiendo que no tendremos tiempo de hacerlo.  Incluso nos engañamos a nosotros mismos diciéndonos: este año prometo que irá al gimnasio para cuidarme y estar más sano. P ero finalmente, pasamos por alto todas esas promesas sin tener verdadera intención de hacer los profundos cambios vitales que se necesitan para lograr verdaderamente esos objetivos. De esta manera vamos convirtiendo en hábito el decir cosas que en realidad no pensamos.  Esto se convierte en un problema pues, cuando no mantenemos nuestra palabra, perdemos credibilidad y como consecuencia, rompemos los vínculos de confianza con las personas que nos rodean, lo que lleva a una serie de relaciones rotas. Para desarrollar la práctic...

Lo que enfocas con tu cámara mental, acaba saliendo en tu fotografía

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Las leyes del universo no discriminan, no diferencian. Les da igual si te centras en algo que te favorece o en algo que te perjudica. Cualquier cosa en la que te concentres el tiempo suficiente, acaba tomando forma y manifestándose en tu vida. Muchas personas creen que luchar contra algo lo debilita y consigue vencerlo sin saber que esa actitud provoca justo el efecto contrario. Cuanto más luchas contra algo, más presencia y poder le estás dando. Aquello en lo que concentras tu energía se hace cada vez más fuerte. Sabiendo esto, resulta obvio que sale más a cuenta focalizarse en las soluciones que en los problemas. Si te preocupan tu economía, por ejemplo, en vez de pensar en cuanto dinero te falta, céntrate en los beneficios de tenerlo. En cómo podrías disfrutar de él. A dónde irías, qué comprarías, con quién lo compartirías. Alégrate por toda la gente que lo posee. Deja de condenar la riqueza y recuerda que cualquier sentimiento negativo que albergues sobre e...

Lo que no decimos no muere, nos mata

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Todavía hay muchas personas que dudan de la relación directa que existe entre nuestras emociones y nuestra salud física. Debemos ser conscientes de que cuando evitamos expresar nuestras opiniones o hacer lo que nos gusta por miedo a desagradar a los demás, al final lo que conseguimos es sentirnos mal con nosotros  mismos/as. Por ejemplo, el miedo a perder a un amigo por el hecho de expresar o discrepar con él, nos puede llevar a negar nuestros sentimientos y puede que más adelante   estas emociones nos desborden  . No deberíamos tener miedo de ser sinceros y os contamos el  porqué: Los sentimientos no se eligen.  Los sentimientos no se eligen. Es completamente válido tener pensamientos y emociones que nos hagan sentir mal. Sentir, de una forma u otra, no nos convierte en buenas o malas personas. Son nuestras acciones las que determinan si somos mejores o peores personas. Las emociones funcionan como una brújula. Es decir, tenerlas en cuent...

El Poder de las Palabras

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Nuestras palabras tienen el poder de crear y el poder de destruir, el mejor ejemplo lo podemos apreciar en una amistad o una relación; se comienza conversando y por cualquier palabra que podamos decir fuera de lugar puede terminar de mala manera. Una voz amable, serena  y sincera puede resultar más terapéutica que cualquier medicamento. Un gesto tierno o agradable  y una voz adecuada pueden cambiarnos el ánimo en un instante. Las palabras nos llevan a la risa, a la alegría, a la ternura y al humor como algo inesperado. Las palabras sorprenden, emocionan, enternecen y  conmueven. Pero el  mayor milagro que nos puede suceder con las palabras, es que lleguen a  curar. Con la palabra podemos hacer nuestra alquimia interior y particular: aliviar dolores, lidiar con nuestras dudas, rabias, superar o concluir duelos, sanar viejas heridas, trascender miedos, aligerar pesadas mochilas de nuestra conciencia y terminar así con esclavitudes del alma. En...

Deja de valorarte bajo la percepción de los demás

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Si queremos ser realmente libres y desarrollar todo nuestro potencial, es fundamental que aprendamos a juzgarnos según nuestros propios ideales, olvidando las críticas insanas de los demás. Se trata de mirar en tu interior y dejar de criticarte usando el rasero que aplican los demás.  No es una tarea fácil, sobre todo porque desde pequeños  estamos sometidos a duras críticas,  comparaciones y perspectivas poco realistas  ya sea por parte de nuestros padres, maestros o iguales. Desde temprana edad aprendemos que para ganarnos la aceptación de nuestros iguales es necesario cumplir con ciertos estándares. Que debemos seguir las  normas establecidas y asumirlas si queremos estar integrados socialmente. De esta forma, dejamos de valorarnos por lo que éramos y comenzamos a valorarnos según los criterios de los demás. Dejamos de disfrutar de las cosas que nos gustan para hacer aquellas cosas que les gusta a los demás.  Cambiamos el placer por el deber...